Ajo Negro está cada vez mejor. Un lugar austero, donde comer en la barra es un privilegio y que basa su propuesta en el mar y sus mejores especies. Una cocina de alto vuelo que concluye en una notable relación precio calidad.
Ajo Negro - Dirección: Avenida Córdoba 6237 Buenos Aires. Teléfono: 4551-8263. Horarios: lunes a sábados de 19:30 a 23:30; no se aceptan reservas. Principales tarjetas de débito y crédito.
Tipo de Cocina: Tapas de Autor
Barrio: Colegiales
Precio: $$$
No llegan al año de vida pero hace rato que dan que hablar. Ajo Negro es un lugar distinto, en el cual las tapas se convierten en pequeños y a la vez grandes platos que derrochan creatividad. Son mucho más que lo que un distraído comensal podría suponer a priori: que llegará a la mesa (o mejor aún a la barra si uno llega temprano y se puede ubicar en ese lugar) un pedazo de tortilla sobre un pan o un langostino apanado sobre ídem. Estas son tapas en serio, en la verdadera concepción de esta forma de comer de los españoles.
Roti de pesca marinada.
Los platos de verano (permanecerán hasta marzo, aunque siempre hay opciones del día y algunos retoques), son un reflejo del estilo que caracteriza a este lugar.
La pesca marinada (lisa) con tomate, mayonesa de algas y cilantro, está servida sobre pan roti que uno termina comiendo como si fuera un taco mexicano. Da gusto entrascharse las manos y la boca.
Las mandiocas bravas son un hallazgo, por cuanto se ha potenciado el sabor y "tiernizado" a un vegetal de por sí complicado por sus propias características. Cual "librito" cortado en finas lonjas, va con alioli y salsa brava, picante. Como tapita del día, cinco unidades de etéreos wantanes de relleno suave y sabroso.
Una de las tapas de la noche era la pesca (corvina negra) con garbanzos y una clásica salsa verde. El chef decidió cambiarnos lomo por ventresca del mismo pescado, que ofrecía casi la textura de unas kokotkas. Y fuera de carta, milanesa de pescado con puré de papas.
Una delicadeza más del chef, que nos regaló pescado marinado estilo tiradito con remolacha y maní, fuera de carta y de plato del día, solo una inspiración del momento.
Pescado marinado con remolachas y maní.
La carta contiene cinco tapitas y cinco tapas, más las opciones del día. Entre las más pequeñas, los pinchos morunos de langostinos, crema ácida y hojas de apio, son una de las más pedidas. Tambiénhay croquetas de mortadela y brócoli con alioli, y zanahoria con salsa de tamarindo, yogur de búfala y pistachos.
Y entre las tapas, morcilla de Burgos con ajo blanco, maní y uvas; vieiras en marinada frutal, porotos negros, harissa y cebolla; gnocchi romanos con estofado de mejillones y albahaca, y arroz thai, curry verde (picante), calamar, nabo, maní y uvas.
Los tres postres son el budín de bananas, cremoso de dulce de leche y crumble de leche; ganache de chocolate especiado, sopa de limón y jengibre, y carpaccio de sandía, queso azul y semillas de zapallo.
Bien por Damián Gianmarino y Gaspar Natiello, quienes con los recursos justos y mucha creatividad han logrado conformar una cocina sencilla, rica, de alto nivel y precios accesibles. Dicen que pronto nos darán otra sorpresa. Que así sea. Lo esperamos con expectativa.
El Alvear Grill nació el 16 de julio de 2018 para reemplazar nada menos que a La Bourgogne, que apagó sus fuegos tras la cena de la Revolución Francesa, dos días antes y luego de una larga trayectoria en ese lugar. Es uno de los espacios históricos y más elegantes de la gastronomía porteña, ubicado dentro del Alvear Palace Hotel. Hoy el restaurante aparece renovado, a través de la incorporación del chef Leandro Di Mare y de la gerente de AA&BB, Gabriela Troncoso. Su propuesta conlleva una dualidad positiva: las carnes argentinas y una cocina de elaboración puntillosa y creativa.
Pocos días después de su apertura, Kuro Kuma ("Oso Negro" en japonés) aparece poblado de comensales en una fría noche de miércoles. Se trata de uno de los espacios más llamativos de VíaViva, el pasaje debajo del viaducto del tren a Tigre, que nace en la calle Juramento, en la entrada al Barrio Chino. La propuesta es de cocina asiática, garantizada por la sapiencia de Oscar Lin, propietario y chef de Síntesis Tapas Asiáticas, en Palermo. Para quienes prefieren la comodidad de un salón cómodo y climatizado, antes que la comida callejera al paso, sin dudas éste es el lugar a elegir.
En los confines de Villa Urquiza, Bonario es un nuevo pequeño restaurante ubicado en una estratégica esquina del barrio, sobre la Avenida Congreso. Su propuesta -creada por el chef Sebastián Iraola-, se basa primordialmente en la cocina mediterránea, con platos simples, ricos y abundantes. Está abierto todo el día y funciona además como cafetería.