Dicen que de toda crisis nace una nueva oportunidad. Y la pandemia, vale decirlo, ha significado un duro golpe para todos y especialmente en la gastronomía, que debió cerrar sus puertas durante mucho tiempo, demasiado. Para "sobrevivir" como empresario del rubro, el chef Marcos Aldazabal creó "Emplatame", un servicio de delivery muy original, con platos de cocción sous vide, Y, cuando el Covid nos dio respiro, decidió volver a la idea original y surgió "Palta", un concepto gastronómico pensado para clientes que suelen realizar encuentros de trabajo, comidas de grupos de amigos y salidas familiares.
Palta - Arcos 2059, Belgrano. Teléfono: 011 7365 4659. Horarios: todos los días de 07:00 AM a 22:30 PM. Precio: $$$. IG: @somospalta. Web: www.somospalta.com
En poco tiempo y post pandemia, Palta ya cuenta con varios locales en la Zona Norte de la provincia de Buenos Aires: Nordelta (Euskal Herria Plaza y Remeros Plaza); Tortugas Open Mall; Arena Golf; The Business Place Pilar y Temaikén. Además, ya tienen su primera franquicia (Arcos, en Belgrano).
Por otra parte, están en obra próximas franquicias en Palermo y San Isidro, y algunas más en otras localidades.
Nuestra visita coincidió con un día lluvioso, lo cual hizo que desistiéramos de visitar uno de los dos locales ubicados en la zona de Nordelta, para optar por la primera franquicia de la cadena, que está ubicada en la Calle Arcos, en el corazón de Belgrano.
El local es luminoso, angosto y largo, y termina en un patio de forma irregular que seguramente tentará mucho más en la próxima primavera que estas jornadas en que el invierno no da tregua. No hay lujos ni hace falta, porque las sillas son cómodas, las mesas amplias y la ambientación, moderna, está a tono con la propuesta gastronómica del lugar. La música acompaña gratamente, sin impedir el diálogo como suele ocurrir.
La carta de Palta se agrupa en opciones de sándwiches; ensaladas y tartas; menús del día (a precio muy accesible); cocina gourmet (carnes, aves, pescados, pastas, platos vegetarianos, guarniciones y postres).
Hay también un "Brunch Palta", que incluye dos cafés, huevos revueltos, tostadas con queso crema y mermelada, pan árabe de jamón y queso, scon dulce, alfajorcito o medialuna, yogur con frutas, crumble a elección y jugo de naranjas o limonada. Durante los horarios que están fuera de almuerzos y cenas, hay opciones de tortas, cosas dulces y cafetería.
Los locales también cuentan con barra, para disfrutar de aperitivos y tragos, además de una selección de vinos y espumantes de la Bodega Catena Zapata. Hay agua mineral en botella, como debe ser y cada vez es menos (la filtrada).
Esta vez probamos la salad sushi, que lleva arroz pilaf, queso philadelphia, tomates cherry, guacamole, salmón ahumado y salsa teriyaki.
Y, como complemento de entradas, también se optó por la picada de pollo crocante (frito), con "muzzarelitas" empanadas, dip de Dijon, salsa BBQ y papas fritas.
Para el día fresco e inestable, lo que siguió fue el guiso de lentejas que resultó muy apto para incorporar calorías al cuerpo. Fue una buena elección.
Como se dijo, la carta cuenta con sándwiches, tartas (muy variadas) y ensaladas, pero la mayor diversidad está en los platos de cocina, con opciones como pollo strogonoff o a la florentina; salmón al limón o con hierbas; canelones de espinaca; chop suey de vegetales; lasaña; goulash y ribbs BBQ.
La parte dulce, que está disponible todo el día, cuenta con muy buena patisserie tanto en cantidad como calidad, algunos postres clásicos y helados de Munchi's.
Palta es un lugar ideal para el encuentro familiar, para almuerzos de trabajo que no duren horas y horas, y reuniones entre amigos. La cocina es sencilla y sabrosa y los precios amables, en tanto que la atención resultó muy eficiente y cordial.
Para ver el menú completo y obtener más información, ingresar en la web: www.somosplata.com o bien el IG @somospalta.
"Capricho, deseo vehemente, ilusión". Así define la Real Academia Española a la palabra "berretín". Y esas tres cosas son las que llevaron a un holandés a abrir un restaurante a su propio gusto y piacere. Para ello se afincó hace un tiempo entre nosotros porque, como nos dijo, "Buenos Aires es como estar en Europa, pero lejos de todo". Se llama Nicolás Houweling y, junto a su hermana Bente (que estará a cargo del café de la planta baja de próxima apertura), abrió "Presencia", un restaurante en el que quiere también omitir todo lo que le parece inapropiado cuando uno sale a comer afuera. Para ello, convocó al chef Rodrigo Da Costa, de último paso por "Le Réve". Nuestra visita coincidió con el fin de la marcha blanca y comienzo del servicio al público. Impecable todo.
La chef ejecutiva de Casa Cavia, Julieta Caruso, renovó el menú de mediodía con una propuesta que permite pedir a la carta o bien elegir entre menús de pasos. A ello, se suma la coctelería creativa de la bartender Flavia Arroyo y una selección notable de vinos a cargo de Delvis Huck. La dirección general es de Guadalupe García Mosqueda.
Un bistró que le hace honor a la cocina más refinada del planeta. Le Rêve ("el sueño", en francés), nos transporta a la magia parisina en una esquina de Buenos Aires. La propuesta del joven chef Ramiro Hernández exhibe un técnica perfecta, elegancia y personalidad. La coctelería del "Tiger" es otro fuerte del lugar. Y su ambiente, nos agasaja con música sin estridencias, como debe ser en un restaurante, a lo que se suma un servicio impecable comandado por Darío Núñez. Lujos que nos podemos dar en una ciudad que, en materia de gastronomía, lo tiene todo.