ResilienciaMiércoles, 12 de agosto de 2020Para el diccionario de la Real Academia Española, uno de los significados es "la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos". La pandemia no solo perturbe sino que destruye. El Estado mira pero no actúa. Veamos el caso de Jornal.
Por diferentes razones la resiliencia, que es una virtud del ser humano, no siempre se manifiesta como debiera. En realidad, todos somos resilientes, solo que el agente perturbador es muchas veces demasiado fuerte como para tener posibilidades de superación.
Ayer mismo, con mucha tristeza, publicábamos la nota titulada "Ni uno menos", en relación al cierre del Restaurante Amici Miei. En estos cinco meses de cuarentena absurda e irracional, muchos restaurantes han quedado en el camino, algunos de larga trayectoria. Otros resisten como pueden.
Hace justos dos meses, también publicábamos la situación que estaba viviendo Lucas Villalba, propietario de Moshu y Jornal, sobre todo con este último restaurante que abrió pocos meses antes de que llegara la pandemia a nuestro país, y que por tal motivo está impedido al igual que muchos otros, de acceder a los beneficios (insuficientes, pero beneficios al fin) que otorga el Estado: https://www.fondodeolla.com/nota/16488-historias-que-parten-el-alma/
En todo este tiempo, lejos de bajar los brazos, en Jornal hubo una reconversión que al menos sirve para seguir adelante hasta que las cosas comiencen a normalizarse.
Así es que Lucas dice: "trato de encarar la vida con optimismo y confianza. Hoy, incluso en pandemia, soy más positivo que el año pasado. Me gusta creer que es posible. Y me sorprendo expandiendo mis creencias año a año, a veces a los golpes, a veces no. Pero crecen y es lo bueno. Aprendo. Descubrí hace años mi tendencia el vaso vacío, por ello mientras trato de modificarlo, ésta me sirve de motor para los obstáculos: los esquivo, derribo, salto, lo que sea para salir adelante".
Continúa: "con Jornal encaré un desafío enorme, mucho más grande que lo que podía imaginar. Nos fue bien, Pero llegó el aislamiento y todo lo que ya sabemos. Estuvimos en la banquina".
Y concluye, más optimista: "hoy estamos mejor que hace cinco meses y es a puro oficio, respetando los valores del trabajo más que nunca. Armamos una panadería de la hostia en dos meses, encaramos una pastelería que en breve verá la luz, y el sábado pasado salimos con la última apuesta: pastas frescas boutique para cocinar en casa".
Una buena noticia, que no es la panacea universal pero sí un aliciente para sobrevivir. A pocos parece importarles el drama que están atravesando la gastronomía y el turismo, sin dudas los dos sectores más afectados por el Coronavirus.
Nada volverá a ser como antes. Pero al menos hay quienes tienen resiliencia. Resuenan en nosotros los versos del poeta Pedro B. Palacios, "Almafuerte": "No te des por vencido, ni aun vencido / no te sientas esclavo, ni aún esclavo / trémulo de pavor, piénsate bravo / y arremete feroz, ya mal herido".
Para el diccionario de la Real Academia Española, uno de los significados es "la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos". La pandemia no solo perturbe sino que destruye. El Estado mira pero no actúa. Veamos el caso de Jornal.
Por diferentes razones la resiliencia, que es una virtud del ser humano, no siempre se manifiesta como debiera. En realidad, todos somos resilientes, solo que el agente perturbador es muchas veces demasiado fuerte como para tener posibilidades de superación.
Ayer mismo, con mucha tristeza, publicábamos la nota titulada "Ni uno menos", en relación al cierre del Restaurante Amici Miei. En estos cinco meses de cuarentena absurda e irracional, muchos restaurantes han quedado en el camino, algunos de larga trayectoria. Otros resisten como pueden.
Hace justos dos meses, también publicábamos la situación que estaba viviendo Lucas Villalba, propietario de Moshu y Jornal, sobre todo con este último restaurante que abrió pocos meses antes de que llegara la pandemia a nuestro país, y que por tal motivo está impedido al igual que muchos otros, de acceder a los beneficios (insuficientes, pero beneficios al fin) que otorga el Estado: https://www.fondodeolla.com/nota/16488-historias-que-parten-el-alma/
En todo este tiempo, lejos de bajar los brazos, en Jornal hubo una reconversión que al menos sirve para seguir adelante hasta que las cosas comiencen a normalizarse.
Así es que Lucas dice: "trato de encarar la vida con optimismo y confianza. Hoy, incluso en pandemia, soy más positivo que el año pasado. Me gusta creer que es posible. Y me sorprendo expandiendo mis creencias año a año, a veces a los golpes, a veces no. Pero crecen y es lo bueno. Aprendo. Descubrí hace años mi tendencia el vaso vacío, por ello mientras trato de modificarlo, ésta me sirve de motor para los obstáculos: los esquivo, derribo, salto, lo que sea para salir adelante".
Continúa: "con Jornal encaré un desafío enorme, mucho más grande que lo que podía imaginar. Nos fue bien, Pero llegó el aislamiento y todo lo que ya sabemos. Estuvimos en la banquina".
Y concluye, más optimista: "hoy estamos mejor que hace cinco meses y es a puro oficio, respetando los valores del trabajo más que nunca. Armamos una panadería de la hostia en dos meses, encaramos una pastelería que en breve verá la luz, y el sábado pasado salimos con la última apuesta: pastas frescas boutique para cocinar en casa".
Una buena noticia, que no es la panacea universal pero sí un aliciente para sobrevivir. A pocos parece importarles el drama que están atravesando la gastronomía y el turismo, sin dudas los dos sectores más afectados por el Coronavirus.
Nada volverá a ser como antes. Pero al menos hay quienes tienen resiliencia. Resuenan en nosotros los versos del poeta Pedro B. Palacios, "Almafuerte": "No te des por vencido, ni aun vencido / no te sientas esclavo, ni aún esclavo / trémulo de pavor, piénsate bravo / y arremete feroz, ya mal herido".