Dos puntas tiene el camino

Una historia de familia, ésa es la premisa que destacaron Aurelio Montes y Aurelio (hijo), reconocidos bodegueros chilenos que poseen Viña Montes en su país, y desde hace 15 años Kaikén, de este lado de la cordillera.

Como dice la cueca cuyana, "dos puntas tiene el camino" y no es el caso precisamente de "la chicha y el vino", sino solo de este último. Que tienen sus diferencias obviamente y en ello residió lo más valioso de la experiencia vivida en el Four Seasons Hotel Buenos Aires, donde los Montes presentaron sus vinos locales y los que chilenos que, de ahora en más, estarán presentes en el mercado local. 

A diferencia de lo que hicieron sus colegas en materia de exportación, Montes apuntó a los productos premium. Montes Alpha Cabernet Sauvignon fue la primera etiqueta exportada por Chile que abrió la senda para que otras bodegas del nuevo mundo se volcaran a la producción de alta gama.

Viña Montes fue pionera en apostar por el Valle de Apalta, en plantar viñedos en laderas de montaña y fue también la primera en plantar Syrah en Colchagua.

En 2002, época difícil como bien sabemos y también lo destacó Aurelio Montes en su exposición, iniciaron el emprendimiento de la Bodega Kaiken en Vistalba, además de contar con viñedos en Agrelo y Vista Flores.

La novedad es que ahora han creado una distribuidora propia, que comercializa los vinos de ambas bodegas y otras bebidas alcohólicas, no alcohólicas y aguas. De este modo, varias etiquetas ícono como Taita, Montes Alpha M, Montes Folly y Purple Angel; la línea Montes Outer Limits; las líneas Montes Alpha y Montes Classic Series, están disponibles para los consumidores argentinos.

Asimismo, Kaiken presenta una nueva propuesta estética, que incluye un rediseño total de las etiquetas de las líneas Reserva, Terroir Series y Ultra.

La historia de Viña Montes parece un sueño y fue así como comenzó. Eso fue lo que transmitieron los Montes, padre e hijo, quienes le dieron protagonismo a ese hecho más que a lo vinos en sí mismos. Está claro que éstos son consecuencia de lo otro.

La historia se inicia en 1987 cuando dos visionarios, Aurelio Montes y Douglas Murray, hicieron realidad sus sueños de elaborar vinos de calidad muy superior a la que se estaba produciendo en Chile en aquella época. Sumaron en 1988 a los otros dos socios originales, Alfredo Vidaurre y Pedro Grand, para dar lugar a Discover Wine, que años más tarde se llamaría Viña Montes.

Al Montes Alpha Cabernet Sauvignon, le siguieron el Chardonnay, Merlot y Syrah. El resultado llegó más rápido de lo esperado: el primer ultra-premium chileno, Montes Alpha "M" 1996 (un Burdeos clásico), seguido por otro que se ha convertido en un vino de culto, Montes Folly 2000 (Syrah 100%, de muy baja producción hecho de vas provenientes de increíbles pendientes en Apalta) y, por último, el primer Carmenère premium chileno lanzado en mayo de 2005, Purple Angel (Carmenère 92%).

Viña Montes cuenta con fincas en Apalta, Marchigue, Zapallar, Leyda y Valle de Casa Blanca. En las fincas de Apalta, Valle de Colchagua, se encuentra Fuegos de Apalta, el nuevo restaurante de la bodega.

Respecto a Kaiken, en el año 2000 Aurelio Montes Sr. visitó Mendoza y fue seducido, según dijo, "por su gente, su cultura, el terroir, la vitivinicultura y por la oportunidad de aprender y aportar su experiencia avizorando el gran potencial de la zona y de los vinos argentinos en el mundo".

Luego de sucesivos viajes exploratorios, en el año 2001 nace Kaiken. Tal como los caiquenes (gansos silvestres) que vuelan sobre la Patagonia, yendo y viniendo desde y hacia la Argentina desde Chile, Montes decidió cruzar la cordillera de los Andes con un firme propósito: "elaborar grandes vinos combinando las excepcionales condiciones de la zona de Mendoza con el trabajo y talento de profesionales tanto argentinos como chilenos".

En 2011, su hijo Aurelio Montes Jr se traslada con su familia a Mendoza para liderar el proyecto de la Bodega Kaiken. En el año 2014 se incorpora como enólogo Rogelio Rabino.

La bodega está ubicada en la localidad de Vistalba y cuenta con tecnología de avanzada en la elaboración de vinos y espumantes. Todos sus productos son elaborados con uvas de fincas localizadas en las mejores zonas vitivinícolas de Mendoza y Salta, tales como Vistalba (viñedos de más de 100 años), Agrelo, Vista Flores y en Cafayate. Las marcas de Bodega Kaiken son Kaiken Mai, Obertura, Kaiken Ultra, Kaiken Terroir Series, Kaiken Reserva y el espumante Kaiken Brut.

Los vinos presentados en la degustación fueron los siguientes:

Montes Alpha Chardonnay 2015, muy expresivo de la tipicidad y con denominación de origen Aconcagua Costa.

Kaiken Ultra Chardonnay 2015, de Gualtallary, Mendoza. La idea fue buscar altura y por ello apostaron a este terroir, cuyos viñedos están a 1.400 metros snm.

Montes Alpha Cabernet Sauvignon 2014, un clásico de la bodega tanto como que fue punta de lanza de su expansión en los mercados externos. Es habitual que lleve un 15% de Merlot. Pertenece al valle de Colchagua.

Kaiken Ultra Cabernet Sauvignon 2015, de Vistalba, Luján de Cuyo. Como bien lo definió Montes Jr. "es muy diferente al Cabernet chileno".

Montes Alpha Malbec 2014, del valle de Colchagua. Esta añada contiene n 10% de Cabernet.

Kaiken Ultra Malbec 2014. En la comparación se notaron las grandes diferencias entre el vino chileno y este exponente de uvas cosechadas en Altamira, Gualtallary y Vista Flores.

Montes Outer Limits 2015, un blend de Carignan (50%), Grenache (30%) y Mourvédre (20%). También del valle de Colchagua.

Kaiken Obertura 2015, del Valle de Uco. Un varietal 100% de Cabernet Franc. Montes Jr explica que siempre había considerado a esta cepa como una "mezcladora", pero al llegar a Mendoza tuvo un "flechazo". Con este vino llegó a sorprender a su padre, que al principio se mostró algo reticente a jugarse con un varietal del cepaje.

Purple Angel Carmenère 2014 se elabora con uvas procedentes de Marchigüe, valle de Colchagua. Tiene un 8% de Petit Verdot. Es un Carmenère de dos terruños, que cuenta con 18 meses en barrica. Montes Sr recordó que esta variedad se descubrió en Chile en 1994. Y agregó que la presencia del Petit Verdot ("que es como un jugador de rugby que empuja" favorece la complejidad de aromas de este vino, considerado ícono de la bodega, junto con el Syrah y el Cabernet, además del Taita.

Kaiken Mai Malbec 2013, es el vino ícono de la bodega mendocina. Proviene de uvas cosechadas en una finca con más de 120 años, ubicada en Vistalba.

Taita Cabernet Sauvignon 2009, también del valle de Colchagua, es el vino más destacado de la bodega, que transmite "herencia y cariño". Taita significa "padre" y la presencia del color cobre en la etiqueta, responde a un símbolo de Chile.

Todos estos vinos son apenas una parte de la historia de familia. Que nació al otro lado de la cordillera y se extendió allende los Andes hasta la tierra mendocina (y a la salteña por añadidura). Dos puntas tiene el camino y en las dos hay vino del bueno.