En la tierra del Amarone, Cantina Valpolicella Negrar reúne a 258 productores que poseen, entre todos, un millar de viñedos. Bajo las normas del sistema cooperativo, lograron llevar adelante esa máxima que dice que "la unión hace la fuerza". Invitados por ITA / Agencia Italiana para el Comercio Exterior, Oficina Buenos Aires-. degustamos sus vinos, que ojalá pronto estén disponibles en el mercado local.
Imposible no mencionar la propia experiencia cuando se habla de Valpolicella, de sus viñedos, de la estirpe véneta y por supuesto, de su vino emblemático, el único, el Amarone.
La primera aproximación la tuvimos dos décadas atrás para participar de Vinitaly, la feria del vino italiano que se realiza en la mágica ciudad de Verona. Conocíamos de referencia a este vino que tiene características únicas e irrepetibles.
Curiosamente, visitamos aquella vez -la primera- a un pequeño productor en Negrar, llamado Tommaso Bussola (dueño de apenas 4 hectáreas y una bodega "garaje" donde elaboraba sus vinos. Corría el año 2001, poco antes de la gran crisis económica de nuestro país. Precisamente, en este poblado, una de las comunas del valle, está ubicado el corazón de la bodega que hoy nos ocupa, y cuyos vinos probamos días atrás gracias a ITA -Agencia Italiana para el Comercio Exterior, Oficina Buenos Aires.
Siguiendo con la historia, volvimos a Valpolicella varias veces. No solo a Vinitaly, sino también a otras ferias que organiza Veronafiere: Fieragricola y Fieracavalli. Cada vez nos fuimos enamorando más de este vino fantástico, único por su forma de elaboración y su elevado contenido de alcohol. Y también de su terruño, con sus colinas pintorescas y, desde lo más alto, la lejana visión del lago di Garda, el más grande Italia, y en cuya margen opuestas están las raíces familiares de uno mismo.
Recordamos cada cena en La Bottega del Vino, emblemático restaurante de la ciudad. Nunca puede faltar la copa de Amarone. Ahí es probamos la carne de caballo, algo impensado en nuestro país (salvo en el campo). Para el postre, el Recioto, sin dudas, vino dulce que es algo así como el padre del Amarone.
La zona de producción del Amarone incluye a 19 comunas, entre ellas Negrar, donde como ya dijimos, está ubicada una de las bodegas más importantes y reconocidas de Italia, que lleva el nombre de la comuna y funciona como cooperativa.
Los Amarone que llevan el aditamento "Classico", deben ser elaborados con uvas procedentes de las comunas más antiguas de la zona: Negrar, Marano, Fumane, Sant' Ambrogio y San Pietro in Cariano.
Pero el verdadero secreto de este vino emblemático y único, es el método de elaboración conocido como appassimento, que consiste en dejar las uvas deshidratándose durante algunos meses en anelas de cañas de bambú extraídas de la laguna de Venecia. Este proceso dura varios meses y se lleva a cabo en espacios cerrados, a temperatura controlada.
Por otro lado, la influencia del lago es vital para la producción de uvas, porque otorga un excelente equilibrio entre azúcar, polifenoles y acidez. La alternancia de días con aire levemente húmedos y jornadas ventosas y secas, son perfectas para un appassimento lento y constante. La temperatura no desciende nunca en forma excesiva.
Muchos en Italia consideran que el Amarone, junto con el Barolo y el Brunello, son los tres vinos que "conforman la aristocracia del mundo vitivinícola italiano". Eso sí, quizá haya que decir que estos dos últimos han tenido mucha mayor difusión fuera de su país de origen. Pero el Amarone sigue siendo nuestro preferido.
CANTINA VALPOLICELLA NEGRAR
Ya se dijo que Negrar es una de las 19 comunas que integran la zona productiva de Valpolicella. De hecho, también es una de las que tiene la facultad de utilizar el nombre "Amarone Classico", en sus etiquetas.
La Bodega Cantina Valpolicella Negrar es una cooperativa que agrupa a 283 productores, que en total poseen cerca de 1.000 hectáreas de viñedos en cinco valles que forman la denominación. Esto le da a la bodega la ventaja de contar con todas las tipologías de los vinos de Valpolicella.
Pero hay otras fortalezas a destacar: control de toda la cadena de producción desde el viñedo a la copa, el conocimiento compartido entre socios y colaboradores, y la investigación.
Estamos convencidos de que el sistema cooperativo es el más justo, y el que mejor permite desarrollarse a los pequeños productores. La media entre los viñateros de esta bodega, alcanza a unas 4 hectáreas. Para darse una idea desde el punto de vista económico, cada hectárea en esta región vale entre 1.000.000 y 1.500.000 dólares.
