Patio, piscina y mesaViernes, 10 de enero de 2020Mauro Campos, chef del Restaurante Patio 378 (Novotel Avenida Corrientes) propone nuevos y refrescantes platos para enfrentar el calor del verano. Cada uno de ellos con un nombre que despierta la imaginación.
Tipo de Cocina: De Autor
Barrio: San Nicolás
Precio: $$$$
Patio 378 es el restaurante del Hotel Novotel, de la Avenida Corrientes. Ya hemos comentado muchas veces su decoración con tonos de verde, que simula encontrarnos dentro mismo de una selva. Pero a eso hay que sumar el patio del fondo, la piscina, un oasis increíble en pleno cemento porteño.
Como es habitual en la cadena hotelera francesa Accor, la gastronomía es un punto fuerte y en este caso, ofrece algo distinto a lo que comúnmente observamos en la avenida que nunca duerme (o mejor dicho, que antes nunca dormía y que ahora desde la tardecita se hace semipeatonal).
El chef Mauro Campos suele sorprendernos en cada cambio de carta con nuevas creaciones, a veces alrededor de un mismo producto protagonista del plato (pulpo, molleja, que nunca faltan); otras con la incorporación de insumos no tan frecuentes de encontrar en las cartas de los restaurantes.
Cordero, atún rojo, ciervo, piñones, surubí, pato, son algunos de los productos que aparecen en la nueva carta veraniega. Fieles a la tradición del restaurante, cada plato lleva un nombre que lo "bautiza" según lo que la brigada imagina como referencia.
Y ése es un juego primario, leer el nombre y luego descifrar lo que éste nos propone. Reveladora es sin dudas la tablet que nos acercan a la mesa, con la descripción de cada plato y una foto que ayuda definitivamente a la elección entre tantas opciones tentadoras.
Esta vez, el pulpo aparece en una entrada "Púrpura": tiernísimo tentáculo con crema de apio caramelizado y ensalada fresca de papa, pepino, manzana y mostaza con repollo pocheado. No falla, una buena manera para comenzar la comida.
Por ser un menú degustación, se pudieron probar más platos que los tres pasos de rigor, más que suficientes para salir pipones.
"El Brote" resultó una opción refrescante: burrata, piñones (qué poco se los ve lamentablemente en los restaurantes), cítricos y menta, agua de tomate, "micro greens" y polvo verde.
Para completar una trilogía de entradas, nada mejor que el atún rojo curado, con mango, palta y caviar de quinua roja, gelée de uvas y flores.
Dejamos que los lectores que quieran pasar por Patio 378 descubran otros entrantes con sus respectivos títulos.
Es tiempo de principales. Y llega "El Hilo Rojo", no sabemos si inspirado en la película con la China Suárez y el chileno. No importa. Es una pechuga de pato en su justo punto con holandesa de remolachas, nabo, rábano y tatín de peras.
"La sombra del carnero" va por el lado del cordero (perdón por la cacofonía). Es un dúo de rack y lomo con manteca quemada, que se acompaña con trigo burgol, pistachos, puré de coliflor, brócoli asado y gremolata. Bien completito.
Va de suyo que la elección se hace difícil, porque hay además cerdo marinado, ciervo, codorniz rellena, pez de tierra, pesca del día, risotto de mar. No les contamos más porque perdería la gracia, pero todas las opciones nos incitan a la glotonería.
Los postres están a la altura en originalidad y una concepción nada ortodoxa. Por ejemplo, "Calipso", panna cotta de coco, ananás macerado en Malibú, su velo, ganache de limón y macaron, o bien "Los tres vagos", fresquísimo trío de mojito helado con sorbetes de lima, menta y ron.
Hay barra, para aprovechar algunos cócteles antes o después, y una carta de vinos no demasiado extensa, aunque sin precios inflados. Una buena señal.
Al mediodía tienen menú ejecutivo (solo buffet), o menú el chef con buffet más principal y bebida. Y siguen con el Menú Teatro, para los que salen a hora más tardía.
Lo dicho: Patio 378 es una de las opciones más válidas en la Avenida Corrientes. Más aún en esta época en que se pueden aunar precisamente el patio, la piscina y la mesa servida por un chef que cada día cocina mejor.
