Sagardi, vinos de finca propia

Muchas veces se escucha el "autobombo" de algunos restaurantes que tienen vinos con su marca, destinados a ser "de la casa" o no, pero que son elaborados por bodegas.

No es tan difícil ni hay que ser mago para lograr que te hagan un vino a medida y luego lo vendas como recomendado por la casa. Por lo general, esa adjetivación suena a barato y a calidad dudosa. Sin embargo, si el restaurante tiene cierto nivel, se cuidan un poco más las apariencias. El "vino de la casa" debería ser siempre uno de los mejores de la carta pero esto suele ser al revés por una perversa costumbre local.

Nos pusimos a pensar si había algún caso en que el restaurante y el vino sean del mismo dueño. Exceptuamos claro está, a los restaurantes de bodegas, por razones obvias. Hablamos de lugares que no pertenezcan a bodegueros ni sean propiedad de establecimientos vitivinícolas.

La mirada se posó inmediatamente en Sagardi Cocineros Vascos. Que tiene sus propios vinos, elaborados con uvas de una finca propia en Mendoza, y que cuentan con el aval de un enólogo, Emili Esteve, que trabaja para el grupo y recurrentemente viaja al país para seguir de cerca todo el proceso.

Al respecto, Juani Fuoco (director de Sagardi Buenos Aires), señala: "hicimos nuestros dos vinos pensando en las tapas y el txuletón", los emblemas de la casa.

Hace diez años, cuando Iñaki López de Viñaspre (fundador de Grupo Sagardi) vino a la Argentina, estaba convencido del potencial del Valle de Uco. Por eso compró una finca y comenzó a elaborar sus vinos. De ahí salen el U.C.O. (Unión de Cosechadores Orgánicos) Acero, un Malbec sin madera pero con mucha fruta intensa, que se bebe fresco, acompañando las tapas, y el U.C.O. Pago Lobo, otro Malbec (Reserva) con al menos 12 meses en toneles de 500 litros, que está pensado para ser el compañero ideal del txuletón".

Pero hay algo más: el valor de los vinos de Sagardi permite que la cuenta no se abulte más de lo razonable, ya que al ser de elaboración propia se omiten pasos en la comercialización que terminan por encarecer el precio final.

Por ejemplo, el U.C.O. Acero está a $ 380 en la carta (precios de mayo de 2018) con precio aún menor para la compra si se lo adquiere para llevar tanto por botella como por caja. Es 100% Malbec y según la notas de cata del enólogo presenta un color rojo violáceo muy intenso, con reflejos morados. "Posee un aroma potente, franco, complejo, muy afrutado con notas de violeta, y al paladar es denso y goloso, estructurado con una larga persistencia aromática". Y "al primer sorbo dominan las moras y ciruelas confitadas, con recuerdos de vainilla, té y tabaco".

Por su parte, el U.C.O. Pago Lobo es un vino de crianza 100% Malbec, envejecido durante 12 meses en barricas nuevas de roble francés (80%) y americano (20%). "De color rojo violáceo intenso con tonalidades moradas, en nariz es potente y complejo con aromas de cedro y sotobosque, hojas de pino y tabaco, vainilla y regaliz negro, fruta confitada y breves notas de canela y pimienta negra", dice el enólogo.

Más allá de que la casa posee una extensa carta de vinos que se amolda a cualquier paladar y bolsillo, los vinos propios de Sagardi tienen el plus de la relación costo - beneficio. Y ahí se torna imbatible.