La América totalMartes, 26 de enero de 2021Ya sin ILatina, que cerró sus puertas por la pandemia, Ronconcon ha quedado como único restaurante que conjuga juntas a todas las culinarias latinoamericanas. Desde la molleja argentina, a los tacos mexicanos; de los patacones a las arepas.
Ronconcon - Beauchef 527 Buenos Aires. Teléfonos: 2085-5860 / WhatsApp 11 6953 2645. Abierto de lunes a sábados de 18 a 24; domingos de 12 a 16, y de 18 a 24. Principales tarjetas. App para delivery: Rappi.
Tipo de Cocina: Latinoamericana
Barrio: Caballito
Precio: $$$
"Una molleja argentina que se une con cachapas (arepas de choclo) y chimichurri de huacatay. Un plato que sube del sur hacia "la América total. Eso es Ronconcon, que cubre un vacío existencial en la gastronomía porteña. Un restaurante con esencia latina apto para todo bolsillo".
Eso decíamos allá por octubre de 2019 cuando visitamos por primera vez este lugar de un argentino (Emilio Bruno) y dos venezolanos: Nayari Moncada (esposa de Emilio) y Paul Porras. Como jefe de cocina, en octubre pasado, al momento de la reapertura, se sumó como jefe de cocina otro venezolano: Daniel Seijas.
Nos comenta Emilio que, pese a la cuarentena, nunca dejaron de pagar los sueldos y de cumplir con los compromisos. El local cuenta con un salón principal y la barra al fondo; más otro saloncito privado, un pequeño patio y ahora también atienden en la vereda.
La carta es una sinfonía de sabores latinoamericanos, algunos platos que son compartidos por varios países, como los patacones y las arepas; otros identificables con un solo lugar, como el venezolano asado negro y los tequeños; hasta algunas licencias a nuestra propia cultura gastronómica como las mollejas presentadas de una forma diferente.
Emilio es el encargado de la barra, de manera que resulta casi imperdonable no comenzar con una de sus creaciones, aunque quienes prefieran alguna bebida no alcohólica puedo optar por: limonada de coco, aguapanela, refresco de pepa y agua fresca de Jamaica.
El menú básicamente es el mismo que ofrecían antes de la cuarentena, pero se han agregado algunas nuevas opciones. Una de ellas son los tacos de coliflor con cremoso de maní, pickles, jalea de ají amarillo, salsa macha, cilantro y lima.
El otro es la "fiesta de la quinoa", activada con leche de coco, aromáticas frescas, tomates Reliquia, mango, casabe (pan ácimo venezolano, hecho con harina de mandioca), chiles y tajín casero. Ambos platos demuestran que los platos vegetarianos también pueden resultar atractivo.
Los "amasijos" llegan a la mesa a pedido de los clientes (se cobran $ 220) y consisten en panes de café, buñuelos colombianos y arepitas andinas. El cebiche de pesca curada sale con ají amarillo, maíz chuspillo, mango y chips, con un toque caribeño.
Lo mexicano viene otra vez por el lado de los tacos, aunque un más clásico de cerdo confitado, rocoto ahumado, palta y café, cebolla morada, cilantro, naranja y chicharrón; y también por el mole de tamarindo (yuca frita, tomates Reliquia, queso feta y eneldo).
Las mollejas bien argentinas son de degolladura pero presentadas de manera inusual: con cachapas (de maíz), chimichurri de huacatay y lima.
Otras opciones son el pan de maíz y pollo frito con puré de aguacate, manjar negro y chiles encurtidos; empanadas de ossobuco en masa de maíz; o para paladares más aficionados al contraste de sabores están las arepas de piña asada con canela, queso llanero, ensalada de maíz quemado, chiles y merey (cajú).
El asado negro venezolano aporta una forma diferente para nuestra infaltable carne vacuna. Se trata de carrillera de novillo, con puré de zapallo y mandarina, tostadas de maíz y hojas verdes.
Para el final proponen tres postres. Uno de ellos es la torta de auyama (zapallo) con crema de queso y miel de caña, que se probó, cuyo último ingrediente mencionado le aporta buen contraste a la preparación para atenuar el dulzor.
También hay arroz con leche con papelón (panela), coco, crema de dulce de leche y sésamo más garrapiñada de chuspillo; así como un volcán de plátano maduro, dulce de leche, crema de queso feta, guayaba y lima.
La tercera pata de la gastronomía, el servicio, es fundamental en este caso para comprender la raíz de cada plato y su preparación. De ahí que hace falta alguien que oriente al comensal y describa con conocimiento cada plato. Lo cumplió a la perfección, con buena onda y acento venezolano nuestra camarera de la noche, Eddy Blanco. Bien por ella.
Se reitera: sin ILatina, que ocupaba cumplía el mismo espacio, solo queda Ronconcon para encontrar todos los sabores latinoamericanos juntos. Y además a un precio más que amable.