La producción actual de la bodega cooperativa supera los 8.000.000 de botellas anuales, obtenidas de un promedio de más de 60.000 quintales de uvas entregadas, para capacidad de elaboración en bodega equivalente a 160.000 hectolitros.
Amarone, Recioto, Ripasso, Valpolicella Classico y vinos de otras zonas de la provincia de Verona de Denominación de Origen Controlada se producen en las líneas Cantina di Negrar, Le Preare y Domìni Veneti, son la máxima expresión de calidad de la Cantina Valpolicella Negrar.
ALGO DE HISTORIA
La Bodega Cantina Sociale Valpolicella nació en 1933, año turbulento en todo el mundo desde el punto de vista político y económico y, además, un período triste para la viticultura: la filoxera había causado un desastre en los viñedos en la región Véneto y, a causa de la escasez de cereales, en muchas localidades limítrofes a Valpolicella se prefería plantar granos en vez de la vid.
En ese escenario tan crítico, siete hombres que creían en su tierra y en los valores típicos y culturales que la caracterizaban, decidieron responder a la ofensiva todos juntos, ya que sentían amenazada su reputación por un grupo de astutos industriales que habían comprado un poco de tierra para producir vino Valpolicella con pocas uvas locales y muchas de importación.
Ahí es donde comienzan a destacarse los principios cooperativos: asociación voluntaria y abierta; control democrático por parte de los asociados; participación económica de los asociados; autonomía e independencia; educación, capacitación e información; cooperación entre cooperativas; preocupación por la comunidad.
Volviendo a los siete pioneros, decidieron en aquella instancia tan complicada alquilar las bodegas y las instalaciones de Villa Novare, donde se pusieron a embotellar directamente el vino producido por ellos mismos.
El mayor éxito de la época fue el bautismo del Amarone en 1936, episodio narrado como una casualidad, pero que en realidad es fruto de una feliz intuición sobre la forma en que estaban cambiando los vinos de Valpolicella y el gusto de los consumidores.
El Amarone nace por error de un enólogo, que dejó olvidado un barril de Recioto (el tradicional vino dulce de la región), en el sector más caluroso de la bodega durante todo un invierno. Así es que el vino ganó en cuerpo y contenido alcohólico, se tornó levemente amargo por la concentración de taninos (de ahí el nombre Amarone). Adelino Lucchese, "capo cantina" , le comunicó la novedad al presidente de la bodega Gaetano Dall' Oro, quien dijo la famosa frase: "Eso no es un Amaro, es un Amarone". El nombre sería cedido generosamente a todas las bodegas de la región y pasó a ser un emblema de la vitivinicultura véneta e italiana.
Después de la Segunda Guerra Mundial, se reanudó el desarrollo agrícola de Valpolicella, especialmente el vitivinícola y, en 1948, la Bodega Social ya daba trabajo a 30 obreros y vinificaba 12.000 quintales de uvas cada año.
Después de un traslado temporal desde Villa Novare a San Vito di Negrar, en 1957, luego de unirse la bodega cooperativa local Cantina Produttori della Valpolicella, se estableció en la sede actual, en las afueras del pueblo de Negrar.
La Bodega Social fue refundada con 80 socios. Durante los años '60 y '70 continuó la expansión a diferentes mercados y, en 1989, decidió responder a la crisis ocasionada por el escándalo del metanol, siempre apostando a la calidad. Así es que se lanzó una nueva línea de productos llamada Domìni Veneti, para recordar los orígenes venecianos de las tierras donde se encontraban los viñedos.
La producción de la bodega está subdividida en "Vinos Cantina di Negrar" (recuérdese que "cantina" significa bodega en lengua italiana), que es la que integran los vinos tradicionales que se venden en tiendas, vinotecas y supermercados a nivel internacional: y "Domini Veneti Cru", que es un proyecto de selección que comenzó hace tres décadas junto a la Universidad de Verona, para llegar a pequeñas producciones que ofrecen vinos que cambian de un año a otra y terminan siendo de colección.
La bodega actualmente está muy reconocida por algunas de sus etiquetas históricas. Además, es el primer proveedor del canal de distribución de los supermercados, donde es líder para los vinos de Valpolicella.
Algunas de las etiquetas que pueden encontrar en los supermercados más conocidos son: Cantina Negrar Amarone; Cantina Negrar Ripasso; y Cantina di Negrar "Vini il Viaggio".
En el Zoom que tuvo lugar hace algunos días en la sede de ITA- Agencia Italiana para el Comercio Exterior, OficinaBuenos Aires, la Export Manager de la bodega, Silvia Minoccheri, condujo una cata guiada de una docena de vinos emblemáticos (tres blancos y nueve tintos), coronados por esa joya llamada Amarone Domini Veneti Jago.
Pero ésa es una historia que les contaremos en la segunda parte de esta nota. No se la pierdan.
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