El Huarique de los Cuchitos - Dirección: Malecón Grau 731, Chorrillos, Lima, Perú. IG: @elhuariquedeloscuchitos
Cuando se habla de cocina peruana fuera del Perú, el ceviche suele aparecer como la primera referencia. Pero vivir la gastronomía peruana desde adentro, rodeado de las historias de quienes marcaron su camino, hace que pensar en Don Cucho La Rosa sea inevitable.
Por eso, durante uno de nuestros viajes a Lima, la mayor recomendación fue visitar El Huarique de los Cuchitos, el más reciente proyecto que Don Cucho comparte junto a su hijo Bernardo en el malecón de Chorrillos. Fuimos con la idea de conocer el lugar; salimos entendiendo parte de la memoria culinaria del Perú.
La bienvenida fue cálida y directa, suficiente para darnos la sensación de estar entrando a una casa más que a un restaurante. Don Cucho nos presentó a su familia y compartió anécdotas de sus primeros años en la cocina, de las recetas que heredó y de cómo fue puliendo cada preparación con el tiempo.
El espacio acompaña esa historia: recortes antiguos, manuscritos familiares y detalles que recuerdan episodios importantes de Chorrillos, incluidas referencias a los años de la guerra con Chile.
No es un museo, pero sí una pequeña galería que refleja la memoria limeña y prepara el ambiente para una propuesta gastronómica con identidad propia.
Hoy, Bernardo, "Cuchito", acompaña a su padre sumando creatividad y sensibilidad propia. Su impronta se refleja en la carta de cócteles y en los platos, aportando matices contemporáneos que completan la experiencia familiar sin perder la autenticidad que distingue al lugar.
Y bueno, llegó el momento más esperado, el del tan aclamado ceviche. Probamos el mixto, que combina el pulpo y los langostinos con algún integrante de "La Gran Pesca": corvina, lenguado o mero.
Esta selección de pescados no es un gesto creativo del Huarique de los Cuchitos: es la forma en la que Don Cucho decidió fijar su receta, después de años de trabajo porque le da el balance que él considera correcto. Ese día lo sirvió él mismo y lo presentó como una preparación que respeta la base clásica sin agregarle nada que no corresponda.
Después llegó el momento del chicharrón de pescado: piezas bien cortadas y fritas en el punto exacto que manejan desde hace décadas, siguiendo la misma lógica que Don Cucho ha perfeccionado a lo largo de los años.
El lomo saltado se prepara igual que siempre: fuego alto, salto rápido, ingredientes frescos y una secuencia precisa que no se altera, respetando la tradición de su cocina sin reinterpretaciones.
Para cerrar, unos picarones con la forma, el sabor y la textura de los postres limeños de siempre. Todo responde a una misma lógica: cocinar como se lo ha hecho toda la vida.
El Huarique de los Cuchitos es una casa amplia con vista al Pacífico y un ambiente familiar. Es un lugar que sostiene una manera de cocinar que ha marcado a varias generaciones, y que sigue vigente sin necesidad de adaptarse a modas.
Entre producto fresco, memoria familiar y un método que no se negocia, la visita permite entender por qué ciertos nombres se vuelven parte de la identidad gastronómica del Perú.
Es una parada que ayuda a cualquier visitante a comprender, desde la mesa, una parte esencial de la cocina peruana.
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