Comer mariscos sin riesgosJueves, 23 de noviembre de 2017El Senasa recomienda asegurarse que estos productos tengan los controles bromatológicos correspondientes antes de la ingesta.
Sus propiedades nutricionales similares a las del pescado, aportan grandes beneficios para la salud al poseer proteínas, vitaminas y minerales -como hierro, fósforo, zinc, potasio y yodo-, necesarios para el correcto crecimiento y desarrollo, además de importantes cantidades de vitaminas A y B.
Sin embargo, es preciso tomar algunos cuidados para evitar riesgos en la salud provocados por la marea roja. "Las mareas rojas son fenómenos marinos que suelen presentarse entre primavera y otoño en las costas bonaerenses, y que pueden afectar a la salud pública mediante la ingesta de mariscos no controlados, contaminados con biotoxinas y capaces de causar afecciones gastrointestinales, trastornos neurológicos y hasta dificultades respiratorias", explica el director de Inocuidad de Productos de la Pesca y Acuicultura del Senasa, Fabián Ballesteros.
Recientemente, en supermercados y comercios del Barrio Chino, el Senasa y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, han desarrollado una actividad de sensibilización ante el público y los comerciantes sobre conceptos básicos de seguridad al momento de seleccionar productos de la pesca, puntualmente, moluscos bivalvos. Se hace hincapié en los recaudos que hay que tener para prevenir los efectos de la marea roja.
Para prevenir riesgos, el organismo sanitario estatal recomienda al consumidor asegurarse de que estos productos tengan los controles bromatológicos correspondientes; no recolectar mariscos en las playas para el consumo casero ni adquirir preparaciones elaboradas con ellos en puestos callejeros o locales que no tengan habilitación bromatológica; solo comprar mariscos en pescaderías o locales de comidas debidamente habilitados, y consumir alimentos que cuenten con los análisis sanitarios de organismos oficiales competentes dado que las toxinas producto de las mareas rojas no se destruyen con el agregado de limón, vinagre o alcohol ni se inactivan con la cocción.
El Senasa analiza muestras de mariscos recolectadas regularmente en diversas áreas de las costas argentinas para evaluar la posible presencia de biotoxinas. Si mediante las pruebas de laboratorio se confirman concentraciones de toxinas de riesgo para la salud pública, el organismo audita a las provincias que son las que establecen la veda de extracción y consumo de mariscos a través de una resolución provincial, en tanto el fenómeno se registre dentro de las 12 millas marinas correspondientes a cada jurisdicción.
Fuera de este límite y hasta las 200 millas la jurisdicción es nacional y, por lo tanto, las medidas sanitarias son reguladas por el Senasa. Además, habilita plantas terrestres procesadoras de productos de la pesca, buques con proceso a bordo y buques pesqueros y fresqueros registrados.
Al fin y al cabo, recomendaciones similares a las que hay que consideran por ejemplo, quesos, embutidos, fiambres, salchichas y cualquier producto que deben tener certificación sanitaria para asegurarnos la calidad y buen estado del alimento en cuestión.
El Senasa recomienda asegurarse que estos productos tengan los controles bromatológicos correspondientes antes de la ingesta.
Sus propiedades nutricionales similares a las del pescado, aportan grandes beneficios para la salud al poseer proteínas, vitaminas y minerales -como hierro, fósforo, zinc, potasio y yodo-, necesarios para el correcto crecimiento y desarrollo, además de importantes cantidades de vitaminas A y B.
Sin embargo, es preciso tomar algunos cuidados para evitar riesgos en la salud provocados por la marea roja. "Las mareas rojas son fenómenos marinos que suelen presentarse entre primavera y otoño en las costas bonaerenses, y que pueden afectar a la salud pública mediante la ingesta de mariscos no controlados, contaminados con biotoxinas y capaces de causar afecciones gastrointestinales, trastornos neurológicos y hasta dificultades respiratorias", explica el director de Inocuidad de Productos de la Pesca y Acuicultura del Senasa, Fabián Ballesteros.
Recientemente, en supermercados y comercios del Barrio Chino, el Senasa y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, han desarrollado una actividad de sensibilización ante el público y los comerciantes sobre conceptos básicos de seguridad al momento de seleccionar productos de la pesca, puntualmente, moluscos bivalvos. Se hace hincapié en los recaudos que hay que tener para prevenir los efectos de la marea roja.
Para prevenir riesgos, el organismo sanitario estatal recomienda al consumidor asegurarse de que estos productos tengan los controles bromatológicos correspondientes; no recolectar mariscos en las playas para el consumo casero ni adquirir preparaciones elaboradas con ellos en puestos callejeros o locales que no tengan habilitación bromatológica; solo comprar mariscos en pescaderías o locales de comidas debidamente habilitados, y consumir alimentos que cuenten con los análisis sanitarios de organismos oficiales competentes dado que las toxinas producto de las mareas rojas no se destruyen con el agregado de limón, vinagre o alcohol ni se inactivan con la cocción.
El Senasa analiza muestras de mariscos recolectadas regularmente en diversas áreas de las costas argentinas para evaluar la posible presencia de biotoxinas. Si mediante las pruebas de laboratorio se confirman concentraciones de toxinas de riesgo para la salud pública, el organismo audita a las provincias que son las que establecen la veda de extracción y consumo de mariscos a través de una resolución provincial, en tanto el fenómeno se registre dentro de las 12 millas marinas correspondientes a cada jurisdicción.
Fuera de este límite y hasta las 200 millas la jurisdicción es nacional y, por lo tanto, las medidas sanitarias son reguladas por el Senasa. Además, habilita plantas terrestres procesadoras de productos de la pesca, buques con proceso a bordo y buques pesqueros y fresqueros registrados.
Al fin y al cabo, recomendaciones similares a las que hay que consideran por ejemplo, quesos, embutidos, fiambres, salchichas y cualquier producto que deben tener certificación sanitaria para asegurarnos la calidad y buen estado del alimento en cuestión.