La Baita, del Piamonte a Palermo

Viernes, 6 de febrero de 2015
La Baita- Thames 1603- Tel. 4832-7234. Todos los días mediodía y noche. Tarjetas, las principales.

Cocina: Italiana

Barrio: Palermo Soho

Precio: $$$$



Esta baita no está en el frío de la montaña, pero te da de comer como en los originales refugios de los Alpes, en la región del Piamonte más precisamente. Hoy las baitas se han diseminado por todo el territorio peninsular, ya sea por los Alpes como por los Apeninos, cadena montañosa que corta por la mitad a la bota, de norte a sur. De estilo rústico, en la baita se da de comer y se aloja a los huéspedes en un ambiente informal. La Baita porteña funciona desde hace varios años en la esquina de Thames y Honduras, con una propuesta que nos transporta por todas las regiones italianas.

Por ende, la carta es bien extensa e inclusive permite encontrar platos tradicionales poco frecuentes en otros ristoranti locales. Y también los clásicos de siempre en diferentes versiones regionales. Entre los antipasti, hay bresaola con rúcula, pimientos y alcaparras; carpaccio de salmón o vacuno; hongos grillados sobre fonduta de quesos y rúcula; langostinos salteados con ajo y guindilla, más cous cous saborizado; o directamente los antipasti para compartir (“La Baita” o “del Contadino”).

La pasta fresca abunda en ravioli (a la manteca y salvia; de ricota de oveja alla scarparo; de cordero con crema a la menta; de salmón ahumado). También fusilli a la calabresa; tagliatelle con brócoli o con hongos del bosque; tortelloni rellenos de carne con hierbas. Las pastas secas son por supuesto italianas: penne o spaghetti alla putanesca; bucatini perfumados con cáscaras y gajos de pomelo. Y lasañas y canelones. Los risotti van desde el tradicional “di mare”; con hongos del bosque; con habas, alcauciles y champiñones; negro, o con calabaza y mozzarella.

Las opciones de carnes incluyen conejo (a la cazadora, o envuelto en masa de hojaldre), cerdo (a la fiorentina, con reducción de vino tinto y papas rústicas, o con costra de aceitunas negras con manzanas asadas y papines); jamoncito de pollo a la diavola; saltimbocca alla romana; cotolette alla milanese con alcaparras, y el clásico ossobuco en gremolada alla milanese. La bistecca dissosata es un ojo de bife preparado en costra de ajos con espárragos y alcauciles gratinados. Además, pescados (fritto di mare, pincho de salmón con langostinos y verduras; pesca del día. Los postres, si uno tiene el coraje de seguir comiendo, dada las porciones generosas de los platos salados, son los más clásicos de la cucina italiana. Tiramisú, panna cotta, affogato, etcétera.

Los platos compartidos desde la cocina salen con un recargo del 30%, pero si se desea hacerlo directamente en la mesa, no se paga ningún extra. Y se cobra servicio de mesa. Carta de vinos extensa. Lamentablemente, como pasa hoy en todos los ristoranti de nuestro país, no hay vinos italianos por la imposibilidad de importarlos.

La Baita es rústica y cálida como los famosos albergues y comederos de montaña de los Alpes y los Apeninos.
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