Leonardo Fumarola, chef propietario de L'adesso Ristorante, celebra la Semana de la Cocina de la Emilia Romagna con un menú especial en homenaje a esta región de Italia.
Federico Fellini (director de "La Dolce Vita" y "Amarcord" nacido en Rimini); Luciano Pavarotti, Valentino Rossi y máquinas como la Ferrari y la Ducati, son símbolos de esta región del norte italiano.
Y ni hablar de sus productos: prosciutto di Parma, Parmigiano Reggiano, Grana Padano, culatello, mortadella, aceto balsámico de Módena, cotecchino (codeguín) y tantos otros.
Leo propone una degustación de entradas, que consiste en gnocco fritto (masa frita) con mortadella Emiliana; erbazzone (torta rústica rellena de espinacas, acelga y parmesano): piadina romagnola allo squacquerone (pan fino con queso fresco, rúcula y aceto balsámico); cotecchino con purè di patate e lenticchie (codeguín de cerdo y especias con puré de papas y lentejas, que por lo general se sirven durante las fiestas navideñas).
Plato principal a elección: tortellini in brodo (pasta rellena en caldo de carne), o lasagna Emiliana.
Dulce: zuppa inglese (postre con crema pastelera y frutas).
Precio por persona $ 1.480 e incluye cubierto, agua y una botella de vino cada dos personas (Bodega Salentein).
L'adesso, Menú Semana de la cocina Dell'Emilia Romagna de 20 al 25 de agosto. Dirección: Fray Justo Santamaría de Oro 2047, Palermo. Teléfono: 2077-7748. Días y horarios de apertura: de martes a viernes de 20 al cierre, y domingos de 12 a 15. Medios de pago: efectivo, Visa, American Express, Mastercard.
El 17 de noviembre, en el marco del Día de la Baklava, Restaurant Armenia comparte una receta tradicional y una historia que trasciende fronteras. Crujiente, perfumada y bañada en almíbar, la baklava es mucho más que un postre: es un símbolo de hospitalidad, memoria y encuentro.
En una esquina de Palermo, una casa de barrio conserva algo más que historia: guarda el espíritu de Reliquia, el restaurante creado por el chef Branko Vaccaro y la sommelier Julia Bottaro. Desde su apertura, el proyecto se propuso algo inusual: que la cocina no grite, sino que dialogue, y que el servicio conserve la calidez de lo familiar.