Ya sin ILatina, que cerró sus puertas por la pandemia, Ronconcon ha quedado como único restaurante que conjuga juntas a todas las culinarias latinoamericanas. Desde la molleja argentina, a los tacos mexicanos; de los patacones a las arepas.
Ronconcon - Beauchef 527 Buenos Aires. Teléfonos: 2085-5860 / WhatsApp 11 6953 2645. Abierto de lunes a sábados de 18 a 24; domingos de 12 a 16, y de 18 a 24. Principales tarjetas. App para delivery: Rappi.
Tipo de Cocina: Latinoamericana
Barrio: Caballito
Precio: $$$
"Una molleja argentina que se une con cachapas (arepas de choclo) y chimichurri de huacatay. Un plato que sube del sur hacia "la América total. Eso es Ronconcon, que cubre un vacío existencial en la gastronomía porteña. Un restaurante con esencia latina apto para todo bolsillo".
Eso decíamos allá por octubre de 2019 cuando visitamos por primera vez este lugar de un argentino (Emilio Bruno) y dos venezolanos: Nayari Moncada (esposa de Emilio) y Paul Porras. Como jefe de cocina, en octubre pasado, al momento de la reapertura, se sumó como jefe de cocina otro venezolano: Daniel Seijas.
Nos comenta Emilio que, pese a la cuarentena, nunca dejaron de pagar los sueldos y de cumplir con los compromisos. El local cuenta con un salón principal y la barra al fondo; más otro saloncito privado, un pequeño patio y ahora también atienden en la vereda.
La carta es una sinfonía de sabores latinoamericanos, algunos platos que son compartidos por varios países, como los patacones y las arepas; otros identificables con un solo lugar, como el venezolano asado negro y los tequeños; hasta algunas licencias a nuestra propia cultura gastronómica como las mollejas presentadas de una forma diferente.
Emilio es el encargado de la barra, de manera que resulta casi imperdonable no comenzar con una de sus creaciones, aunque quienes prefieran alguna bebida no alcohólica puedo optar por: limonada de coco, aguapanela, refresco de pepa y agua fresca de Jamaica.
El menú básicamente es el mismo que ofrecían antes de la cuarentena, pero se han agregado algunas nuevas opciones. Una de ellas son los tacos de coliflor con cremoso de maní, pickles, jalea de ají amarillo, salsa macha, cilantro y lima.
El otro es la "fiesta de la quinoa", activada con leche de coco, aromáticas frescas, tomates Reliquia, mango, casabe (pan ácimo venezolano, hecho con harina de mandioca), chiles y tajín casero. Ambos platos demuestran que los platos vegetarianos también pueden resultar atractivo.
Los "amasijos" llegan a la mesa a pedido de los clientes (se cobran $ 220) y consisten en panes de café, buñuelos colombianos y arepitas andinas. El cebiche de pesca curada sale con ají amarillo, maíz chuspillo, mango y chips, con un toque caribeño.
Lo mexicano viene otra vez por el lado de los tacos, aunque un más clásico de cerdo confitado, rocoto ahumado, palta y café, cebolla morada, cilantro, naranja y chicharrón; y también por el mole de tamarindo (yuca frita, tomates Reliquia, queso feta y eneldo).
Las mollejas bien argentinas son de degolladura pero presentadas de manera inusual: con cachapas (de maíz), chimichurri de huacatay y lima.
Otras opciones son el pan de maíz y pollo frito con puré de aguacate, manjar negro y chiles encurtidos; empanadas de ossobuco en masa de maíz; o para paladares más aficionados al contraste de sabores están las arepas de piña asada con canela, queso llanero, ensalada de maíz quemado, chiles y merey (cajú).
El asado negro venezolano aporta una forma diferente para nuestra infaltable carne vacuna. Se trata de carrillera de novillo, con puré de zapallo y mandarina, tostadas de maíz y hojas verdes.
Para el final proponen tres postres. Uno de ellos es la torta de auyama (zapallo) con crema de queso y miel de caña, que se probó, cuyo último ingrediente mencionado le aporta buen contraste a la preparación para atenuar el dulzor.
También hay arroz con leche con papelón (panela), coco, crema de dulce de leche y sésamo más garrapiñada de chuspillo; así como un volcán de plátano maduro, dulce de leche, crema de queso feta, guayaba y lima.
La tercera pata de la gastronomía, el servicio, es fundamental en este caso para comprender la raíz de cada plato y su preparación. De ahí que hace falta alguien que oriente al comensal y describa con conocimiento cada plato. Lo cumplió a la perfección, con buena onda y acento venezolano nuestra camarera de la noche, Eddy Blanco. Bien por ella.
Se reitera: sin ILatina, que ocupaba cumplía el mismo espacio, solo queda Ronconcon para encontrar todos los sabores latinoamericanos juntos. Y además a un precio más que amable.