Te Mataré Ramírez!: Sexo Sentido

Viernes, 10 de mayo de 2013
Te Mataré Ramírez - Gorriti 5054 - Tel.: 4831-9156. Abierto todos los días desde las 20.30. Principales tarjetas.

Cocina: De Autor

Barrio: Palermo Soho

Precio: $$$$


Mucho se ha discutido sobre si existe o no la cocina afrodisíaca. En lo personal, creemos que la comida o sus ingredientes, por sí solos, no incitan al sexo pero sí lo pueden incentivar en la medida en que el lugar y la compañía sean las adecuadas. Y hay también productos que por diferentes motivos, resultan eróticos. Por ejemplo, una ostra (quizá por su forma particular que asemeja el sexo de la mujer) o las burbujas del champagne que actúan como excitantes, poseen un componente sexual significativo. También se menciona al apio con nueces, vaya a saber uno por qué razón. Hasta hemos escuchado hablar de la ubre, esa achura casi en desaparición que es nada más ni nada menos que la teta de la vaca. Carlos Di Cesare fue el visionario que creó en 1995 Te Mataré Ramírez, “Restaurante Afrodisíaco”, que sin dudas hace honor a lo que promete. Un ambiente romántico, shows eróticos que levantan la temperatura (como “Dolly Kent, Callejón de Muñecas, Magia y Burlesque”), con una maga-bailarina que se quita casi todo mientras baila y realiza increíbles pruebas de magia: un ambiente, donde prevalecen las luces tenues acrecentadas en determinados momentos de la noche, sumadas las imágenes eróticas que pulular por doquier. La comida también ayuda, ya sea desde una descripción que denota la imaginación de Di Cesare, así como las preparaciones de la cocina, que últimamente le ha dado un toque más gourmet, si cabe, como para desmitificar eso de que en un lugar donde hay espectáculo, “no se puede comer bien”.




El chef Nicolás Alarcón,  le ha dado un toque más gourmet a Te Mataré Ramírez, si cabe, como para desmitificar eso de que en un lugar donde hay espectáculo, “no se puede comer bien”

Parece ineludible aclarar que el nombre del restó, toda una rareza, surgió de un tal Pablo Ramírez, amigo de la barra juvenil que integraba Di Cesare. Era de Necochea, de donde había salido escapando de un marido engañado que “trabajaba” de quinielero. Al “Ramírez que arruinaba hogares”, le vaticinaron un día que alguien lo iba a agarrar del cuello, al tiempo que le gritaría: “Te Mataré Ramírez”. En el ’95, el restó funcionaba con un tipo de cocina “internacional”. Pero durante un evento, en el que los clientes encargaron algo “erótico”, apareció la idea de armar un lugar “afrodisíaco”. Y así quedó nomás establecido el estilo de TMR, que daría que hablar por su osadía, y que logró ganar tantos adeptos con el paso del tiempo.



En este “lugar de culto” abundan las parejas, que son mayoritarias, pero también suele ocurrir que concurran mujeres jóvenes de a tres o cuatro, compañeros de oficina en grupos, también varios matrimonios juntos, y hasta algunas parejas del mismo sexo, que hoy se muestran sin tapujos. Para que nadie se asuste, no hay cosas “raras” dentro del salón; a lo sumo algún beso apasionado que se esconde a medida que las luces van decreciendo. No es un sitio para ir solo, de ninguna manera, aunque nadie va a impedir el acceso de solitarios, parejas homo ni nada que se le parezca.

La propuesta gastronómica ha variado en la composición de los platos, que han pasado de ser muy elaborados, a tener una preparación más simple, siempre original. La carta, repito, es toda una atracción también por las denominaciones de los platos, de autoría del propio Di Cesare. Hay algunos nombres “hot”, como “Su sexo orgulloso se inflama y enardece”, “El goce de tu tesoro y tu lengua encendida” y “Su carne tibia y mi deseo furioso” (que es una “turgente y exuberante pechuga Coca Sarli rellena de paté con hongos, con ensalada de cous cous y duraznos quemados y champiñones salteados”). Otros platos suenan más románticos (“Turbado por el amor de su deseo”). Pero la descripción no va a la zaga en cuanto a imaginación se trata: “mórbida mollejitas grilladas con cremoso puré de coliflor a la vainilla”, “exótica ensalada del Pacífico al tandoori con pack choi y vegetales baby” y “ardiente volcán de chocolate con pequeño corazón de banana, con crema de menta y mascarpone”. Hay varios tips para tener en cuenta. Por ejemplo, los mozos recomiendan compartir una entrada, pedir un principal para cada uno y un solo postre. Los platos son generosos también en cantidad. No es un lugar barato pero vale lo que cuesta. Y una cuestión muy importante: pagando en efectivo, de domingo a miércoles excepto vísperas de feriados, la cuenta baja un 30%. Los vinos no están sobrevaluados, los tragos tampoco. Un valor promedio puede rondar desde los $ 250 por persona. El lugar amerita buena compañía, espíritu romántico, sangre caliente y deseo compartido. Es decir, tener los cinco sentidos despiertos, ya que el “sexo sentido” lo pone la casa.



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