Primer detalle: es un viaje a la pesca argentina, en manos de dos mujeres que desafían por su género a la tradición japonesa. Segundo detalle: el lugar, sin ser lujoso ni mucho menos, deslumbra por su originalidad. Tercer detalle: una relación precio calidad excelente para este tipo de propuestas. Por todo eso, RU Omakase Atlántico merece la pena ser visitado.
RU Omakase Atlántico - Gurruchaga 2121 (Hotel Own Grand Palermo Soho). WhatsApp para reservas: +54 911 4426 8072. Horarios: miércoles a sábados desde las 20.30. IG: @ru.omakase
A Romina Roux la acompaña en este omakase su socia y amiga, Cecilia Vera. El tercero aliado es Sebastián Raggiante, chef de Raggio Osteria. El terceto maneja en equipo ambos restaurantes que funcionan dentro del Hotel Own Grand Palermo Soho.
Este estilo de cocina que para los franceses es un menú "confiance", Romina ya lo desarrollaba en Inoue, su restaurante de Recoleta.
Para acceder a RU Omakase ("un viaje por la pesca argentina" y "lo dejo en tus manos", según la definición que se lee en el IG del lugar), uno es recibido por una amable señorita que luego se ocupará también del servicio de bebidas duranter la cena. Todos y cada uno vamos pasando al lobby del hotel, hasta que llega el último de los 12 comensales que tendrán el privilegio de degustar la decena de pasos que comprende el omakase.
Luego somos llamados para trasladarnos al jardín del fondo, pasando primero por el salón de Raggio Osteria. Para quien visita RU por primera vez, la sorpresa será mayúscula. Porque nos encontraremos de sopetón con un domo (o si se quiere una especie de carpa con forma de iglú), dentro del cual hay doce sitios ubicados en forma de medialuna.
Adentro, muy cerca, observamos trabajar a las dos cocineras (habrá que decirles "itamaes" también), que sin prisa y sin pausa van armando con paciencia oriental los diez pasos de nuestro omakase.
No es necesario detallar cuáles son los platos que van llegando a nuestra posición, porque éstos cambian semanalmente según lo que haya en el mercado, sobre todo teniendo en cuenta que la pesca suele ser en nuestro país bastante errática.
Así, aquella noche de diciembre fueron desfilando ostras, vieiras, pulpo, langostinos y pescados varios del Atlántico Sur. La riqueza ictícola de nuestro mar está omnipresente en RU Omakase.
El precio es fijo y muy razonable ($ 40.000 en diciembre pasado), a lo que hay que sumarle la bebida alcohólica. Tienen una carta de vinos reducida, armada con mucho criterio y totalmente diferente a la de su Osteria vecina. Quienes lo deseen pueden pedir también sake y whisky japonés, a precio "amistoso".
Por varias razones, RU es un omakase sui generis. Primero, por la ambientación, tan original como exclusiva (el aforo de 12 cubiertos máximo así lo demuestra). Segundo, porque sus gestoras son dos mujeres, algo no tan habitual en la cultura gastronómica japonesa. Y tercero, porque su valor está bastante por debajo de lo que suele ser común en este tipo de negocio.
Vale la pena vivir la experiencia. Te deja satisfecho desde todo punto de vista, navegando imaginariamente por las aguas del Atlántico y disfrutando de la pesca y de preparaciones detallistas, imaginativas y muy sabrosas.
Sorpresas te da la vida (y la profesión). La visita a Bravado, el nuevo restaurante que funciona en el subsuelo del edificio de la Corporación América, en Vicente López, constituía toda una incógnita. Uno a veces observa la carta antes de llegar a un restaurante, y se crea expectativas que luego pueden cumplirse o no, ya sean favorables o desfavorables. En este caso, pasamos de la simpleza y la brevedad del menú, a un repertorio de creatividad desde lo aparentemente simple, que sorprende por el resultado final. Un mérito grande del chef Mariano Szatma Szotan, sin dudas. Un lugar de comidas que parece un Apple Store, donde cada cosa está en su lugar. Y que funciona como un relojito; todo lo que buscamos y elogiamos de un restaurante, lo encontramos en Bravado, que está realmente Bravo.
Con la pasta como protagonista, La Piccola rinde tributo a esa pasión compartida entre italianos y argentinos. Y agrega los antipasti y algunas otras opciones de seconti piatti, que completan un menú de espíritu mediterráneo. Es la nueva marca del grupo de La Paraloccia, en un lugar "histórico" de Palermo para la tradición culinaria italiana.
Un nuevo menú de pasos (el de octubre), creado por el chef Jonás Alba, y el souschef Jeremías Casino, para disfrutar en un espacio único, un living que atesora objetos antiguos y frases geniales de Churchill. Hay que seguir, mes a mes, las creaciones culinarias que nos brinda Winston Club, un lugar sorprendente alejado de los ruidos y las luces de los lobistas de las guías mediáticas y cada vez más descoloridas.