Mauro Campos, chef del Restaurante Patio 378 (Novotel Avenida Corrientes) propone nuevos y refrescantes platos para enfrentar el calor del verano. Cada uno de ellos con un nombre que despierta la imaginación.
Tipo de Cocina: De Autor
Barrio: San Nicolás
Precio: $$$$
Patio 378 es el restaurante del Hotel Novotel, de la Avenida Corrientes. Ya hemos comentado muchas veces su decoración con tonos de verde, que simula encontrarnos dentro mismo de una selva. Pero a eso hay que sumar el patio del fondo, la piscina, un oasis increíble en pleno cemento porteño.
Como es habitual en la cadena hotelera francesa Accor, la gastronomía es un punto fuerte y en este caso, ofrece algo distinto a lo que comúnmente observamos en la avenida que nunca duerme (o mejor dicho, que antes nunca dormía y que ahora desde la tardecita se hace semipeatonal).
El chef Mauro Campos suele sorprendernos en cada cambio de carta con nuevas creaciones, a veces alrededor de un mismo producto protagonista del plato (pulpo, molleja, que nunca faltan); otras con la incorporación de insumos no tan frecuentes de encontrar en las cartas de los restaurantes.
Cordero, atún rojo, ciervo, piñones, surubí, pato, son algunos de los productos que aparecen en la nueva carta veraniega. Fieles a la tradición del restaurante, cada plato lleva un nombre que lo "bautiza" según lo que la brigada imagina como referencia.
Y ése es un juego primario, leer el nombre y luego descifrar lo que éste nos propone. Reveladora es sin dudas la tablet que nos acercan a la mesa, con la descripción de cada plato y una foto que ayuda definitivamente a la elección entre tantas opciones tentadoras.
Esta vez, el pulpo aparece en una entrada "Púrpura": tiernísimo tentáculo con crema de apio caramelizado y ensalada fresca de papa, pepino, manzana y mostaza con repollo pocheado. No falla, una buena manera para comenzar la comida.
Por ser un menú degustación, se pudieron probar más platos que los tres pasos de rigor, más que suficientes para salir pipones.
"El Brote" resultó una opción refrescante: burrata, piñones (qué poco se los ve lamentablemente en los restaurantes), cítricos y menta, agua de tomate, "micro greens" y polvo verde.
Para completar una trilogía de entradas, nada mejor que el atún rojo curado, con mango, palta y caviar de quinua roja, gelée de uvas y flores.
Dejamos que los lectores que quieran pasar por Patio 378 descubran otros entrantes con sus respectivos títulos.
Es tiempo de principales. Y llega "El Hilo Rojo", no sabemos si inspirado en la película con la China Suárez y el chileno. No importa. Es una pechuga de pato en su justo punto con holandesa de remolachas, nabo, rábano y tatín de peras.
"La sombra del carnero" va por el lado del cordero (perdón por la cacofonía). Es un dúo de rack y lomo con manteca quemada, que se acompaña con trigo burgol, pistachos, puré de coliflor, brócoli asado y gremolata. Bien completito.
Va de suyo que la elección se hace difícil, porque hay además cerdo marinado, ciervo, codorniz rellena, pez de tierra, pesca del día, risotto de mar. No les contamos más porque perdería la gracia, pero todas las opciones nos incitan a la glotonería.
Los postres están a la altura en originalidad y una concepción nada ortodoxa. Por ejemplo, "Calipso", panna cotta de coco, ananás macerado en Malibú, su velo, ganache de limón y macaron, o bien "Los tres vagos", fresquísimo trío de mojito helado con sorbetes de lima, menta y ron.
Hay barra, para aprovechar algunos cócteles antes o después, y una carta de vinos no demasiado extensa, aunque sin precios inflados. Una buena señal.
Al mediodía tienen menú ejecutivo (solo buffet), o menú el chef con buffet más principal y bebida. Y siguen con el Menú Teatro, para los que salen a hora más tardía.
Lo dicho: Patio 378 es una de las opciones más válidas en la Avenida Corrientes. Más aún en esta época en que se pueden aunar precisamente el patio, la piscina y la mesa servida por un chef que cada día cocina mejor.