En el Sofitel Recoleta

Con ALMA argentina

Viernes, 15 de marzo de 2024

Se ve cambiado el restaurante del Sofitel Recoleta. Impresiona su elegante salón con grandes sillones de pana azul y paredes vestidas con fotografías campestres de Aldo Sessa. También hay una nueva chef: Erika Scaffino, y un asesor gastronómico, Julián Galende. La carta está basada en los productos autóctonos, con gran protagonismo de la carne vacuna. Pero también se adapta al uso de la tecnología para realzarla, como es el caso del Josper. El resultado puede definirse como una cocina sin sofisticaciones innecesarias, pero auténtica y de calidad, que ofrece, además, una excelente relación costo beneficio.

ALMA - Dirección: Posadas 1232, Recoleta. Reservas: + 549 4819 1100 y reservasresto@sofitel.com / Horarios: todos los días de 12:00 a 15:00, y de 20:00 a 23:30. Precio: $$$. Instagram: @alma.buenosaires

Hacía mucho tiempo que no íbamos al Sofitel Recoleta. La última vez fue en diciembre de 2022, cuando recién habían cambiado el nombre del restaurante: ALMA.

Traspasando el lobby del hotel, uno se encuentra un lugar amplio y luminoso gracias a su pintoresco tragaluz. 

Las obras fotográficas de Aldo Sessa visten las paredes, en las que predominan gauchos, caballos e imágenes del campo.

El salón está dominado por dos grandes sillones en pana azul, mesas de madera y sillas tapizadas en cuero y un aforo de setenta cubiertos. También hay un salón privado, rodeado por una cava de vinos, mesa de mármol y sillones de cuero. para ocho personas.

La chef ejecutiva es Erika Scaffino, chef patissier que en su momento había tomado las riendas nada menos que de Beatriz Chomnalez. Hoy, la encontramos con mayores responsabilidades, mientras que el hotel también incorporó como asesor a Julián Galende.

La carta se basa en el uso de insumos obtenidos en muchos casos de pequeños y medianos productores. Hay un claro predominio de las carnes vacunas, con trazabilidad de razas británicas y de Wagyu argentino, en este caso con precios muy razonables ya que estamos acostumbrados a ver precios obscenos en otros lugares.

Otro dato a tener en cuenta es que la cocina utiliza ese magnífico artefacto llamado Josper, que aúna la parrilla y el horno en un solo electrodoméstico. Está alimentado a base de leña de quebracho y de cerezo. Cada pieza sale en el punto deseado del comensal y el agregado del ahumado a leña.

Lo que se pidió como entradas fueron el carpaccio de remolachas, arándanos, almendras y mayonesa de miso; y huevos de campo fritos, queso brie, mayonesa de morrones asados y focaccia crocante.

Otras opciones son las mollejas a la parrilla; cebollas grelot confitadas y puré de damascos; provoleta con láminas de hinojo y vinagreta de miel de caña; sopa vichyssoise de coco; y langostinos grillados, puré de zucchini y alioli de ajos asados.

Del Josper salen los cortes de carne y la pesca. Hay seis opciones vacunas. De Wagyu picaña y vacío; de Black Angus, ojo de bife y entraña. Y de Aberdeen Angus, se pidieron el bife chorizo jugoso y el filet de lomo a punto.

Para acompañar estas carnes, llegaron a la mesa algunas guarniciones como las papas fritas triple cocción; hojas verdes y láminas de vegetales; tomates Reliquia con orégano fresco y cebollas de verdeo, y puré de papas ALMA.

Otras carnes del Josper son el matambrito de cerdo y el carré de cordero, además de la pesca de mar o de río (pacú).

La carta cuenta asimismo con platos elaborados: gnocchi de papa grillados, con hongos salteados y emulsión de manteca y limón; risotto de tomate, pesto de albahaca y burrata; berenjenas glaseadas con risotto de quinua e hinojos frescos; T-Bone con ensalada mixta y papas fritas (para compartir), al igual que la trucha entera al Josper con puré de maíz, vegetales asados y chimichurri de hierbas.

Hay además un Festín Argentino para grupos de 6 ó más comensales con diversidad de platos, que se comparten en el "corazón de la mesa".

Los postes no pueden evitarse, aunque uno no sea demasiado goloso, dada la condición de patissier de Erika Scaffino, quien arma desde hace tiempo toda la propuesta de pastelería del hotel.

Muy fresco resultó el sorbet de pomelo que sirven con pimienta rosa y frutos rojos. Y, para amantes del chocolate, una delicia es el croustillant con crema de chocolate e inglesa de café.

Otros postres son el hojaldre con crema de vainilla y caramelo salado; granita de sandía, frutos rojos y salvia, y flan de dulce de leche con crema.

Sorprendente resulta la carta de vinos por su variedad, que incluye cepas no tan difundidas (una decena de etiquetas de Pinot Noir, por ejemplo) y con precios muy razonables y accesibles para todo tipo de bolsillos.

Para la hora del almuerzo, de lunes a viernes, ALMA ofrece un menú ejecutivo de dos o tres pasos con opciones para personas celíacas y vegetarianas. Incluye una bebida sin alcohol, una copa de vino bodega del mes, un café Nespresso o té en hebras Tehani.

Comer en un ambiente cómodo y elegante, en la seguridad que ofrece un hotel 5 estrellas y con precios sumamente lógicos, nos incentiva a disfrutar de esta propuesta muy atractiva.

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