A pocos minutos en lancha de la Estación Fluvial de Tigre y más aún de las guarderías de San Fernando, está Río Bar & Bistró, sobre un elevado deck que habilita una privilegiada vista del Arroyo Pajarito.
Río Bar & Bistró- Arroyo Pajarito casi Canal Vinculación, Islas de Tigre- Teléfono 11 5154 5941. Abierto de miércoles a domingos de 12 a 24. Pago en efectivo.
Tipo de Cocina: Variada
Lugar: Arroyo Pajarito, partido de Tigre
Precio: $$$
Ya es sabido que la logística para montar un restaurante en las islas del Delta es bastante complicada. Y los fletes encarecen los costos. Además, está el factor climático, que suele jugarles una mala pasada a los audaces que deciden abrir negocios de este tipo en zona tan aislada.
La contrapartida es la belleza bucólica de las islas (que al fin y al cabo también es campo aunque rodeado de agua), en este caso la Primera Sección, que pertenece a Tigre, aun cuando de la otra margen del Luján está la parte continental de San Fernando.
Río Bar & Bistró es una especie de rara avis, por cuanto lleva nada menos que siete años de vida, y mantiene una clientela fiel que visita regularmente el restaurante.
Muy fácil es llegar desde la Estación Fluvial de Tigre y las guarderías sobre el río Luján. Tomando este curso de agua río abajo (hacia Buenos Aires), pasando el Club San Fernando se toma el Canal Vinculación y algunos cientos de metros más adelante se dobla en el Arroyo Pajarito. Allí mismo se observan tres lugares de comida; el del medio es Río, con su elevado deck de madera que tanto llama la atención desde el agua.
Verónica, la propietaria del lugar, suele recorrer las mesas y contar historias de estas islas tan cercanas a la gran ciudad que constituyen un privilegio que muchos porteños aún no descubrieron.
La comida es rica, difícil de encasillar en un tipo de cocina, por cuanto hay platos mediterráneos, latinoamericanos y también ciertos toques orientales, como el uso de leche de coco en algunas preparaciones. También un plato porteño como el lomo con papas bastón y salsa criolla.
En esta visita, se compartió la entrada consistente en wontons rellenos de champiñones y queso azul. Las rabas destinadas a otra mesa parecían muy bien preparadas. La carta tienta además con los langostinos en panko con salsa de maracuyá; nachos con queso Cheddar; gambas al ajillo, y tiradito de salmón.
La elección de los principales recayó en los penne rigate con langostinos salteados a la crema; solomillo de cerdo en leche de coco, con puré de batata y chips de ajo, y una gigantesca hamburguesa completa.
Otras opciones son el cebiche mixto; pechuga de pollo en crocante de coco, y panzotti de calabaza. Además, hay ensaladas para aquellos que prefieren comer liviano y fresco, sobre todo al mediodía.
Los postres son clásicos. Queso y dulce; mousse de chocolate; panqueques de dulce de leche; crocante de manzana con helado.
La carta de vinos incluye cuatro bodegas líderes del mercado. Hay que tener en cuenta que la logística es complicada y ello conlleva dificultades en el suministro. Una opción adicional sería cobrar descorche, ya que la mayor parte de los clientes llegan en su propia embarcación.
Lo dicho, Río Bar & Bistró ofrece una cocina heterogénea, pero los platos son ricos y abundantes. La atención resultó muy cordial. Y los precios son lógicos, pero hay que recordar que hay que pagar en efectivo.
Más allá de algunos detalles, Río es una muy buena opción para comer en medio de la navegación.
Luciano "Lucho " García no solo puso su apellido para darle identidad a este restaurante ubicado a las puertas de Nordelta, sino que también se lo cargó en los hombros para convertirlo en un éxito. Todo ello en base a su cocina noble, rica, generosa. Un lugar para sentirse cómodo y disfrutar a pleno.
Exuberancia, sabor, simpleza. Bastan tres palabras para definir a la cocina peruana en general y a la de Barra Chalaca, en particular. Pasamos el domingo por el local de Belgrano (el otro está en Palermo y se vienen algunos más). A pocas cuadras de las aglomeraciones de fin de semana en el Barrio Chino, ésta es una opción para comer rico, barato y tranquilo.
Todo nació de una charla del chef Ítalo Germán Ruberto con el gerente del Hotel Esplendor Buenos Aires Tango, ubicado en Rivadavia 847 entre Suipacha y Carlos Pellegrini. La idea fue incorporar platos icónicos de la gastronomía hotelera de la ciudad, que parecían olvidados. ¿El resultado?: recuerdos, nostalgia, una cocina para que no te olvides y de relación precio calidad excepcional.