La de Gerardo "Gerry" Cea es una historia de película. Con 18 años, se mudó con su familia a los Estados Unidos y, casi sin saber inglés, lo mandaron a la casa de un tío en Nueva York quien le consiguió trabajo de camarero en un restaurante italiano frecuentado por miembros de la Cosa Nostra.
Cuando Gerry pudo aprender el idioma como para arreglárselas, alquiló un departamento y se llevó a su familia a la ciudad. Lo que había comenzado bien se complicó y, durante cuatro años, trabajaron más de 12 horas por día para poder subsistir.
En 1991, finalmente les otorgaron los papeles de residencia y todo mejoró. Se instalaron en Miami donde dos años más tarde abrieron Café Prima Pasta, un restaurante de cocina italiana con impronta argentina.
Gerry, como le dicen todos, tiene miles de historias para contar en sus 30 años al frente de Prima Pasta. Y también de lo anterior, como camarero y "buscavidas". A los 50, retomó una pasión latente, la guitarra, pero esa es otra historia.
Prima Pasta es un restaurante italiano y familiar, como el que puso Rocky cuando se retiró del boxeo. Lindo, acogedor, de manteles blancos y mozos atentos, de esos restaurantes donde uno se siente como en casa, de los que es fácil hacerse habitué y pedir "lo mismo de siempre" al entrar, sabiendo que el mozo sabe perfectamente a qué nos referimos. Así lo hacen los famosos que lo frecuentan con sus familias.
De las paredes cuelgan fotos en blanco y negro, hay lámparas antiguas y candelabros y mucha madera. Los platos son italianos clásicos con un toque argentino.
Hay cuatro salones, barra, terraza, deck en la vereda y una cava con salida privada al estacionamiento para los clientes exclusivos. Todos los platos se elaboran con productos italianos, los pescados frescos llegan desde la costa cercana y el Mediterráneo, y los vegetales orgánicos son de una granja del centro de la Florida.
Uno de los platos insignia de la carta son los linguinineri con mariscos y salsa de crema de langosta, que está desde la apertura de Prima Pasta y son uno de los más vendidos. Lo mismo que los fiocchi rapera, que llevan una salsa secreta de trufas creada mientras se grababa el disco de Calle 13 y que surge de la inspiración de Residente, quien es fan del jugo de peras.
El "carpaccio de Carmen", otro emblema de la casa, ganó muchos premios. Y el Chicken Parmigiana es el plato favorito de Michael Jordan que lo pide desde 1996. John Travolta, cada vez que va a Prima Pasta come lasagna, mientras que Lionel Messi elige los agnolotti rossi.
La carta de vinos combina etiquetas de Italia, la Argentina, España y Francia. En la barra, en tanto, se prepara uno de los mejores Martini de Miami y los clásicos tienen un toque personal.
Prima Pasta ya es un clásico y ha creado una gran cantidad de seguidores leales, gracias a un menú que combina con éxito las sabrosas tradiciones de la cocina italiana y las influencias gastronómicas de la familia Cea.
Lo que una vez fue un pequeño comedor en un sector aislado de Miami Beach, es ahora un bistró que atiende a conocidos personajes, quienes dejan su agradecimiento en fotografías que adornan las paredes del salón.
Gerry supervisa las operaciones en el restaurante de 140 cubiertos, junto con su hermano Fabián, mientras que su padre Arturo dirige la cocina como chef ejecutivo y su madre, Carla, hornea panes y postres todos los días.
Prima Pasta fue calificado y reseñado por la Guía Zagat como el restaurante italiano número uno en Tripadvisor.com y ha sido reconocido por The New York Times.
Donde la cocina se enciende en movimiento. Ale Langer, creador de Cocina Discreta, Mono Ambient Cocina y Noche de Cúpulas, recibirá a Nicolás Díaz Martini para ofrecer una experiencia diferente.
Marta Ramírez no tiene los ojos rasgados, pero es una de las cocineras más versada en las apasionantes culinarias de los países del Sudeste asiático. En 2018 cerró su emblemático Restaurante Captain Cook, que supo funcionar en San Fernando y luego en Martínez. Por suerte para nosotros, cada tanto ofrece un pop-up que nos hace revivir aquellas noches inolvidables. Esta vez, pasó por Hierro Cinco, en el Golf Club de San Isidro, donde pudimos disfrutar de un menú de pasos acompañado por los vinos de Bodegas Bianchi.