Reivindicación de la sidraMiércoles, 15 de enero de 2020Según un informe realizado por la consultora GFK, la base de consumidores de sidra creció un 255%, en una medición realizada entre los meses de abril, mayo y junio de 2019. Considerada un pariente pobre del champagne (espumosos hay que decir ahora), la aparición en el mercado de versiones premium provoca un resurgimiento de la tradicional bebida.
En los últimos años, el consumo de sidra subió exponencialmente. Mientras que la cerveza se mantiene estable a nivel global, la sidra es la categoría que más crece en el mundo con un 5% en el período de 2012-2017, seguido por los spirits con un 3,9%.
El relevamiento indica también que en 2019, la Argentina sigue siendo el único país de América latina que forma parte del top ten de mayor consumo de sidra en el mundo. El ranking lo encabeza el Reino Unido, seguido de Sudáfrica, los Estados Unidos, Australia y España.
"Si bien la cerveza continúa liderando el mercado, 1 de cada 5 consumidores no bebe cerveza y elige otra opción. En esa brecha en la que las distintas categorías disputan su lugar en el mercado, la sidra está creciendo más aceleradamente que el resto de otras bebidas alcohólicas a nivel mundial, con una notable alza de su consumo fuera de temporada. Las versiones de alta gama, con foco en la calidad de la materia prima y su elaboración, son las más elegidas". Así lo señala el informe de la consultora encargado por CCU, que elabora las marcas Sidra 1888 (que cuenta con opciones premium), Real y La Victoria.
En el retail, los números también dan cuenta de este gran momento que vive la categoría. Según Scantrak, la venta de sidra en autoservicios en el período de enero a junio de 2019 creció 47% versus el mismo periodo del año anterior. Y para Nielsen, la venta de sidra en los supermercados en el mismo período creció el 44% respecto del año anterior.
El estudio también indica que el principal incentivo para beber sidra es la curiosidad, seguido de la recomendación de boca en boca. Esto se debe a que esta bebida tuvo un amplio crecimiento en términos de modernización, así como también en presencia: ahora también se disfruta en bares y restoranes además de los tradicionales espacios de consumo.
Por otra parte, las bebidas tiradas fueron tomando protagonismo en bares, restaurantes y diferentes espacios. En este sentido, la sidra de barril suma ejemplares en el mercado local y ya son varios los bares porteños que ofrecen en sus barras este formato de sidra.
"Cada vez más consumidores nos piden el producto, en el mundo está muy instalado y tiene muchas ventajas para aquellos que buscan algo fresco", asegura Danilo Ferraz, quien en su local de Hell's Pizza cuenta con una canilla de Sidra 1888.
A nivel restaurantes, sin dudas que Sagardi ha hecho punta. En sus comienzos, las condiciones del país permitían importar sidra vasca para escanciar (sin carbónico incorporado, sino que éste se genera al servirla en la copa desde lo alto). El restaurante de San Telmo ofrece ahora la posibilidad de degustar la sidra Pulku, de Villa Regina, Río Negro, servida con el mismo sistema.
El año pasado, Sagardi realizó un Menú de Sidrería, que incluyó canilla libre de sidra Txapela. No quedó un solo lugar libre (https://www.fondodeolla.com/nota/15836-la-noche-de-la-sidra-vasca/).
Hace pocos días, Fondo de Olla (c) visitó La Calesita, un bar de tapas en Colegiales. Dentro de sus opciones, hay sidra tirada. Varios restaurantes de Cocina Española, como El Burladero y Amalur (Centro Laurak-Bat) han incorporado también esta alternativa que está en auge.
Por otra parte, en el mercado aparecieron numerosas opciones provenientes no solo de empresas industriales, sino también de bodegas que además de sus vinos incursionan con éxito en la elaboración de sidra.
Por ser el Valle de Uco lugar de producción de manzanas, muchas de las sidras se elaboran en ese lugar de Mendoza. Por ejemplo, el bodeguero Francisco Pannochia elabora sidras de elevada calidad que se comercializa con las marcas Zedryc y Red Lady (https://www.fondodeolla.com/nota/14989-zedryc-es-una-lady/). En el Restaurante Anchoíta es posible probarlas y dicen que a su dueño -el multifacético Enrique Piñeyro- le gustan mucho.
Por su parte, Bodegas Cuvillier, que tiene en el mercado sus dos productos Dolce y Demi Sec, además de la tradicional Sidra del Valle, lanzó al mercado su marca premium 1930, un nuevo producto elaborado y desarrollado 100% en base a pera a diferencia de la sidras saborizadas. Como una sidra pero hecha con peras. Y si bien como estrategia de marketing se utiliza esa denominación, la botella es "honesta" y en su etiqueta señala: 1930 Saccani Pera.
Producida desde 1888 y ubicada en el Alto Valle de Río Negro, Sáenz Briones 1888 es otro producto a tener en cuenta en el mercado. Un artesano sidrero es el encargado de respetar, "durante el proceso de elaboración, cada uno de los principios artesanales como la maduración de su materia prima y el punto exacto de fermentación".
Pareciera que hay un factor común en las marcas de sidra y es denominarlas con números, los de un determinado año. A las ya mencionadas más arriba, se suma Gran Sidra Cosecha Privada 1950, elaborada en el Valle de Uco por la firma Produmen (los mismos de La Farruca).
Sea como fuere, la sidra está dejando de ser el patito feo de las bebidas alcohólicas. Y mucho de eso tiene que ver con la aparición de nuevas etiquetas y la posibilidad de encontrarla en bares y restaurantes, ya sea tirada o en botellas.
