A Julián de Dios le gustó tanto, que repitió dos días seguidos la visita a De Rosa Clásico. Nos dejó una escueta crónica, por aquello de que "lo bueno, si breve, dos veces bueno". Y deja que las fotos que sacó hablan por sí mismas.
Para mí los restaurantes no se dividen entre los premiados y los ignotos, los caros y los regalados, los modernitos y los sucuchos.
No, para mí lo único importante es si el chef / cocinero / alma mater está en el restaurante o no. Así de simple.
Y Maurizio de Rosa, desde que lo conozco, apenas llegó de Nueva York siempre está al mando. Y se nota.
En De Rosa Clásico, su más reciente apertura hay empanadas potentes, antipasti variados, pastas deliciosas (los conchigliette al ragú de carne de tan ricos deben ser pecado), las pizzas diferentes pero tan buenas como las de San Paolo.
Roman Kissa Bar, un nuevo concepto inspirado en los kissa bars japoneses (espacios dedicados a la escucha atenta de vinilos), abrió sus puertas el 3 de diciembre en el barrio de Palermo. Lo definen como "un bar que propone un ambiente enfocado en el sonido de alta fidelidad, el silencio y una propuesta de coctelería y cocina de vanguardia".
15 de diciembre: edición única y limitada de "Fuego Compartido", que hace su tercer Pop-Up del año en República del Fuego, con la participación de BASA Buenos Aires. Un encuentro gastronómico efímero, donde dos cocinas se unen alrededor del fuego para crear una propuesta única.
Los avances tecnológicos, la conectividad y la rapidez para buscar información son una maravilla a celebrar, y debemos utilizarlos como herramientas muy útiles en nuestras actividades. Pero, no olvidemos aquello de "zapatero a tus zapatos", y a no creerse que pidiendo a la IA una reseña gastronómica o una novela, podamos ejercer como periodistas o escritores.