Haciendo honor a su nombre -Asu Mare- que en la jerga peruana es una exclamación de sorpresa, el chef Dangelo de la Cruz ha logrado en apenas tres años abrir su barra cevichera, un restaurante en Palermo, otro local en el Paseo de la Plaza y, recientemente, una barra criolla estilo buffet en el Abasto. No solo esto, sino que además cuenta con un pequeño restaurante de cocina chaufa en Belgrano, y en pocos días más incorporará una heladería con sabores peruanos. Sorpresa y admiración.
Un día nos llamó Eddie Castro, aun siendo chef de Osaka, para contarnos que su compatriota y colega Dangelo de la Cruz, estaba abriendo una barra cevichera en los límites entre Barrio Norte y Once.
Hacia allí fuimos para encontrarnos con un pequeño local en el que, con la modestia de cualquier inicio, Dangelo y su grupo familiar se lanzaba a la aventura (no olvidar que, en 2021 estábamos en medio de la pandemia).
A este joven chef peruano lo habíamos conocido tiempo antes en La Causa Nikkei, pero ya en 2020 en el peor momento del Covid, se había lanzado a vender platos de la cocina callejera limeña desde su propia casa.
Lo cierto es que ni el más optimista hubiera pensado que, en tan poco tiempo, llegaría a abrir cuatro locales. Y, como viene la mano, no debiéramos sorprendernos si pronto nos comunica alguna otra apertura.
De la Cruz ha tenido además la lucidez de incorporar a la gastronomía de la ciudad la primera barra cevichera (concepto que no se conocía por estos lares) y ahorita nomás, se lanzó con otra propuesta, la de cocina peruana tipo buffet, una barra criolla donde se paga un precio fijo y se come todo lo que uno quiera.
En el medio de estos dos emprendimientos quedaron la sucursal palermitana y, desde junio de 2022, la incorporación de un local en el espacio conocido como Manduca, en el céntrico Paseo de la Plaza. Este último tiene la modalidad "al paso", pero en los tres la barra cevichera está a la vista.
Nuestra visita reciente tuvo lugar en el local de Palermo, que tiene mayor capacidad incluyendo mesas para grupos numerosos, y un cómodo patio rodeado de plantas.
Lo primero fue elegir un trago. Dada la noche calurosa, nada menor que un chilcano clásico, preparado en su justa medida de pisco y ginger ale, refrescante e ideal para saborear a la bebida nacional del Perú.
El otro comensal eligió el sour, que nosotros dejamos para cerrar la comida en lugar de un postre.
Resulta virtualmente imposible omitir un ceviche, al momento de elegir la comanda. Hay siete opciones y dos leches de tigre. En este caso, se pidió la que lleva el nombre de la casa, a base de mariscos en salsa de rocoto, acompañado con chicharrones de calamar y pescado.
Y el ceviche mixto, de pescado y mariscos en leche de tigre clásica, acompañado de batata, lechuga y maíz cancha. Otras versiones son el clásico, de mariscos, carretillero, en crema de rocoto, mixto en crema de rocoto y de barrio. De los mejores ceviches de la ciudad, sin dudas. Pedir más picor, si se animan.
Según el gusto personal tampoco puede faltarnos una causa: elegimos la anticuchera, de cilantro relleno con chalaquita, coronado con mariscos anticucheros. Hay dos más, la achorada y la original cevicausa, rellena con palta y crema de rocoto y coronada con ceviche clásico (dos en uno, ceviche y causa juntos).
En el rubro "Especiales" encontramos otra causa, en este caso una crocante a lo macho, rebozada en panko sobre un espejo de palta y coronada con salsa de mariscos.
Si la mesa es numerosa (6 personas, por ejemplo), hay que ir directo al barco cevichero bravazo, armado con una selección de los platos de la carta. También se proponen el chilcano acevichado, una combinación de ceviche y chilcano más chicarrón de calamar; los tallarines en salsa de mariscos, y el pescado frito entero, que sale con arroz blanco, yuca o papas doradas y ensalada criolla.
Asimismo, se puede optar por el dúo o el trío marinos, que uno arma a gusto en base a cevicausa, ceviche clásico, ceviche mixto, chicharrón de pescado o de calamar, leche de tigre, arroz con mariscos y arroz chaufa con mariscos.
Y los platos calientes, de los que elegimos una chaufa de mariscos, con arroz salteado con huevo, verdeo, morrón, salsa de ostras, soja, aceite de sésamo y mariscos. Muy abundante, como ocurre siempre con los platos principales de los restaurantes peruanos.
Una opción tentadora para mesas más grandes, es también la ronda Asu Mare y su degustación de chaufa de mariscos, chicharrón de pescado y de calamar, ceviche clásico y picante de mariscos.
No faltan la parihuela, tradicional sopa de mariscos y pescado bien especiada, servida con arroz blanco; chupe peruano de langostinos con arvejas, choclo, huevo y arroz; y la reversión del asopado venezolano, a base de mariscos y espesado con arroz.
Y para el momento súper dulce, según la tradición peruana, suspiro limeño, torta tres leches, crema volteada y cheesecake de maracuyá.
Para comer muy rico, abundante y a precios razonables, Asu Mare es una perfecta manera de disfrutar de la cocina de Dangelo de la Cruz, tan auténtica como la que uno puede encontrar en Lima.
Asu Mare Barra Cevichera - Thames 1514 Palermo Soho. Otras direcciones: Avenida Pueyrredón 679, Barrio Norte; Corrientes 1660, Paseo la Plaza.
Asu Mare Barra Criolla - Anchorena 429, entre Avenida Corrientes y Valentín Gómez, Abasto. IG: asumare_barracriolla.
Horarios: en Palermo, martes a jueves de 12:00 a 00:00; viernes y sábados de 12:00 a 1:00 AM; domingos de 12:00 a 22:00.
La ópera inspira al restaurante ubicado en la planta baja (al fondo) del Hotel Meliá Recoleta. Calaf alude al personaje del a ópera de Giacomo Puccini, cuya aria más conocida es Nessun Dorma ("que nadie duerma"). El príncipe que "derrite" a Turandot, la "cruel princesa china", da su nombre a este restaurante que nos entrega una cocina clásica, con preponderancia de las rectas francesas e italianas.
Anasagasti acaba de presentar su nueva propuesta de Omakase, que funciona en el segundo piso de la elegante casona de estilo Tudor, ubicada a metros del Shopping Alto Palermo. La degustación consta de ocho pasos muy bien nutridos, a un valor de $ 50.000, más bebidas.
No siempre los restaurantes gozan de nuestra preferencia de manera total y absoluta. Puede ser por la relación precio calidad, porque nos atienden muy bien, porque los productos que utilizan son de la más alta calidad, por su estilo de cocina, por la ambientación. Pero son pocos, para nuestro gusto personal, los que reúnen todas esas condiciones. La Pescadorita es uno de ellos.