Al gran ajo argentino, salud

El ajo tiene mala fama, porque dicen que deja mal olor y eso se nota cuando alguien se nos acerca (ni hablar de dar un beso). Pero es mito y nada más que eso. Lo que realmente importa es que tienen propiedades benéficas para el cuerpo humano, mucho más que cualquier otro fruto de la tierra.

Lean y comprenderán: 

Nutrientes

El ajo está lleno de nutrientes esenciales para nuestro cuerpo, entre ellos aceites, fructosanos, gran variedad de vitaminas como la C y la B6, minerales como el calcio, magnesio, potasio, y fósforo, e inclusive flavonoides con propiedades antibacteriales, antigripales y antiinflamatorias. 

Antibiótico

Gracias a la alicina, el ajo puede actuar en nuestro organismo como un antibiótico natural, es decir nos ayudará a evitar la proliferación de bacterias en nuestro cuerpo, lo que es de gran ayuda para la prevención de enfermedades e infecciones relacionadas con estos contaminantes.

Antifúngico

El ajo también puede evitar la aparición de hongos en el cuerpo, se ha comprobado que muchos de este tipo de contaminantes son sensibles a esta planta, ya que debido a sus propiedades ralentiza el crecimiento de los hongos y en muchos casos evita que crezcan. Por esta razón, inclusive se usa en la agricultura para evitar que aparezcan hongos en algunas cosechas.

Colesterol

El colesterol malo (LDL) es el responsable de obstruir las paredes arteriales si se descuida, por lo que para mantener una salud adecuada en nuestro sistema circulatorio, es importante regular y disminuir el nivel de este tipo de colesterol en la sangre y el ajo nos puede ayudar a ello. De hecho, en muchos lugares el extracto de ajo es bastante popular para tratar el colesterol.

Antiviral

El efecto antivírico del ajo es uno de los aspectos de esta planta que aún se sigue estudiando, debido a sus propiedades y sus nutrientes. Los científicos creen que el ajo puede ayudar a evitar el contagio de algunas enfermedades virales sobre todo las relacionadas con las vías respiratorias como la gripe o los resfríos.

Presión sanguínea

Así como nos ayuda a controlar el colesterol malo, otro de los beneficios populares del ajo es la regulación de la presión en la sangre, ya que ayuda a qué el flujo sanguíneo sea más fluido. Esto se debe a que el ajo promueve la producción del ácido nítrico, un nutriente que diluye la sangre. 

Antioxidantes

Los antioxidantes ayudan a nuestro cuerpo a combatir el envejecimiento prematuro y a proteger nuestras células: el ajo es una gran fuente de estos nutrientes que ayudan a neutralizar los radicales libres. La alicina que mencionábamos anteriormente, es uno de estos antioxidantes por lo que se puede utilizar para obtener estos nutrientes.

Antitóxico

Los sulfóxidos presentes en el ajo, pueden ayudar a combatir los efectos de los metales pesados en el organismo, lo cual lo convierte en una planta esencial para mantener en buenas condiciones el cuerpo y mejorar la salud. Los metales pesados pueden encontrarse en muchos aspectos de nuestra vida que, tal vez, no controlamos al 100%.

Expectorante

Así como ayuda a mantener a raya las enfermedades virales gracias a su efecto antiviral, el ajo también puede ayudarte a tratar algunos síntomas derivados de estas, como el exceso de mucosidades en las vías respiratorias, gracias a sus efectos como vasodilatador, el ajo puede ayudarte a eliminar las molestas flemas tan comunes de este tipo de enfermedades.

Diabetes

El ajo también puede ser un gran aliado para tratar y combatir la diabetes. Varios estudios han demostrado los beneficios del consumo de ajo en esta enfermedad, debido a sus componentes. Esta planta tiene la capacidad de reducir los niveles de glucosa en tu organismo, ya que puede estimular al páncreas y la producción de insulina, lo que puede beneficiarte si padecés de diabetes.

Y ahora para que les dé envidia: hemos recibido un frasco de ajos de producción limitada de Finca Isis. El producto tiene aproximadamente dos años y medio, una de las pocas veces además que la empresa lo elaboró con su piel y que arrojó resultados sorprendentes.

Este producto forma parte del desarrollo para el mercado asiático. Específicamente los chinos. Dado que el ajo va evolucionando en su conserva, Oscar y Adriana esperaron un buen tiempo para empezar a probarlo, antes de compartirlo. 

Y qué bueno que lo haya hecho, porque así hemos podido comprobar la sutileza del producto, lo tiernos que están los dientes, el suave sabor avinagrado y el toque dulzón que es característico de esta evolución que han tenido los ajos de Finca Isis.

Para destruir mitos y leyendas, antes de la pandemia Finca Isis participó en Ushuaia de una exposición en la que daban a degustar sus productos, y lo más sorprendente fue la cantidad de mujeres y las reiteradas veces que se acercaron a probar el ajo, contrariamente a la creencia popular. Los hombres somos más "bestias" en ese sentido, y nos devoramos el producto sin importar efectos secundarios, que forman parte del mito popular y no mucho más que eso.

Pero atención, porque hay un detalle trascendente a considerar: la alicina solo se forma cuando machacamos o partimos ajo crudo. Oscar Mazzitelli nos enseña que si lo cocinás antes de machacarlo, sus beneficios no serán los mismos. Por eso, la mejor manera de consumir ajo es crudo, o machacarlo y dejarlo durante un tiempo antes de agregarlo a las comidas.

Para concluir, les dejamos aquí el link de la nota que publicamos en 2018 y que, seguramente, será de gran interés especialmente para los cocineros porque se refiere a otro mito que es el brote verde del ajo: https://www.fondodeolla.com/nota/15411-el-brote-verde-del-ajo/