El restaurante italiano del Sheraton Hotel & Convention Center ofrece delivery y take away con un menú especialmente diseñado para la ocasión.
Muy buena relación precio calidad y precios accesibles.
Consegna all' italiana es lo que ofrece Buono, el restaurante del Sheraton Buenos Aires Hotel & Convention Center. Mientras dura la cuarentena, la brigada de la casa comandada por el chef Matías Lorenzo y el souschef Marcos Gómez, armaron una propuesta corta pero con platos representativos del menú habitual del restaurante.
Para comenzar se puede pedir una tabla de embutidos, quesos y pickles caseros ($ 690), o bien las ensaladas Caesar o Buono, esta última con quinua. Ambas cuestan $ 350.
Hay un capítulo de piadine (esas clásicas masas de pan de trigo planas) que son típicas de la Regione Emilia Romagna. Hay caprese ($ 390), de pollo ($ 450) y de mortadela $ 590). También una ciabatta di manzo ($530), y dos hamburguesas, con sriracha ($490) y napolitana ($ 420).
Las pastas incluyen en el precio fijado la salsa a elección. Hay sorrentinos de calabaza con crema y almendras ($ 450); malfatti de espinca y ricota ($ 370), ravioles de ricota ($ 370); penne rigate ($ 370) y canelones de espinaca y ricota ($ 390).
Sale además un risotto al funghi (hongos) a $ 420), y tres "secondi": bistecca (ojo de bife) con papas rellenas ($ 690), pollo alla griglia ($ 400), y milanesa napolitana con puré rústico de papas ($ 530).
Otra opción son las pizzas individuales en versión Margherita ($ 300); Peperoni ($ 320) y Calzone 4 Formaggi ($ 370).
Para el final, macedonia de frutas de estación ($ 240), budín de pan ($ 290), mousse de chocolate y merengue con frutas ($ 290) y el infaltable tiramisú ($ 300).
Para take away hay que pedir al whatsapp: +54 911 3016 8460. Para delivery, a través de Rappi y PediosYa.
El 17 de noviembre, en el marco del Día de la Baklava, Restaurant Armenia comparte una receta tradicional y una historia que trasciende fronteras. Crujiente, perfumada y bañada en almíbar, la baklava es mucho más que un postre: es un símbolo de hospitalidad, memoria y encuentro.
En una esquina de Palermo, una casa de barrio conserva algo más que historia: guarda el espíritu de Reliquia, el restaurante creado por el chef Branko Vaccaro y la sommelier Julia Bottaro. Desde su apertura, el proyecto se propuso algo inusual: que la cocina no grite, sino que dialogue, y que el servicio conserve la calidez de lo familiar.
