Un socio del Club Alemán y amante de la gastronomía, Juan Carlos Stupp, reabrió el restaurante que ofrece una de las mejores vistas de la ciudad. Y también auténticos platos de la cocina alemana, por desgracia no tan nutrida de ofertas en estos tiempos.
CLUB ALEMÁN RESTAURANT - Dirección: Avenida Corrientes 327 Piso 22 Microcentro. Teléfono: 011 4311 3313. Abierto de lunes a miércoles de 9.00 a 15.00; jueves y viernes de 9.00 a 15.00, y de 20.00 a 00.00. Precio: $$$. Reservas: wa.link
Una buena noticia para los que gustan de la cocina alemana que, lamentablemente, con el cierre de algunos establecimientos clásicos (varios locales de la Munich, Zur Eiche o las sucesivas mudanzas de Bodensee, etcétera) ha quedado limitada a muy escasas opciones en Buenos Aires y el Conurbano.
El Club Alemán, pandemia mediante, había perdido a Zirkel, nombre con el cual funcionó el restaurante ubicado en las alturas del piso 22 del edificio donde también se ubica el Instituto Goethe.
Afortunadamente, un socio del club, Juan Carlos Stupp, dedicado a servicios de catering, tomó las riendas de la nueva concesión, para que el restaurante tuviera nuevamente presencia ocupando un lugar imprescindible para la oferta gastronómica de la ciudad.
Por el momento, Club Alemán Restaurant abre solamente los días hábiles para almuerzos y solo con horario nocturno los jueves y viernes. Si bien la carta está nutrida de platos que podemos encontrar en la cocina internacional, hay una fuerte presencia alemana entre las opciones.
Para empezar, proponen la tabla de fiambres y quesos para compartir (dos personas); rolls de zucchini con queso blanco y finas hierbas; vieiras gratinadas con parmesano y champiñones; o champiñones rellenos con cherries y queso brie.
Como principal se eligió la variedad de salchichas alemanas asadas con kartoffelsalat (la tradicional ensalada de papas). Muy buena elección. Y, para estos días gélidos, nada mejor que el abundante goulash con spatzles.
Otra especialidad alemana es el chorizo knackwurst con salsa de mostaza, y chucrut garnie (vale recordar que en Alemania el nombre correcto del chucrut es sauerkraut).
Otra opción muy tentadora de la carta de principales son los raviolones de cordero con salsa provenzal (hay una alternativa rellena de verduras).
Además, bondiola braseada con salsa agridulce y arroz a la manteca, con hierbas y almendras; o roll de pescado relleno con verduras, salsa velouté, vino blanco y soufflé de verduras, entre otros platos.
Para el final, streusel de manzana y profiterol con helado; peras al vino tinto; más clásicos como el tiramisú, el flan casero con salsa de dulce de leche, y la macedonia de frutas frescas. Además, frutillas a la pimienta negra, con crema al ron y helado.
Tienen asimismo un menú del día, que incluye plato principal y postre a elección, copa de vino o agua mineral, café o té a $ 3.500 (valor del mes de mayo). Y los socios del Club Alemán tienen un descuento del 20%.
Bienvenida sea la recuperación de este espacio que nos permite reencontrarnos con algunas especialidades alemanas, a lo que se agrega una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
Por razón precio calidad, Cruz Omakase se destaca como un verdadero "best-buy". Sin sofisticaciones innecesarias, su propuesta permite disfrutar de una docena de pasos que van in crescendo, al tiempo que también podés optar por opciones de handrolls y una selección de etiquetas de la vinoteca vecina del mismo nombre, así como la reciente incorporación de whiskies japoneses.
"Capricho, deseo vehemente, ilusión". Así define la Real Academia Española a la palabra "berretín". Y esas tres cosas son las que llevaron a un holandés a abrir un restaurante a su propio gusto y piacere. Para ello se afincó hace un tiempo entre nosotros porque, como nos dijo, "Buenos Aires es como estar en Europa, pero lejos de todo". Se llama Nicolás Houweling y, junto a su hermana Bente (que estará a cargo del café de la planta baja de próxima apertura), abrió "Presencia", un restaurante en el que quiere también omitir todo lo que le parece inapropiado cuando uno sale a comer afuera. Para ello, convocó al chef Rodrigo Da Costa, de último paso por "Le Réve". Nuestra visita coincidió con el fin de la marcha blanca y comienzo del servicio al público. Impecable todo.
La chef ejecutiva de Casa Cavia, Julieta Caruso, renovó el menú de mediodía con una propuesta que permite pedir a la carta o bien elegir entre menús de pasos. A ello, se suma la coctelería creativa de la bartender Flavia Arroyo y una selección notable de vinos a cargo de Delvis Huck. La dirección general es de Guadalupe García Mosqueda.