Hay que apurarse a reservar porque son apenas 12 cubiertos. El Club de Cocina de Fernando Mayoral reabre sus puertas con capacidad reducida y un menú de platitos, este viernes por la noche.
Cada preparación, cada plato, cada receta de Fernando Mayoral lleva la impronta del chef formado nada menos que en las huestes de Michel Bras, en Francia, que últimamente abreva en las culinarias asiáticas y sobre todo los fermentos. Y maridados con vinos Saint Felicien.
El Club de Cocina permaneció activo pero sin clientes presenciales, lo que sin dudas se extrañaba mucho. Este viernes es la gran oportunidad de reencontrarse con los platos (en este caso en tamaño miniatura y en cantidad numerosa), de uno de los chefs más talentosos (y de altísimo bajo perfil) que encontramos en Buenos Aires.
La cena será solo para una docena de comensales. El Club de Cocina reabre con su capacidad reducida y respetando todos los protocolos sanitarios.
El menú consta de varias preparaciones y los vinos Saint Felicien de la Bodega Catena Zapata.
Para comenzar hay croquetas cacio e pepe; pesca curada con moromi de shoyu, cebolla frita y vinagre de quinotos; paté del Club y brioches tostadas, y hummus del Club con espárragos.
Se continúa con milanesa de cerdo gratinada, con kimchi; y ojo de bife a la parrilla.
Y para terminar con lo dulce, bizcocho coulant de chocolate (con el sello de Michel Bras); helado de lacto arándanos, y ensaladas de frutillas y crema cultivada.
La cena comienza a partir de las 20:30. Se reserva con una seña del 50% por mail (info@clubdecocina.net) o por WhatsApp al: 11 2237 8923.
Entre viñedos y montañas, Bodega Amalaya participa de "Código Re Salta", la iniciativa del Ministerio de Turismo de la provincia, creado para poner en valor las experiencias del destino. El wine bar de la bodega, propone disfrutar el verano cafayateño a través de vinos de altura, cocina regional y un entorno natural que define el carácter del norte argentino.
Hasta hace unos pocos años, nadie sabía con certeza qué es un pop-up. Si bien es un término que se utiliza a menudo en el área de la informática, en gastronomía sería algo así como una "cocina temporal". En castellano, cocinar a cuatro manos (o pueden ser más), o bien "cocina intervenida", que suena verdaderamente feo. Desvirtuando el sentido inicial de "pop-up", que tenía que ver con una especie de puertas cerradas ocasional, para ahorrar costos, este año varios destacados profesionales hicieron de visitantes en restaurantes de nuestro medio.
El Restaurante Patio #378, del NOVOTEL Buenos Aires, ubicado a metros del Obelisco, continúa ofreciendo su tradicional merienda "La Vie en Rose", ahora con Valle de la Puerta Extra Brut Rosé.