El barrio más antiguo de la ciudad, ofrece hoy numerosas alternativas gastronómicas. Ya no es el San Telmo de hace dos o tres décadas, donde había pocos lugares recomendables. Marc Eugène, un joven emprendedor nacido en la capital francesa, se instaló con una propuesta diferente. Lo del Francés, que va camino a cumplir una década en el barrio, ofrece platos de pura impronta francesa y algunas concesiones al gusto de los porteños.
Lo del Francés Bistrot- Avenida San Juan 500 San Telmo. Teléfono: 011 4300 4679 (WhatsApp: 11 4065 3825). Abierto de martes a jueves 9.00 a 20.30; viernes y sábados de 9.30 a 0.30, y domingos de 9.30 a 20.30. Precio: $$$. Instagram: lodelfrancés.bistrot
Marc nos recibe temprano en su bistrot de San Telmo. De no ser por alguna pizarra que denota el estilo de cocina que se ofrece o una bandera tricolor por ahí a la vista, diríamos que se trata de un café más de los tantos que hay en toda la ciudad.
Pero no es así, estamos en un auténtico bistrot parisino en medio del barrio más antiguo de Buenos Aires. Marc, que trabajaba hace una década en un bar cercano, vio esa esquina y quedó tentado de abrir su propio local.
Lo consiguió hace casi nueve años, lo bautizó "Lo del Francés" y armó una propuesta sui generis porque había que otorgar algunas concesiones "porteñas" para el público vecino, que alterna la clientela con los turistas que andan por la zona (y que están regresando después de ese vendaval llamado Covid).
Nos cuenta Marc que, antes de la pandemia, en el salón se hablaba francés porque los camareros eran todos compatriotas suyos. Pero frente al nuevo escenario que se avecinaba, todos decidieron volver a la patria. Pero Marc se quedó, soportó la situación y tuvo que barajar y dar de nuevo.
Le preguntamos por qué y cómo llegó a la Argentina, hace ya como una década y media. Y nos dice que salió de su París natal muy joven, para lanzarse a la aventura de recorrer Sudamérica. Volvió a su país, pero Buenos Aires lo había subyugado tanto que decidió regresar e instalarse.
De manera que es un francés errante que, animado a emprender el negocio gastronómico, optó por convertirse en un sedentario más en la capital argentina.
Pues bien, entre tanto diálogo, se hizo la hora de almorzar y dejamos en manos del dueño de casa la elección de los platos.
Obviamente que, al preguntarnos si queríamos una sopa le respondimos que sí, una soupe a l'oignon, sin dudar un instante, ese plato que la casa ofrece casi todo el año, aún en días de calor.
Un buen comienzo, para continuar con el "Camembert au four" (al horno). El queso llega en el plato acompañado de panceta y cebolla morada asada, miel, romero y nuez.
En el rubro de entradas, la carta también incluye una terrine de campagne; papas rústicas, y el sándwich "Menage a trois" (tres en uno).
Entre las "Specialites de la maison", hay tres ensaladas ideales para esta época ("Oeuf poche", "Ricota Fouettee" y "Poire au vin", esta última con peras al Malbec y quinua como ingredientes distintivos.
También encontramos dos quiches (la tradicional "Lorraine" y la de queso de cabra y puerro; una "Burger des Sommetes" con papas rústicas); bondiola braseada del día con mix rústico; el clásico "Boeuf Bourguignon" y una milanesa "Florentine", de peceto con bechamel, espinaca, huevo mollet y arroz pilaf.
Lo que eligió Marc para nosotros es un plato que siempre pedimos en la zona de playas de Port Leucate, en el sur de Francia en la región de Languedoc Roussillon. Ahí mismo donde están los criaderos de ostras.
Nos referimos a "Les moules mariniers", es decir mejillones salteados en vino blanco, ajo y echalotte, acompañados de papas fritas.
Para un día más adecuado por la temperatura, tienta la "Raclette des Alpes", con papas rústicas y salchichas de Strasbourg. Habrá que probarla.
A la hora de lo dulce, no faltan la clásica crème brûlée y la tarte tatin, además de la marquise au chocolat.
"Lo del Francés" propone además menús ejecutivos de mediodía, de tres pasos, con precios que varían entre $ 1.500 y $ 1.750 (noviembre de 2022). Durante todo el día, el local funciona como café.
Sin dudas que se trata de un bistrot que llama la atención por su muy buena relación precio calidad. La culinaria francesa en Buenos Aires siempre tuvo fama de inaccesible (y fue así durante un tiempo), pero lugares como "Lo del Francés" son bienvenidos porque acercan la "madre de todas las cocinas" a un público más numeroso.
Hay muchos cocineros argentinos que recorrieron diversos países para capacitarse y que, por razones "irracionales", deciden volver para desarrollar su talento en propia tierra. La familia tira, los amigos, el deseo de que los hijos se críen en el ambiente que vio nacer a sus padres, son apenas algunos motivos que deciden a profesionales exitosos dejar su zona de confort. Es lo que pasó con el chef Agustín Brañas, que tras una larga estadía en el exterior -de alguna manera la prosigue a la distancia y con viajes continuos-, abrió en Palermo su propio restaurante, Benedetta, el nombre de una de sus hijas.
Al fin pudimos cumplir la promesa. Damián Cicero abrió "El Bodegón del Mono" pocos días antes de comenzar el encierro por la pandemia. Pasó el tiempo, pero nos quedaba pendiente la visita. Este domingo comprobamos que no es necesario tanto lujo ni sofisticación para dar muy bien de comer y cobrar no más que lo justo y razonable. Dos parámetros que no siempre se cumplen. Esa conjunción entre platos españoles y criollos, regocija nuestros paladares y nos acaricia el bolsillo. Más no se puede pedir.
Las raíces italianas del chef Javier Marrone se lucen en Dinonna, el ristorante que abrió hace un año en Lanús y que rinde homenaje a la nonna Teresina.