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Los propietarios de una pizzería de la ciudad inglesa de Norwich, llamada Lupa Pizza, decidieron cobrarle un adicional a los clientes que quieran agregar ananás (algo que parece que es bastante común por aquellos lares). Esto no sería noticia si no fuera porque, por ello, cobran un extra de £100. Desde Fondo de Olla © proponemos castigos similares para otros comensales que cometan este tipo de desaguisados en los restaurantes.

Del 12 al 14 de julio se realizará el Festival "Veggiemanía" que reúne a 40 restaurantes que ofrecerán un menú concebido con un plato especialmente realizado para este evento, más una bebida, por $ 690.

A seis meses de su apertura, puede decirse ya que El Preferido (de Palermo) es todo un éxito. Con la llegada del verano, incorporaron nuevos platos y se amplió la capacidad del restaurante ubicándose mesas en el patio contiguo a la cocina y en las veredas de las calles Borges y Guatemala.

No hay reservas hasta bien entrado diciembre. Funciona de martes a sábados por la noche únicamente. El horario de llegada se debe cumplir a rajatabla. Su propuesta gastronómica rompe los moldes. Es Anchoíta, un restaurante hecho a su medida por el polifacético Enrique Piñeyro.

El exitoso (y de dudosa calidad) Restaurante Kansas de Palermo pierde su estacionamiento, ubicado dentro de las instalaciones del Hipódromo. Pero la noticia no termina en eso: su lugar lo ocupará el Circo Sarrasani.

Hasta ahora habíamos sido remisos a premiar a "los mejores". Al tratarse de algo tan subjetivo, nos inhibía hacer lo que los demás transitan con frecuencia. Pero estamos a fines de año y nos jugamos: vamos a destacar lo que nos pareció lo más trascendente que nos dejó la gastronomía en el 2017.

Cabaña Las Lilas es un fenómeno digno de estudio. Ha sido uno de los restaurantes pioneros en el barrio más nuevo de la ciudad y 22 años más tarde, sigue siendo el que más comensales convoca. Su esencia son las carnes argentinas derivadas de animales criados a pasto.

La exótica moda de comer pochoclos, otra infiltración que viene del norte, es una tragedia para los cinéfilos. Enormes cajas de cartón repletas de palomitas de maíz tardan una película entera y consumirse. Si el vecino de butaca te mastica al lado, seguro que tus nervios te impedirán disfrutar de la peli. Que para eso vamos al cine.

Nadie puede discutir que comer en nuestro país es muy costoso, más que en algunos lugares de alto nivel en el exterior. La presión tributaria es la causa principal de este fenómeno. ¿Pero qué pasa con la relación precio-calidad? ¿O sería mejor hablar de la referencia costo-beneficio? La polémica está abierta.

La banalización se ha apoderado de nuestra gastronomía, donde abunda lo trivial, lo frívolo, lo insustancial. Y todos somos responsables: periodistas, chefs, dueños de restaurantes y comensales, entre otros actores.

Sobreviven pese a todo. Y algunos privilegiados tienen gente esperando afuera hasta que se desocupe una mesa. El año se fue con nuevas aperturas, que siempre las hay pese a la crisis, otros cerraron (menos de lo que parecía) y se vienen novedades fuertes. Comer afuera sigue siendo una pasión de los argentinos

Tiramisú es el restaurante que más cubiertos hace en Santiago de Chile. Un éxito notable, sustentado en los mejores productos italianos y en la variedad de sus pizzas.

El "Restaurante de Sommeliers" renovó su sede mudándose a su tercera locación desde que abrió sus puertas hace ya más de un año. Y siempre en Palermo.

Hace algunos días, una nota periodística del diario Clarín daba cuenta del cierre de 400 restaurantes solo en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires en el primer semestre del año. Hay crisis, claro, pero a veces se exagera con estadísticas infladas.