Osvaldo Gross ha sabido ganarse el respeto y el reconocimiento del público y de sus pares. Su nombre es hoy sinónimo de la mejor pastelería. Maestro en lo suyo, nació en Colonia Esperanza, la ciudad que es cuna de la inmigración europea en el país. El Senado de su provincia acaba de distinguirlo por su trayectoria.
Osvaldo Gross no solo es grande por lo que hace, sino también por su humildad y un don de gentes que no es frecuente encontrar entre quienes se han ganado un lugar de trascendencia en la gastronomía argentina.
Las cámaras que tanto frecuenta con éxito no le han obnubilado las ideas. Por el contrario, está siempre dispuesto a ayudar y atiende por igual a cada periodista, por más modesto que sea el medio en el que se desempeña.
Nos hemos enterado que la Cámara de Senadores de su provincia, Santa Fe, lo ha distinguido por su trayectoria profesional.
En su página de Facebook, Osvaldo dice: "super feliz por haber sido distinguido por mi trayectoria por la Cámara de Senadores de la Provincia de Santa Fe; mi provincia, orgulloso de ser santafesino".
"Gracias a los 19 senadores que representan a igual número de departamentos de Santa Fe; gracias al vicegobernador Carlos Fascendini por sus palabras" (curiosamente el funcionario también es oriundo de Esperanza).
Osvaldo estuvo acompañado por familiares y alumnos de escuelas de gastronomía. Muchos lo saludaron en las redes sociales.
"En la vida hay muy pocos pero preciados momentos en los cuales uno tiene la tranquilidad, el convencimiento y la altura suficiente como para echar un vistazo hacia atrás, recapitular y sentirse orgulloso del camino que ha recorrido", afirmó Gross.
En el barrio de Núñez, a metros de la Avenida Libertador, se encuentra este innovador espacio que se especializa en tres ítems principales: onigiris, sandos y café de especialidad. Un concepto novedoso creado por su dueño, Axel Meunier, junto a la artista Martina Quesada y el chef Segundo Farrell.
Inspirado en la mística de "La Sociedad de los Poetas Muertos", The Book Speakeasy Bar invita a vivir una experiencia distinta en el Oeste de la ciudad: barra íntima y cócteles que homenajean a grandes pensadores del pasado y figuras influyentes de la historia contemporánea.
La Pescadorita propone un menú especial preparado por el chef David Ribulgo, para disfrutar durante los mediodías y las noches, con sabores del mar y vinos D. V. Catena.