Xilantro (con x, como le dicen en México) es un caso notorio en la Zona Norte. Milton Raúl Villafañe creó su restaurante peruano en Martínez, hace ya ocho años. Y como la hierba que nunca pasa inadvertida en cualquier preparación, el estilo del lugar es exuberante y contundente.
Xilantro Perú Fusión - Sarmiento 95, Martínez - Teléfono: 4733-9012. Abierto de lunes a sábados mediodía y noche. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: Peruana
Barrio: Martínez, provincia de Buenos Aires
Precio: $$$
El cilantro nunca pasa inadvertido. Se ama o se odia. Estamos entre los primeros. Parece perejil, pero no lo es claramente. Una hierba potente, que deja su sello inconfundible en cualquier comida, muy utilizado en las gastronomías mexicana y peruana.
De origen desconocido, el Coriandrum sativum pertenece a la familia de las apiáceas o umbelíferas, género coriandrum. Se la conoce con diferentes nombres, aparte del más común que es cilantro. Puede ser xilantro (así le dicen en México, culantro europeo, dania, perejil chino y perejil japonés, entre otras acepciones. Y de hecho, es de muy frecuente uso en la gastronomía peruana, donde se lo incorpora fundamentalmente como sazonador.
La hierba, en su variante con la "x", fue el nombre que hace ocho años el chef Milton Raúl Villafañe eligió para su restaurante junto a su esposa Florencia. Un desafío sin dudas, ya que en la Zona Norte del Conurbano no había antecedentes y por aquella época, recién se estaba generalizando la Cocina Peruana.
Xilantro está ubicado en una esquina estratégica del barrio, a pocas cuadras de la Estación del Ferrocarril Mitre y a una cuadra de la Avenida Santa Fe (la continuación de Maipú). Un lugar más pintoresco que elegante, como por lo general son los restaurantes peruanos.
Milton apuesta a exhibir los platos de su tierra, sobre todo la cocina de mar y la criolla, con presentaciones coloridas y contundentes. Es preciso ser prudentes al pedir la comida, porque aquí todo vine en tamaño grande. De ahí que uno recomiende una mesa más bien numerosa, de cuatro personas en adelante, para compartir de todo un poco, como es habitual entre los peruanos.
Un ejemplo claro es la trilogía de causas, que incluye tres preparaciones distintas: salmón, langostinos y pollo. Plato emblemático que nunca falla. Además, probamos la jalea de pescados y mariscos (fritos, crocantes, con papas doradas, mandioca y criolla limeña). Otro clásico.
En el rubro de "Entradas", también hay chicharrón de pollo, papas a la huancaína y anticuchos.
El siguiente capítulo nos llevó hacia los "Cebiches y Tiraditos". Hay cuatro cebiches: de salmón y langostinos, de pulpo y salmón, de pescado blanco y de frutos de mar (pesca blanca y mariscos).
Y dos tiraditos. Uno tricolor de lenguado, y el más llamativo "Pasión del Sur", con salmón, pulpo y corvina. Milton lo prepara en lonjas un poco más gruesas que lo habitual, pero manteniendo el estilo de este plato tradicional. Muy rico y generoso en cuanto a la cantidad de pescado.
Lo más contundente de la carta son los platos de "Sabores Criollos" y "Sabores Orientales". Entre los primeros, el seco de cordero con reducción de cilantro, frijoles blancos, mandioca al natural, arroz y criolla limeña.
Otro plato que se probó fue el churrasco a la chorrillaña con tacu tacu, que no es otra cosa que un bife ancho a la parrilla cebollas moradas, tomates y verdeos salteados, con masa homogénea de arroz cocido y frijoles (el tacu tacu de marras).
Claro está que no faltan el lomo saltado, el ají de gallina y el arroz con pollo con papas a la huancaína. Lo "oriental" viene por el lado del chaufa especial, pollo Tipa Kay con salsa agridulce, spaghetti salteados al wok, bondiola con arroz chaufa, y Xilantro vegetariano.
El menú es extenso, de manera que hay revisitar el restaurante para degustar "delicias del mar", como la parihuela, lenguado a la chorrillana, sudado de mero, mero a lo macho, chupe de camarones y el picante de mariscos. O las pastas: canelones de ají de gallina, fettuccine en salsa huancaína o con crema de limón con frutos del Pacífico.
También, ya entrando en temporada, ofrecen tres sopas: wantan con pollo y verduras; de lomo de ternera con crema, verduras y fideos, y a la minuta de langostinos. Y menú infantil.
No faltan entre los postres el suspiro limeño y la mousse de maracuyá, pero para los más golosos la opción es la degustación para dos (o tres) y el postre combinado. Todo apto para paladares amantes de la exuberancia dulcera.
Buenos tragos con pisco, cerveza Cusqueña y una carta de vinos bastante bien nutrida por el lado de lo bebible.
Xilantro se caracteriza por su muy buena relación costo beneficio. Una cocina honesta, rica, de mar y criolla, más la habitual fusión con las culinarias china y japonesa, que siempre encontramos en el país hermano.
"Capricho, deseo vehemente, ilusión". Así define la Real Academia Española a la palabra "berretín". Y esas tres cosas son las que llevaron a un holandés a abrir un restaurante a su propio gusto y piacere. Para ello se afincó hace un tiempo entre nosotros porque, como nos dijo, "Buenos Aires es como estar en Europa, pero lejos de todo". Se llama Nicolás Houweling y, junto a su hermana Bente (que estará a cargo del café de la planta baja de próxima apertura), abrió "Presencia", un restaurante en el que quiere también omitir todo lo que le parece inapropiado cuando uno sale a comer afuera. Para ello, convocó al chef Rodrigo Da Costa, de último paso por "Le Réve". Nuestra visita coincidió con el fin de la marcha blanca y comienzo del servicio al público. Impecable todo.
La chef ejecutiva de Casa Cavia, Julieta Caruso, renovó el menú de mediodía con una propuesta que permite pedir a la carta o bien elegir entre menús de pasos. A ello, se suma la coctelería creativa de la bartender Flavia Arroyo y una selección notable de vinos a cargo de Delvis Huck. La dirección general es de Guadalupe García Mosqueda.
Un bistró que le hace honor a la cocina más refinada del planeta. Le Rêve ("el sueño", en francés), nos transporta a la magia parisina en una esquina de Buenos Aires. La propuesta del joven chef Ramiro Hernández exhibe un técnica perfecta, elegancia y personalidad. La coctelería del "Tiger" es otro fuerte del lugar. Y su ambiente, nos agasaja con música sin estridencias, como debe ser en un restaurante, a lo que se suma un servicio impecable comandado por Darío Núñez. Lujos que nos podemos dar en una ciudad que, en materia de gastronomía, lo tiene todo.