De la mano de Javier Rodríguez, chef propietario del mejor restaurante cordobés (El Papagayo), Standard 69 es una opción de comfort food que ya cuenta con dos locales. Este último visitamos el más nuevo, ubicado en el espacio Punto W, en la Rotonda de Villa Warcalde.
Standard 69. Dirección: José María Eguía Zanón, Ciudad de Córdoba. Teléfono: + 54 9 351 077 780. Principales tarjetas. Web: www.standard69.com / Instagram: standard_69
Tipo de Cocina: Comfort Food
Barrio: Villa Warcalde, Ciudad de Córdoba
Precio: $$$
Sin dudas que Javier Rodríguez es mucho más conocido por ser el chef propietario de El Papagayo, uno de los mejores restaurantes del interior del país, que por sus otros emprendimientos gastronómicos.
Este santiagueño de familia materna cordobesa, acredita una vasta experiencia en otros países, incluyendo nada menos que un paso por Noma, el laureado restaurante de Copenhague del chef René Redzepi.
Hace tres años tuvimos la posibilidad de conocer Standard 69, un por entonces nuevo concepto abierto en el centro de Córdoba Capital. Esta vez, Javier nos recomendó conocer la sucursal ubicada en un espacio llamado Punto W, en la rotonda de Villa Warcalde, un barrio del noroeste de la capital cordobesa, al sur del río Suquía.
El local es moderno y cuenta con un salón interior muy cómodo, además del patio que, en caso de que el tiempo acompañe, es una buena opción para disfrutar del sol del mediodía.
Standard 69 tiene el concepto de comfort food, a lo que se ha definido como "aquella comida fácil de preparar, que es rica en sabor y alta en carbohidratos; que nos ayuda a sanar heridas físicas o emocionales". Un estilo que se popularizó allá por el año 2014, a partir del libro de Jamie Oliver que lleva ese mismo título.
La carta incluye una selección de cuatro snacks, platitos y postres. Lo ideal, en consecuencia, es optar por una variedad amplia de opciones si la mesa es nutrida (al menos cuatro personas), de manera de probar varias cosas.
Para nuestra mesa de 3, optamos por la selección de fiambres y un escabeche de berenjenas, acompañado de pan de masa madre. Las demás alternativas son un hummus no clásico, de ricota, aceitunas, hojas de alcaparra y crackers; croquetas de jamón crudo, y empanadas criollas fritas.
Entre los platitos, se pidió el tartar de lomo, que vemos que ya salió esta semana de la carta. Una delicia de la culinaria francesa, que entre nosotros es poco habitual de encontrar. Estaba acompañado de piel de papines crocantes.
También probamos la morcilla a la parrilla, con manzana verde, vermut y nueces; así como el bife angosto de 500 gramos con papines y salsa criolla. Un punto más cocido de lo pedido, pero es lo que habitualmente pasa en el interior del país.
Las bebidas que acompañaron la comida fueron seis unidades sin alcohol (entre aguas y gaseosas), debido a que se trataba de un almuerzo previo a la gran final de la Copa de la Liga, en el estadio Mario Alberto Kempes, ex Chateau Carreras. No daba para vino, lamentablemente. El valor total alcanzó a $ 8.610, muy satisfactoria en relación precio calidad.
En el rubro "Platitos" hay varias opciones más en la carta: locro; curry de langostinos; arepa de pollo; cordero braseado con polenta blanca; mejillones al ajillo; portobellos a la parrilla; tacos de bondiola; pollo anticuchero; berenjenas a la libanesa, y entraña a la parrilla con chimichurri.
Los postres, que esta vez no se pidieron, son: flan con dulce de leche; Némesis de chocolate; cobbler de ciruelas con helado de pistacho, y pavlova.
Si andás por Córdoba Capital, no te pierdas almorzar o cenar en Standard 69, una cocina sencilla, rica y que nos retrotrae a recuerdos de la infancia. Y con una relación precio calidad muy buena, por si algo más hacía falta.
Por razón precio calidad, Cruz Omakase se destaca como un verdadero "best-buy". Sin sofisticaciones innecesarias, su propuesta permite disfrutar de una docena de pasos que van in crescendo, al tiempo que también podés optar por opciones de handrolls y una selección de etiquetas de la vinoteca vecina del mismo nombre, así como la reciente incorporación de whiskies japoneses.
"Capricho, deseo vehemente, ilusión". Así define la Real Academia Española a la palabra "berretín". Y esas tres cosas son las que llevaron a un holandés a abrir un restaurante a su propio gusto y piacere. Para ello se afincó hace un tiempo entre nosotros porque, como nos dijo, "Buenos Aires es como estar en Europa, pero lejos de todo". Se llama Nicolás Houweling y, junto a su hermana Bente (que estará a cargo del café de la planta baja de próxima apertura), abrió "Presencia", un restaurante en el que quiere también omitir todo lo que le parece inapropiado cuando uno sale a comer afuera. Para ello, convocó al chef Rodrigo Da Costa, de último paso por "Le Réve". Nuestra visita coincidió con el fin de la marcha blanca y comienzo del servicio al público. Impecable todo.
La chef ejecutiva de Casa Cavia, Julieta Caruso, renovó el menú de mediodía con una propuesta que permite pedir a la carta o bien elegir entre menús de pasos. A ello, se suma la coctelería creativa de la bartender Flavia Arroyo y una selección notable de vinos a cargo de Delvis Huck. La dirección general es de Guadalupe García Mosqueda.