A El Preferido la cuarentena le llegó en el mejor momento, mientras transitaba con gran éxito de público su primer año de vida. Tras el cierre obligado por la pandemia, regresó con su propuesta de neobodegón porteño con sus espacios habituales: salón, patio interno y vereda ampliada.
El Preferido - Jorge Luis Borges 2108 esquina Guatemala - Teléfono: 4774-6585. Abierto todos los días desde las 12 al cierre. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: Porteña
Barrio: Palermo
Precio: $$$
Gerenciamiento de Don Julio, ingeniería gastronómica de Guido Tassi y cocina del día a día por Martín Lukesch. Una perfecta combinación para que la cocina porteña de bodegón se transforme en una propuesta moderna y de alto nivel.
Transitaba su primer año de vida con un éxito fenomenal de público, cuando El Preferido (de Palermo), debió cerrar sus puertas para atender delivery a la espera de que se hiciera más flexible el encierro. Tardó más de la cuenta pero valió la pena la espera.
Hoy da placer sentarse en la vereda (a la cual se anexó a modo de deck un pequeño espacio de la calle Guatemala), tanto o más que en el salón principal que frecuentamos varios veces, o el patio interno desde el cual se ve a la brigada trabajar (dicho sea de paso en el mediodía que nos tocó había más cupo femenino que masculino), por si a alguien con los cables pelados se le ocurre seguir con fake news en las redes.
La propuesta no ha cambiado, la carta propone platos pequeños (ideales para compartir y probar mucho), clásicos (de bodegón) y postres tradicionales.
Para comenzar la casa invitó un plato de los fenomenales embutidos que son obra de Guido Tassi. Por lo general uno pide en El Preferido un vaso de vermú, siguiendo la tradición porteña, aunque esta vez fuimos derecho para una botella de Criolla, clarete perfecto para un mediodía primaveral.
Como plato del día se destacaba una sartén de vieiras en abundante cantidad y tamaño. Elección que implicaba empezar allá arriba, por lo que el desafío era continuar sin decaer en calidad, lo que finalmente no ocurrió.
La anchoa de banco estilo boquerón estaban perfectas en la textura de su carne y el delicado aliño sin excesos avinagrados como suele suceder en otros lugares.
Los zucchini cortados en finas láminas con huevo frito, y el fainá con provolone fueron otras dos opciones elegidas por el jefe de cocina, a quien le pedimos que decidiera por nosotros. Y fue un acierto hacerlo.
Todavía quedaba espacio para la morcilla casera con huevo de campo. Otro plato que recordábamos de los tiempos previos a la cuarentena.
El principal fue lenguado entero al horno al carbón con limones en conserva, y guarnición de espárragos trigueros también cocidos en el horno. Los tiempos actuales no dejan espacio para el carancheo, pero el mozo lo preparó en forma democrática para que a cada uno le tocara una porción similar.
Todavía quedó espacio para una copa del vino en damajuana de 3 litros, un Saint Felicien Sangiovese que la Bodega Catena Zapata envasa especialmente para Don Julio y El Preferido.
Un par de cafés y se pagaron $ 2.000 por cabeza (incluyendo la propina y deducida una atención de la casa), lo cual determina una muy buena relación precio calidad.
Los postres son tentadores, pero no hubo quórum dada la avalancha de platos que llegaron a la mesa tal como lo describimos más arriba. Sobre todos los helados, que son de elaboración propia (dulce de leche, sabayón); el sorbet de damasco con Semillón, y el affogato con helado de crema de leche de Jersey, y café ristretto.
Hay una carta de vinos muy bien pensada para este tipo de gastronomía muy aporteñada. Y cuentan con un servicio atento y discreto.
La propuesta de El Preferido sigue por la línea trazada en el momento de su apertura, que permitió además evitar el cierre de un lugar histórico de la ciudad.
El Alvear Grill nació el 16 de julio de 2018 para reemplazar nada menos que a La Bourgogne, que apagó sus fuegos tras la cena de la Revolución Francesa, dos días antes y luego de una larga trayectoria en ese lugar. Es uno de los espacios históricos y más elegantes de la gastronomía porteña, ubicado dentro del Alvear Palace Hotel. Hoy el restaurante aparece renovado, a través de la incorporación del chef Leandro Di Mare y de la gerente de AA&BB, Gabriela Troncoso. Su propuesta conlleva una dualidad positiva: las carnes argentinas y una cocina de elaboración puntillosa y creativa.
Pocos días después de su apertura, Kuro Kuma ("Oso Negro" en japonés) aparece poblado de comensales en una fría noche de miércoles. Se trata de uno de los espacios más llamativos de VíaViva, el pasaje debajo del viaducto del tren a Tigre, que nace en la calle Juramento, en la entrada al Barrio Chino. La propuesta es de cocina asiática, garantizada por la sapiencia de Oscar Lin, propietario y chef de Síntesis Tapas Asiáticas, en Palermo. Para quienes prefieren la comodidad de un salón cómodo y climatizado, antes que la comida callejera al paso, sin dudas éste es el lugar a elegir.
En los confines de Villa Urquiza, Bonario es un nuevo pequeño restaurante ubicado en una estratégica esquina del barrio, sobre la Avenida Congreso. Su propuesta -creada por el chef Sebastián Iraola-, se basa primordialmente en la cocina mediterránea, con platos simples, ricos y abundantes. Está abierto todo el día y funciona además como cafetería.