Restaurant Armenia: cocina con historia y tradición
Viernes, 7 de junio de 2024
La cocina armenia es una de las más antiguas del mundo. Todo lo que tenga que ver con este país al que ellos mismos llaman "Hayastán". El Estado armenio es el primero que adoptó el cristianismo y su Iglesia es una de las cuatro que están presentes en Jerusalén. A nuestro país llegaron desde diversos lugares escapando del genocidio perpetrado por los turcos, aunque luego también hubo otras corrientes inmigratorias. Para conocer su cocina en un ambiente familiar y "casero", nada mejor que el Restaurant Armenia, que lleva ya 40 años de trayectoria.
En Armenia 1366 Palermo. Teléfono: 011 4776 2500. Abierto de martes a sábados de 20:00 a 00:00; domingos de 12:15 a 15:00. Precio: $$$. No trabajan con tarjetas de crédito. Menú: armeniarestaurant.com.ar - IG: @restaurant.armenia
Pocos pueblos en el mundo han sufrido como los armenios, víctimas de un terrible genocidio por parte de los turcos que asesinaron a mansalva a 1.500.000 personas y otras 2.000.000 debieron salir de su país en condiciones lamentables. Este hecho no ha sido debidamente repudiado y, de hecho, aún se sigue tapando pese a las pruebas documentadas al respecto.
La primera ola de inmigración de armenios a la Argentina, se debió precisamente para escapar del genocidio perpetrado por el Estado turco que arrasó con el país.
La inmigración continuó entre los años 1922 y 1930, en este caso de armenios que procedían de lugares adonde habían escapado de los turcos.
La que se considera como segunda oleada inmigratoria armenia, corresponde a gente que llegaba de países como Grecia, El Líbano, Siria, Bulgaria y también de Francia.
Y hubo también una tercera ola desde 1991 al caer la Unión Soviética, otra de las nefastas invasiones sufridas por los armenios, que hoy tienen un nuevo conflicto, esta vez con sus vecinos de Azerbaiyán, que se apoderaron de la región de Nogorno Karabaj, donde vivía una amplia mayoría de armenios hasta septiembre del 2023, cuando hubo un vaciamiento de esa población a lo que muchos consideran "limpieza étnica" por parte de Azerbaiján.
Puede decirse que los armenios son gente muy abierta y que, a pesar de las dificultades existentes por sus diferencias idiomáticas e inclusive de alfabeto, lograron adaptarse sin problemas a la sociedad argentina.
La mayor concentración de instituciones de esa colectividad, se registra en el barrio de Palermo, al cual algunos llaman risueñamente "Palermian" (el sufijo "ian" significa en armenio, "hijo de").
Precisamente en la calle que lleva el nombre de esta nación amiga, que cuenta con la tercera colectividad más importante en el mundo entre nosotros, está la Asociación Cultural Armenia en cuyo edificio también funciona el restaurante más emblemático de la colectividad y que también lleva el nombre del país.
El lugar, siempre repleto de comensales por su excelente relación precio calidad, ya tiene una trayectoria de cuatro décadas, tres de la cuales al mando de Pablo Kendikian y Eduardo Costanian.
Nos tocó visitarlo en plena celebración de sus 40 años. Ingresar al Restaurant Armenia significa incorporar un bagaje de historia, tradición y gastronomía con sus raíces auténticas. El cuadro con la vista del Monte Ararat en una de sus paredes, nos traslada imaginariamente al "país de piedras".
No faltan tampoco alusiones a hechos que marcaron a fuego a su patria, como el genocidio turco, y hasta alguna referencia a Grecia, de donde son originarios los padres de Eduardo, así como la mamá de Pablo, los socios. Y por ende uno puede beber aquí ouzo, el tradicional anís griego.
EL MENÚ
Pareciera ineludible comenzar la degustación de platos armenios con una picada que incluye diez medze (entradas), que también pueden pedirse en forma individual. Algunas de ellas son el hummus clásico, la ensalada tabbule o la fatuch (griega); sarmá frío (hojas de parra curadas, rellenas de arroz y especias); queso armenio o de cabra; aceitunas griegas; falafel; una afrodisíaca ensalada Belén; Chi Kefté (animarse al keppe crudo que es una delicia).
