Comer en la vinoteca

Taninos bien redonditos

Miércoles, 22 de junio de 2016

¿Un restaurante dentro de una vinoteca? Algunos antecedentes existen, pero Taninos, en Maschwitz, hace la diferencia por la calidad inusual de la propuesta gastronómica, a cargo de la chef Micaela Conesa.

Taninos- Colectora Este 445 Ruta Panamericana, Km 41- Teléfono: 03484-444205. Abierto mediodía y noche. Principales tarjetas.

Tipo de Cocina: Mediterránea, de Autor

Lugar: Ing. Maschwitz, provincia de Buenos Aires

Precios: $$$$


Taninos es una rara avis por donde se lo mire. Un galpón enorme, a la vera de la Panamericana nos alerta sobre la existencia de La Estación del Vino, una enorme vinoteca con más de 1.500 etiquetas.

Hasta ahí, nada fuera de lo común. Pero adentro, a la izquierda del local, nos encontramos con varias mesas estratégicamente dispuestas para disfrutar de una comida, rodeados de botellas y más botellas. Taninos es el restó de la vinoteca.

¿Un servicio más para los clientes, sin mayores pretensiones en cuanto a la gastronomía se refiere? Esa pareciera ser la pregunta que surge de manera espontánea. Pero no es así, la primera impresión se diluye nada más saber que la chef a cargo de la cocina de Taninos es Micaela Conesa.

A ella le habíamos perdido el rastro desde que dejó el Restaurante Agraz, del Hotel Caesar Park (hoy The Brick). Allí Micaela fue sous chef de Rodrigo Toso, para luego quedar a cargo de la brigada del restaurante del hotel de la calle Posadas que hoy pasó a la cadena M Gallery by Sofitel.

De solo pensar en que estamos comiendo dentro de una vinoteca, la posibilidad de no pedir al menos una botellita queda descartada de plano. Basta observar el panorama circundante: no hay mesas sin vino a la vista.

TANINOS, OTRA EXCELENTE PROPUESTA GASTRONÓMICA DE LA ZONA NORTE, A LA ALTURA DE MASCHWITZ. COMER EN LA VINOTECA UN MENÚ DE LA CHEF MICAELA CONESA RESULTÓ UNA NOTABLE EXPERIENCIA. 

Machi Videla (junto a su hermano Hernán son los dueños del local), nos asegura que Taninos cuenta con un récord difícil (por no decir imposible de empardar). El consumo per cápita en su restaurante alcanza a 710 cc, casi una botella de tres cuartos por persona. El que le sigue, apenas supera los 400 cc.

En esto tienen que ver y mucho, dos factores gravitantes a la hora de decidir la bebida que acompañará a los platos de Micaela. Por un lado, la cantidad de etiquetas que componen la carta o, si se prefiere, solo es cuestión de acercarse a las góndolas y elegir. La otra es una cuestión de peso (o de pesos, mejor dicho). En Taninos, el vino tiene el precio de góndola y encima un descuento del 30%. Inigualable ventaja.

Al mediodía, no hay menú ejecutivo, pero sí descuentos importantes respecto de la noche. Se nota que pese a su corta vida, el restaurante ya se ha ganado una hinchada de fanáticos en la zona.

La experiencia incluyó un paso a paso de pequeños platos, que permitió llevarnos una impresión bastante completa de la carta. Un tiradito como amuse bouche, para luego dejarle el turno a las entradas: pastel de humita y queso de cabra; langostinos crujientes con emulsión de lima; panceta tiernizada y hummus.

A la hora de los principales, degustamos pulpo al hierro con romesco, papas rotas y olivas griegas; borsettas negras de centolla fueguina y crema de langostinos; una bistecca única de la casa, y casi, porque no llegamos, el lomo con bacon, tuétano y puré al perfume de trufas que la chef había previsto para nosotros. Es que Machi convidó su bistecca y quedamos pipones.

Final con una degustación de postres: semifreddo de mandarina y ensalada citrus; crumble de peras con helado de vainillas; tarta de chocolate y crema de almendras; volcán de chocolate con helado de americana; tiramisú de frutos rojos.

Quedaron otros platos con ganas de probar: atún rojo con gírgolas, espinaca y teriyaki; bondiola a la mostaza con kale y papines andinos; rack de cordero con cous cous, vegetales y dátiles, entre otros.

Los precios de los platos son algo elevados, pero contundentes. Si tomamos en cuenta eso y los precios del vino, la relación precio calidad se transforma en un atractivo más de Taninos.

Esta vez comer en la vinoteca resultó una gran experiencia. Y los Taninos, salieron redonditos, redonditos. 

Más de Restaurantes
El Omakase "Best Buy"
Restaurantes

El Omakase "Best Buy"

Por razón precio calidad, Cruz Omakase se destaca como un verdadero "best-buy". Sin sofisticaciones innecesarias, su propuesta permite disfrutar de una docena de pasos que van in crescendo, al tiempo que también podés optar por opciones de handrolls y una selección de etiquetas de la vinoteca vecina del mismo nombre, así como la reciente incorporación de whiskies japoneses.
Con muy buena "Presencia"
Restaurantes

Con muy buena "Presencia"

"Capricho, deseo vehemente, ilusión". Así define la Real Academia Española a la palabra "berretín". Y esas tres cosas son las que llevaron a un holandés a abrir un restaurante a su propio gusto y piacere. Para ello se afincó hace un tiempo entre nosotros porque, como nos dijo, "Buenos Aires es como estar en Europa, pero lejos de todo". Se llama Nicolás Houweling y, junto a su hermana Bente (que estará a cargo del café de la planta baja de próxima apertura), abrió "Presencia", un restaurante en el que quiere también omitir todo lo que le parece inapropiado cuando uno sale a comer afuera. Para ello, convocó al chef Rodrigo Da Costa, de último paso por "Le Réve". Nuestra visita coincidió con el fin de la marcha blanca y comienzo del servicio al público. Impecable todo.
Los mediodías de Casa Cavia
Restaurantes

Los mediodías de Casa Cavia

La chef ejecutiva de Casa Cavia, Julieta Caruso, renovó el menú de mediodía con una propuesta que permite pedir a la carta o bien elegir entre menús de pasos. A ello, se suma la coctelería creativa de la bartender Flavia Arroyo y una selección notable de vinos a cargo de Delvis Huck. La dirección general es de Guadalupe García Mosqueda.