Hierro es un ambicioso proyecto que conjuga tres elementos distintivos de nuestra gastronomía: carne, hierro y fuego. Bajo estos pilares, en 2019 unos amigos de Bariloche, vinculados al turismo, lanzaron esta propuesta en el Mercado de San Telmo. De ese primer local se extendieron a Nordelta y Palermo (el local que fuera de Miranda, que visitamos recientemente). Y el año pasado, cruzaron el Atlántico para instalarse en Málaga, España.
Hierro - Dirección: Costa Rica 5602 esquina Fitz Roy, Palermo Hollywood. Teléfono: 011 2875 6355. Horarios: todos los días de 12:00 a 00:00. Precio: $$$. IG: @hierropalermo
De San Telmo a Nordelta y de allí a Palermo. Y desde el año pasado también en España. La fórmula es simple y efectiva: carne, hierro y fuego. La carne argentina puesta en valor más originalidad, y con una muy buena relación precio calidad.
El local palermitano de Hierro se destaca en la esquina que antes ocupaba Miranda. Se emplaza en un espacio de 400 m2 distribuidos en una planta con techos altos y un entrepiso, además de dos pérgolas climatizadas en la vereda.
Al fondo, una gran "H" de hierro enmarca una barra que está ubicada frente a los fuegos, desde donde se puede observar el trabajo de la parrilla y la cocina. Su ambientación mantiene la misma esencia que la sede de Nordelta: el hierro -estandarte de la marca- está presente en lámparas, barras, banquetas, sillones, sillas y mesas.
Los cortes de carne corresponden a animales Black Angus seleccionados y que son sometidas a un proceso de maduración al vacío durante 30 días. La cámara de refrigeración está ubicada dentro del mismo restaurante. La cocción a la parrilla se hace con carbón y quebracho colorado.
Una buena manera de empezar la comida son las empanadas fritas de ternera cortada a cuchillo, que se acompañan con tomates asados a la parrilla y verdeo. Hay también una opción vegetariana de hongos, coliflor, mozzarella y pesto de albahaca.
Se pidieron también las mollejas de corazón a la parra, con puré de coliflor y ajos asados, más salmoriglio Hierro. Una manera original de presentar la tradicional achura argentina.
Hay dos opciones de provoleta: la crocante, bien clásica, y la otra que lleva el nombre del restaurante, con durazno grillado, miel especiada y polvo de aceitunas negras.
La morcilla vasca sale con nuez, verdeo y uvas pasas; los chinchulines vacunos van con crema cítrica de limón más limón quemado; chorizo de puro cerdo o una versión de cordero, acompañado de porotos en escabeche, ajíes en vinagre, crema balsámica y alioli.
Completan las entradas la coliflor asada con hummus de zanahoria, y las gambas pil pil con láminas de ajo confitado, pimentón de la Vera y limón quemado.
Va de suyo que, entre los principales, las carnes son protagonistas. Por recomendación del jefe de salón, compartimos un imponente ojo de bife con hueso de 750 gramos. Las guarniciones fueron un milhojas de papas, la palta a la parrilla y la coliflor que mencionamos en el rubro de las entradas.
Otros cortes vacunos disponibles son el ojo de bife y el bife de chorizo, ambos de 350 gramos; el lomo de 300 gramos; vacío del fino, entraña y asado banderita y ya en valores más altos, tanto el ojo de bife como el vacío de Wagyu.
También están el gigot de cordero braseado con cremoso de papa, pesto de albahaca y menta; las ribs de cerdo con barbacoa, y la trucha patagónica con manteca de hierbas.
Por el lado de las pastas, hay agnolotti rellenos de peras asadas y queso azul, y tallarines con tomate a la cacerola, albahaca frita y queso laminado.
El queso y dulce Hierro quizá sea el postre más llamativo, sobre todo por su presentación. Salió con dulce de batata. Y además flan casero de vainilla; triple dulce de leche que combina volcán de dulce de leche, semifredo de dulce de leche y vauquita casera; o texturas de chocolate, entre otros.
La propuesta de bebidas va desde una extensa carta de etiquetas a precios razonables, de la que se eligió el Cuchillo de Palo Cabernet Franc, pasando a la coctelería clásica y de autor.
Además, ofrecen un menú de mediodía, de lunes a viernes, y una opción especial para los más chicos.
Por otra parte, resultó muy buena la atención de nuestras camareras. Un dato curioso, que no hemos visto en otros lugares, es que al llegar te dicen el wifi y te indican dónde quedan los baños.
Hierronos pareció una propuesta original dentro de los restaurantes de carnes, con el plus siempre valorado de su muy buena relación precio calidad.
Por razón precio calidad, Cruz Omakase se destaca como un verdadero "best-buy". Sin sofisticaciones innecesarias, su propuesta permite disfrutar de una docena de pasos que van in crescendo, al tiempo que también podés optar por opciones de handrolls y una selección de etiquetas de la vinoteca vecina del mismo nombre, así como la reciente incorporación de whiskies japoneses.
"Capricho, deseo vehemente, ilusión". Así define la Real Academia Española a la palabra "berretín". Y esas tres cosas son las que llevaron a un holandés a abrir un restaurante a su propio gusto y piacere. Para ello se afincó hace un tiempo entre nosotros porque, como nos dijo, "Buenos Aires es como estar en Europa, pero lejos de todo". Se llama Nicolás Houweling y, junto a su hermana Bente (que estará a cargo del café de la planta baja de próxima apertura), abrió "Presencia", un restaurante en el que quiere también omitir todo lo que le parece inapropiado cuando uno sale a comer afuera. Para ello, convocó al chef Rodrigo Da Costa, de último paso por "Le Réve". Nuestra visita coincidió con el fin de la marcha blanca y comienzo del servicio al público. Impecable todo.
La chef ejecutiva de Casa Cavia, Julieta Caruso, renovó el menú de mediodía con una propuesta que permite pedir a la carta o bien elegir entre menús de pasos. A ello, se suma la coctelería creativa de la bartender Flavia Arroyo y una selección notable de vinos a cargo de Delvis Huck. La dirección general es de Guadalupe García Mosqueda.