En Patio #378, el restaurante del Novotel Buenos Aires, las tardes se visten de rosa. En efecto, el chef Mauro Campos nos propone trasladarnos simbólicamente a París, a través de la merienda merienda especial La Vie en Rose.
El servicio es para dos personas y se ofrece de jueves a domingos, con reserva previa. El valor establecido es de $ 3.200 (no se sirve en forma individual). Reservas: H6503-fb@accor.com / 4370-9520/9512.
"La Vie en Rose"
2 infusiones (té o café)
2 jugos de naranja
2 copas de espumante
Pavlova, untuoso de lima y frutas de estación
Mousse de chocolate amargo, centro de naranja y Cointreau
Lingote de coco, frambuesa y mascarpone
Profiterol
Tartaleta de manzana
Alfajor de maní y ganache de chocolate amargo
Alfajor de dulce de leche
Madeleine de frutos rojos, glacé y pistachos
Scon de limón con mermelada casera, dulce de leche y queso crema
Mini quiche
Scon de eneldo con salmón ahumado y alcaparras
Zepelín saborizado con vegetales y criolla
Bruschetta con jamón crudo, pasta de tomates secos y rúcula
Además, se cuenta con su opción tradicional, la "Merienda Patio", que se encuentra disponible todos los días en la carta. La tarifa por persona es de $ 1.090 y no necesita reserva previa.
Cabe destacar que el hotel cumple en detalle con todos los protocolos sanitarios correspondientes al contexto actual y, como parte del Grupo Accor, cuentan con ALL Safe, un sello con más de 150 protocolos certificados por Bureau Veritas para brindar total bioseguridad a sus consumidores, huéspedes y colaboradores.
El 17 de noviembre, en el marco del Día de la Baklava, Restaurant Armenia comparte una receta tradicional y una historia que trasciende fronteras. Crujiente, perfumada y bañada en almíbar, la baklava es mucho más que un postre: es un símbolo de hospitalidad, memoria y encuentro.
En una esquina de Palermo, una casa de barrio conserva algo más que historia: guarda el espíritu de Reliquia, el restaurante creado por el chef Branko Vaccaro y la sommelier Julia Bottaro. Desde su apertura, el proyecto se propuso algo inusual: que la cocina no grite, sino que dialogue, y que el servicio conserve la calidez de lo familiar.