Hamburguesas de verdadViernes, 16 de enero de 2015Be Frika ofrece hamburguesas de verdad, con buena carne, productos de calidad que acompañan y también ensaladas, panini y fajitas, además de cerveza tirada, licuados y jugos.
Be Frika - Junín 1350 esquina French - Teléfono 4821-0010. Abierto de martes a sábados. Principales tarjetas.
Cocina: Hamburguesas, panini y ensaladas
Barrio: Norte
Precio: $$$
Alejandro Pochat es un fanático de las hamburguesas, que como todos sabemos tienen mala fama por culpa del fast food, pero que pese a ello gozan de las preferencias del público infantil y juvenil (y por qué no también de los más grandes). La cuestión pasa por la calidad, de manera que quien haga las cosas bien tendrá ganada media batalla. Es lo que ocurre precisamente con Be Frika, la creación de Alejandro en el corazón de Barrio Norte. En vez de darles a tus chicos más de lo mismo, en este lugar sabés que van a comer sano y lo que a ellos les gusta.
Es verdad que las hamburguesas se hicieron populares en los Estados Unidos, más concretamente en California, a principios del Siglo XX. Y la carne comenzó a estar acompañada por queso Cheddar (el de color amarillo y no el británico, que es otra cosa). Como siempre ocurre con América (que mal que les pese a los yanquis también somos nosotros, los del sur), la historia es exótica. O sea que las hamburguesas llegaron de la mano de los marinos alemanes, que provenían del puerto de Hamburgo.
Sin embargo, para quien haya viajado a las tierras vikingas, o al menos sea un habitué del Club Danés de Buenos Aires, el término a tener en cuenta es frikadelle (es decir hamburguesas que predominantemente son de cerdo y pescado). La traducción española sería “fricadela” y hay que decir también que en Chile las llaman “fricas”.
Be Frika fue creada por un amante de las hamburguesas, Alejandro Pochat, quien puso su esfuerzo en tener el propio lugar donde comerlas como a él más le gustan.
Las hamburguesas de Be Frika vienen en dos tamaños: “tini” (de 90 gramos) y “bigger” (de 160, que salen siempre con papas y ensaladita). Las “tini” se pueden pedir en promos, con dos minihamburguesas a elección, más papas, gaseosa o cerveza (recordar que si se pide una sale sin acompañamiento). Hay variedades para todos los gustos, inclusive para los vegetarianos. La cheeseburger tradicional tiene queso, lechuga y tomate; la Moulin Rouge, quesos Brie y Tybo, tomate confitado y mostaza de Dijon; Frankie & Johnny con panceta, barbacoa y Cheddar; del Bulli con espinacas al provolone y huevo de codorniz; o simplemente “Plain”, nada más que pan y carne. Be Fricka acaba de incorporar las burger rellenas, 200 gramos con queso Cheddar, panceta, morrón y verdeo.
Otras opciones son las ensaladas (sobre todo con salmón ahumado); panini (pavita de árabe, de Parma, con salmón); fajitas, y también dos platos al wok.
Los postres son del estilo (apple crumble, brownies y sobre todo waffles. Hay cerveza tirada, licuados, jugos, limonada y té frío. Vinos, solo Elementos y Don David, de Bodega El Esteco, que se pueden pedir por copa. Y tragos clásicos y de autor. Si te gustan las hamburguesas de verdad, Be Frika es el lugar.
Be Frika ofrece hamburguesas de verdad, con buena carne, productos de calidad que acompañan y también ensaladas, panini y fajitas, además de cerveza tirada, licuados y jugos.
Barrio: Norte
Precio: $$$
Alejandro Pochat es un fanático de las hamburguesas, que como todos sabemos tienen mala fama por culpa del fast food, pero que pese a ello gozan de las preferencias del público infantil y juvenil (y por qué no también de los más grandes). La cuestión pasa por la calidad, de manera que quien haga las cosas bien tendrá ganada media batalla. Es lo que ocurre precisamente con Be Frika, la creación de Alejandro en el corazón de Barrio Norte. En vez de darles a tus chicos más de lo mismo, en este lugar sabés que van a comer sano y lo que a ellos les gusta.
Es verdad que las hamburguesas se hicieron populares en los Estados Unidos, más concretamente en California, a principios del Siglo XX. Y la carne comenzó a estar acompañada por queso Cheddar (el de color amarillo y no el británico, que es otra cosa). Como siempre ocurre con América (que mal que les pese a los yanquis también somos nosotros, los del sur), la historia es exótica. O sea que las hamburguesas llegaron de la mano de los marinos alemanes, que provenían del puerto de Hamburgo.
Sin embargo, para quien haya viajado a las tierras vikingas, o al menos sea un habitué del Club Danés de Buenos Aires, el término a tener en cuenta es frikadelle (es decir hamburguesas que predominantemente son de cerdo y pescado). La traducción española sería “fricadela” y hay que decir también que en Chile las llaman “fricas”.
Be Frika fue creada por un amante de las hamburguesas, Alejandro Pochat, quien puso su esfuerzo en tener el propio lugar donde comerlas como a él más le gustan.
Las hamburguesas de Be Frika vienen en dos tamaños: “tini” (de 90 gramos) y “bigger” (de 160, que salen siempre con papas y ensaladita). Las “tini” se pueden pedir en promos, con dos minihamburguesas a elección, más papas, gaseosa o cerveza (recordar que si se pide una sale sin acompañamiento). Hay variedades para todos los gustos, inclusive para los vegetarianos. La cheeseburger tradicional tiene queso, lechuga y tomate; la Moulin Rouge, quesos Brie y Tybo, tomate confitado y mostaza de Dijon; Frankie & Johnny con panceta, barbacoa y Cheddar; del Bulli con espinacas al provolone y huevo de codorniz; o simplemente “Plain”, nada más que pan y carne. Be Fricka acaba de incorporar las burger rellenas, 200 gramos con queso Cheddar, panceta, morrón y verdeo.
Otras opciones son las ensaladas (sobre todo con salmón ahumado); panini (pavita de árabe, de Parma, con salmón); fajitas, y también dos platos al wok.
Los postres son del estilo (apple crumble, brownies y sobre todo waffles. Hay cerveza tirada, licuados, jugos, limonada y té frío. Vinos, solo Elementos y Don David, de Bodega El Esteco, que se pueden pedir por copa. Y tragos clásicos y de autor. Si te gustan las hamburguesas de verdad, Be Frika es el lugar.