¿Qué pasa cuando uno vive equidistante a las dos sucursales de Barra Chalaca? Cada uno tiene su encanto, mayormente la carta es la misma y la distancia a recorrer no varía. La pregunta es difícil de responder, en nuestro caso por una cuestión geográfica. De manera que habrá que ir alternando nomás.
Hace un par de meses, Barra Chalaca abrió su segundo local en el Bajo Belgrano (Roosevelt y Montañeses). Como se sabe, el otro está en Palermo (Arévalo y Niceto Vega). Y uno mismo ha quedado en el medio, a una distancia similar desde su domicilio.
¿Qué hacer entonces? En principio, hay que marcar algunas diferencias, pero no tantas. El de Belgrano, es un local más amplio y cuenta con estacionamiento propio (para algunos, dato importante; para nosotros que vamos en Cabify irrelevante).
Las cartas son similares, pero por ejemplo si querés comer algunas piezas de sushi hay que ir a Belgrano. Entonces, está bueno comparar los menús y ver en cuál de los dos hay algún plato exclusivo que queremos comer. Pero repetimos, los platos son en su mayoría los mismos; los precios ídem.
Nuestra última visita fue a Palermo, adonde pensábamos ir a probar en su momento las sopas (como la de wantanes). Pero nos demoramos, por lo que al arreciar el calor nos decidimos por los platos fríos que tanto nos gustan de la cocina peruana. Habrá que esperar algún día fresquito, porque las sopas siguen vigentes en la carta.
Vale aclarar que uno de los aspectos más destacados de Barra Chalaca, es su excelente relación precio calidad. Y que siempre es conveniente utilizar el concepto de"family style", es decir los platos al centro de la mesa y todos picamos.
En esta mesa de cuatro comensales, pedimos inicialmente los infaltables wantacos rellenos de tartar de trucha y palta nikkei; el ceviche chalaco de pesca fresca del día; y la causa ochentera con langostinos, salsa golf, palta y huevo.
Luego llegaron a la mesa las croquetas marineras con su tártara de ají amarillo, y los langostinos melcocha con sus taquitos de lechuga y sus salsas. A esta altura, algunos integrantes de la mesa habían quedado con ganas de más wantacos, por lo que hubo segunda vuelta.
En lo personal, preferimos el picante de mariscos que viene con su tacu tacu, un plato clásico de la cocina peruana criolla.
Lo que viene seguramente será en Belgrano. Este tipo de restaurantes peruanos provocan sana adicción, porque además hay tanto para probar que muchas veces nos quedamos con las ganas de más, aunque el cuerpo diga basta. La historia continuará...
Barra Chalaca Palermo - Dirección: Arévalo 1392 esquina Niceto Vega. Teléfono: 15 7840 5050. Horarios: todos los días de 12.20 a 00.00 - Web: barrachalacaargentina.com
Barra Chalaca Belgrano - Dirección: Montañeses 2585. Teléfono: 15 3556 7314. Horarios: todos los días de 12:30 a 00:00. Precio: Estacionamiento propio, enfrente. Instagram: @barrachalacaarg
Si algo le faltaba a la inefable, irrelevante y obscena lista conocida como 50° Best Restaurants (que son 100 curiosamente), es que Astrid & Gastón esté ubicado en un lugar insólito: N° 81 de Latinoamérica, habiendo sido alguna vez el primero. Cuenta Gastón Acurio que le llegaron numerosos comentarios, sobre todo de gente espantada por esta falta de respeto. Sin embargo, las reflexiones del chef peruano no dejan de sorprender por su cuota de humildad, una virtud que no abunda precisamente en este gremio de egocéntricos.
Escaleras arriba, en el living, Winston Club invita a descubrir la cocina de Jonás Alba y Jeremías Cacino, chef y souschef, respectivamente. Una propuesta que, como ellos mismo la definen, se apoya en cuatro pilares: historia, tradición, memoria y producto.
El miércoles 26 de noviembre, desde las 20:00, tendrá lugar una nueva edición de "La Huella de los Valientes". La cita es en Berria by Sagardi y, en esta oportunidad, Iñaki López de Viñaspre recibirá nada menos que a Gonzalo Aramburu.