Tampoco hay que perderse de probar bastermá, el típico fiambre tipo jamón crudo, de carne ahumada curada con sal, cubierta con especias orientales y chemen (especia armenia).
La propuesta "salada" se completa con el rubro de "Cocina Armenia" y "Parrilla al Carbón". En el primer caso, encontramos sarmá de repollo rellenas de arroz, carne, tomates y morrones (para dos personas), o la opción caliente de hojas de parra con arroz, carne, tomates y morrones naturales.
Además, manté, o sea ravioles orientales con forma de barquillo rellenos de carne picada y caldo; bastermá con huevo tipo omellette; Michugov Kepfe (keppe cocido, con corteza de carne y trigo, rellenos de carne picada, cebolla, nuez y especias orientales); ravioles euyén con salsa de yogur y ajo, corazón de filete, aceitunas y almendras.
No faltan tampoco el strudell de cordero; lehmeyún (empanadas abiertas); pashá boreg (tipo lasaña, pero con masa philo, parmesano y mozzarella); berenjenas del Cáucaso que son la versión armenia de la mousaká griega); arroz pilav a la Persa; pollo con tahín; glorog kefté (albóndigas) y un sugestivo cordero al Malbec con arroz pilav.
Y de la parrilla, obviamente kebab kefté; shish o brochette tradicional; brochettes de cordero, pollo o de kefté. Y dos madzunov con base de pan árabe: el primero de brochette tradicional de carne vacuna en trozos untados con yogur, hojas de menta, rodajas de morrón y tomates: el otro similar con cordero.
Los "Dulces Orientales" son eso, muy dulces: backlava; kadaif rellenos de nuez, canela y clavo de olor; shamalí (cuadrado de sémola con almíbar natural y almendras; gurabié (masa seca rociada con azúcar impalpable; mamul; deditos de novia (postre almibarado de masa phila rellena con nuez); saru burmá (nidos de masa phila rellenos con nuez, canela y clavo de olor).
Hay asimismo copas y postres helados, incluyendo "Lojmá Armenia", es decir buñuelos bañados en almíbar natural con helado de crema, canela y nueces. Y helados backlava. Para los más golosos, pedir la degustación de postres.
Los días martes, jueves, viernes y sábados, al concluir la cena, se lee la borra de café a un valor fijo. Cuentan con una nutrida carta de vinos, entre ellos Karas, producido en la región de Armavir (Syrah, Cabernet Franc y Tannat.
Cabe destacar que lo más atractivo de todo es compartir estos platos entre varios comensales, ideal para familias y grupos de amigos. Para compartir comida, historia y tradición de un pueblo al que lo avala la resiliencia.
Bestial está ubicado en el rooftop de un piso 11, aunque se nos asemeja mucho más alto todavía por lo imponente de la vista. Quizás eso sea porque si uno mira hacia el río de la Plata, no hay edificios elevados. Con la vista del cuartel del Regimiento de Patricios en primer plano, el panorama se extiende hacia las costas uruguayas. Y, adentro, todo es estridente e impactante. La propuesta nos remite hacia la culinaria nikkei, y la coctelería va acompañada de "cabezas bestiales" dentro de la cuales se colocan los vasos. Ahora también abren al mediodía tres veces por semana.
Pocas veces confluyen, al mismo nivel de eficiencia, los tres elementos esenciales de un restaurante: cocina, ambiente y servicio. Eso es lo que sentimos luego de vivir la experiencia de O-satori, el omakase ubicado en el piso 23 del Hotel Buenos Aires Marriott (ex Panamericano).
Una imponente esquina a pasos de Plaza Serrano, da lugar a este nuevo restaurante de tres plantas, donde los ahumados son protagonistas. Foga es un nombre de fantasía, según nos cuentan, que no tiene ni traducción ni significado alguno. El local impresiona por sus diferentes espacios: salón principal en la planta baja, privado en la segunda y bar que tomará relevancia con la llegada de la primavera en la terraza. Carnes, vegetales, panes y demás, todo pasado por humo.