Según un informe realizado por la consultora GFK, la base de consumidores de sidra creció un 255%, en una medición realizada entre los meses de abril, mayo y junio de 2019. Considerada un pariente pobre del champagne (espumosos hay que decir ahora), la aparición en el mercado de versiones premium provoca un resurgimiento de la tradicional bebida.
En los últimos años, el consumo de sidra subió exponencialmente. Mientras que la cerveza se mantiene estable a nivel global, la sidra es la categoría que más crece en el mundo con un 5% en el período de 2012-2017, seguido por los spirits con un 3,9%.
El relevamiento indica también que en 2019, la Argentina sigue siendo el único país de América latina que forma parte del top ten de mayor consumo de sidra en el mundo. El ranking lo encabeza el Reino Unido, seguido de Sudáfrica, los Estados Unidos, Australia y España.
"Si bien la cerveza continúa liderando el mercado, 1 de cada 5 consumidores no bebe cerveza y elige otra opción. En esa brecha en la que las distintas categorías disputan su lugar en el mercado, la sidra está creciendo más aceleradamente que el resto de otras bebidas alcohólicas a nivel mundial, con una notable alza de su consumo fuera de temporada. Las versiones de alta gama, con foco en la calidad de la materia prima y su elaboración, son las más elegidas". Así lo señala el informe de la consultora encargado por CCU, que elabora las marcas Sidra 1888 (que cuenta con opciones premium), Real y La Victoria.
En el retail, los números también dan cuenta de este gran momento que vive la categoría. Según Scantrak, la venta de sidra en autoservicios en el período de enero a junio de 2019 creció 47% versus el mismo periodo del año anterior. Y para Nielsen, la venta de sidra en los supermercados en el mismo período creció el 44% respecto del año anterior.
El estudio también indica que el principal incentivo para beber sidra es la curiosidad, seguido de la recomendación de boca en boca. Esto se debe a que esta bebida tuvo un amplio crecimiento en términos de modernización, así como también en presencia: ahora también se disfruta en bares y restoranes además de los tradicionales espacios de consumo.
Por otra parte, las bebidas tiradas fueron tomando protagonismo en bares, restaurantes y diferentes espacios. En este sentido, la sidra de barril suma ejemplares en el mercado local y ya son varios los bares porteños que ofrecen en sus barras este formato de sidra.
"Cada vez más consumidores nos piden el producto, en el mundo está muy instalado y tiene muchas ventajas para aquellos que buscan algo fresco", asegura Danilo Ferraz, quien en su local de Hell's Pizza cuenta con una canilla de Sidra 1888.
A nivel restaurantes, sin dudas que Sagardi ha hecho punta. En sus comienzos, las condiciones del país permitían importar sidra vasca para escanciar (sin carbónico incorporado, sino que éste se genera al servirla en la copa desde lo alto). El restaurante de San Telmo ofrece ahora la posibilidad de degustar la sidra Pulku, de Villa Regina, Río Negro, servida con el mismo sistema.
El año pasado, Sagardi realizó un Menú de Sidrería, que incluyó canilla libre de sidra Txapela. No quedó un solo lugar libre (https://www.fondodeolla.com/nota/15836-la-noche-de-la-sidra-vasca/).
Hace pocos días, Fondo de Olla (c) visitó La Calesita, un bar de tapas en Colegiales. Dentro de sus opciones, hay sidra tirada. Varios restaurantes de Cocina Española, como El Burladero y Amalur (Centro Laurak-Bat) han incorporado también esta alternativa que está en auge.
Por otra parte, en el mercado aparecieron numerosas opciones provenientes no solo de empresas industriales, sino también de bodegas que además de sus vinos incursionan con éxito en la elaboración de sidra.
Por ser el Valle de Uco lugar de producción de manzanas, muchas de las sidras se elaboran en ese lugar de Mendoza. Por ejemplo, el bodeguero Francisco Pannochia elabora sidras de elevada calidad que se comercializa con las marcas Zedryc y Red Lady (https://www.fondodeolla.com/nota/14989-zedryc-es-una-lady/). En el Restaurante Anchoíta es posible probarlas y dicen que a su dueño -el multifacético Enrique Piñeyro- le gustan mucho.
Por su parte, Bodegas Cuvillier, que tiene en el mercado sus dos productos Dolce y Demi Sec, además de la tradicional Sidra del Valle, lanzó al mercado su marca premium 1930, un nuevo producto elaborado y desarrollado 100% en base a pera a diferencia de la sidras saborizadas. Como una sidra pero hecha con peras. Y si bien como estrategia de marketing se utiliza esa denominación, la botella es "honesta" y en su etiqueta señala: 1930 Saccani Pera.
Producida desde 1888 y ubicada en el Alto Valle de Río Negro, Sáenz Briones 1888 es otro producto a tener en cuenta en el mercado. Un artesano sidrero es el encargado de respetar, "durante el proceso de elaboración, cada uno de los principios artesanales como la maduración de su materia prima y el punto exacto de fermentación".
Pareciera que hay un factor común en las marcas de sidra y es denominarlas con números, los de un determinado año. A las ya mencionadas más arriba, se suma Gran Sidra Cosecha Privada 1950, elaborada en el Valle de Uco por la firma Produmen (los mismos de La Farruca).
Sea como fuere, la sidra está dejando de ser el patito feo de las bebidas alcohólicas. Y mucho de eso tiene que ver con la aparición de nuevas etiquetas y la posibilidad de encontrarla en bares y restaurantes, ya sea tirada o en botellas.