A esta altura hay varios ejemplos de restaurantes que funcionan dentro de hoteles boutique. Los dos Bengal, Topinambour, son algunos ejemplos. Y el más nuevo de todos es 6to Brasserie, que se ubica en el Casasur de Palermo Hollywood, al que parece ser que la difusión boca a boca, y en voz baja por el momento, le alcanza para atraer público en forma masiva.
Alejo, Tomás y Martín Waisman son exitosos emprendedores gastronómicos, con marcas muy conocidas como Sottovoce, El Burladero y Fervor. El estilo 6to se acerca más a Fervor, más que nada por su estilo de brasserie y el uso de la parrilla. Una manera inteligente de ir hacia lo que les gusta a los porteños, pero también a los extranjeros.
Convengamos que 6to no es una parrilla tradicional ni lo quiere ser, sino que solo se utiliza esa forma de cocinar tan argentina (por más que le llamemos brasserie). El capítulo cárnico, por caso, se identifica en la carta como “Campo”. En él, observamos opciones tales como el ojo de bife de 400 gramos con polenta de garbanzos, pimientos, tomates y cebollas; lomo con vegetales grillados, papas y salsa bearnesa; bondiola con batatas y guacamole. Y más: salchicha parrillera “hecha en casa” con lentejas; o saltimbocca de pollo a las brasas.
Los amantes de las hamburguesas están de parabienes. Las hay de 250 gramos de carne de novillo con cheddar, lechuga, tomate y cebolla. De langostinos, de salmón rosado y de falafel.
Un párrafo aparte y destacado, el sorprendente tuétano con spaetzle de espinacas.
Antes, como para incentivar las papilas gustativas, nada mejor que las mollejas grilladas con pisto manchego, polenta de garbanzos y ajo blanco; pulpo a las brasas con pimientos; o langostinos con hinojos grillados y tabule.
Una propuesta de los hermanos Waisman, que abreva con Fervor en la cocina a las brasas. Por ahora le alcanza para atraer público en voz baja.
Alejo Waisman es un experto en la cocina italiana, y como tal no pueden omitirse las pastas, sobre todo los tagliolini gratinati como en el Harry’s Bar de Venecia, y los ñoquis de sémola a las brasas con espinacas salteadas, avellanas y cherries.
Pero la pesca del día entera (lenguado en nuestro caso) a la leña de manzano es un espectáculo en sí mismo, para dos o tres personas. Otra opción es el grillado de mar con tortilla a lo pobre.
Al mediodía hay una excelente propuesta, de martes a sábado, a solo $ 169 por persona, en efectivo. Incluye entrada, principal y postre, más agua y copa de vino. Para el final, el tartufo como en Pizzo Calabria o el milhojas de dulce de zapallo con queso mascarpone. Además, muy buenos helados.
Carta de vinos muy amplia. Y tés de Tealosophy.
Esta brasserie está llamada a ser un éxito, de los más estruendosos del 2015.
Exuberancia, sabor, simpleza. Bastan tres palabras para definir a la cocina peruana en general y a la de Barra Chalaca, en particular. Pasamos el domingo por el local de Belgrano (el otro está en Palermo y se vienen algunos más). A pocas cuadras de las aglomeraciones de fin de semana en el Barrio Chino, ésta es una opción para comer rico, barato y tranquilo.
Todo nació de una charla del chef Ítalo Germán Ruberto con el gerente del Hotel Esplendor Buenos Aires Tango, ubicado en Rivadavia 847 entre Suipacha y Carlos Pellegrini. La idea fue incorporar platos icónicos de la gastronomía hotelera de la ciudad, que parecían olvidados. ¿El resultado?: recuerdos, nostalgia, una cocina para que no te olvides y de relación precio calidad excepcional.
Por razón precio calidad, Cruz Omakase se destaca como un verdadero "best-buy". Sin sofisticaciones innecesarias, su propuesta permite disfrutar de una docena de pasos que van in crescendo, al tiempo que también podés optar por opciones de handrolls y una selección de etiquetas de la vinoteca vecina del mismo nombre, así como la reciente incorporación de whiskies japoneses.