Es sabido que, a causa de la pandemia, los hoteles están viviendo su peor pesadilla de toda la historia. Por estos días se están reabriendo las puertas, y un caso extraño es el del Restaurante Gioia, del Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires. En efecto, han convertido la gioia (alegría) en tristezza (no hace falta traducción). Por esa cocina pasaron grandes profesionales, pero hoy la han convertido en un jardín.
¿A qué mente afiebrada se le habrá ocurrido la idea? ¿A qué autoridad le pareció bien que transformaran un restaurante de cocina italiana moderna en un jardín botánico?
¿Quién te ha visto y quién te ve Gioia Ristorante & Terrazas? Te han llenado la terraza de macetas y la cocina la pintaron de verde.
No tenemos nada en particular contra el vegetarianismo o el plant-based, una elegante manera de escapar de la palabra veganismo o vegano que, a causa de la intolerancia y fanatismo de sus seguidores, ha pasado a ser pianta comensales.
Ahora bien, resulta bastante extraño que un hotel se asocie a una expresión limitada de cocina que no responde al universo argentino de potenciales clientes (66% de carnívoros, 29% de flexitarianos, 3% de vegetarianos y 2% de veganos, según datos del IPCVA).
¿No será mucho lo que está pasando? Habría que analizar si no se está superpoblando el mercado de restaurantes verdes, para tan poca cantidad de público? Salvo que los salvemos los omnívoros, que no tenemos problemas de comer solo verduritas de vez en cuando
Pero al margen de esta consideración, no parece atinado convertir un buen ristorante italiano en un jardín botánico. Porque así pasó con Gioia, que ya no es más Ristorante & Terrazas, sino Cocina Botánica.
No estamos adivinando nada, mucho menos decimos que van a fracasar, porque la gastronomía es y será un misterio por la respuesta muchas veces inesperada de la clientela.
Solo que para las dos terceras partes de carnívoros fanáticos y de un 29% de comedores regulares de proteínas animales, resulta un disparate este cambio que nadie comprende.
Les deseamos éxitos a los del Hyatt, porque no queremos que a nadie le vaya mal. Pero si alguna vez se despacharon con esa pavada de la "cocina argentina sofisticada", no debe sorprendernos que ahora hayan inventado esto de la "cocina botánica".
Para eso hubieran abierto un restaurante en el Jardín Botánico de Palermo. Un chaleco de fuerza por ahí. ¿Pondrán música de Giuseppe Verdi para estar a tono?
Tapas de inspiración española, vermouth de la casa y promos 2x1en tragos que varían cada día. Están disponibles en Bilbao, de lunes a viernes, de 17:00 a 20:00.
Entre viñedos y montañas, Bodega Amalaya participa de "Código Re Salta", la iniciativa del Ministerio de Turismo de la provincia, creado para poner en valor las experiencias del destino. El wine bar de la bodega, propone disfrutar el verano cafayateño a través de vinos de altura, cocina regional y un entorno natural que define el carácter del norte argentino.
Hasta hace unos pocos años, nadie sabía con certeza qué es un pop-up. Si bien es un término que se utiliza a menudo en el área de la informática, en gastronomía sería algo así como una "cocina temporal". En castellano, cocinar a cuatro manos (o pueden ser más), o bien "cocina intervenida", que suena verdaderamente feo. Desvirtuando el sentido inicial de "pop-up", que tenía que ver con una especie de puertas cerradas ocasional, para ahorrar costos, este año varios destacados profesionales hicieron de visitantes en restaurantes de nuestro medio.