Apenas dos días abierto y luego cierre por cuarentena. Un récord para el Guiness. Pero ahora Mercado de Liniers comienza sus entregas a domicilio desde el 1º de abril, de lunes a sábados de 9,30 a 18,30.
Alguna vez lo recordaremos como algo insólito. Tras una larga obra y mucha expectativa, Mercado de Liniers -un restaurante de amigos, tal como lo definió el chef Dante Liporace y a FDO le consta-, solo pudo atender al público el 13 y 14 de marzo.
Luego y antes de que el gobierno estableciera la cuarentena obligatoria, MDL decidió suspender sus actividades hasta el 1º de abril, aunque ahora con la extensión de la medida oficial, al menos habrá otras dos semanas de parate.
Por tanto, el restaurante comenzará mañana a entregar los platos de un menú especialmente elaborado por el sistema de delivery. Está claro que la Alta Cocina no se puede mandar a tu casa en moto, por razones obvias.
Es así que el chef armó una nueva propuesta que estará disponible por pedidos a Rappi o directamente a los siguientes teléfonos: 2144 5043 y 15 6948 0017. La comida se enviará envasada al vacío, para mantener la calidad del producto y preservar la seguridad alimentaria.
Los platos disponibles son los que se detallan a continuación: carrillera (guiso con arvejas y alcaparras, a $ 600); pollo MDL con puré de papas ($ 600); pollo al limón y estragón, zapallo cabutia ($ 500); risotto de hongos con ralladura de limón ($ 600); risotto de quinua con arvejas y calabaza ($ 500); locro con alioli ($ 500); Paella ($ 600); parmigiana de berenjenas ($ 500) y medallón de arroz y avena con papas ($ 400).
Y además, tres postres: cheesecake de dulce de leche ($ 460); tarta de chocolate ($ 460) y babá al rhum ($ 360).
Por otro lado, también se podrán pedir vinos de la Bodega Catena Zapata.
Ubicado en la esquina de Guatemala y Gurruchaga, en pleno corazón de Palermo, ORNO relanzó su propuesta que remite al ritual de compartir la mesa. Con platitos para picar, pastas artesanales, pizzas y algunos sabores porteños, se convierte en una cantina sui generis.
El otoño y el invierno son las estaciones ideales para disfrutar de un buen té. Thibon propone disfrutar de esta experiencia en un bar con historia y tradición.