Veganos, paren de mentirJueves, 21 de marzo de 2024
Parece que ayer fue el Día Mundial sin Carne (¿??), una irrelevante fecha inventada por otra irrelevancia como es la ignota Unión Vegana Argentina, que se encarga de distorsionar la realidad alimentaria del ser humano, con el objetivo de promocionar a esta secta de fanáticos fundamentalistas que cree que los omnívoros somos una especie de asesinos seriales. Pero la naturaleza es sabia y, si unas especies se devoran a las otras, por algo será. Nosotros, digan lo que dijeren, seguiremos disfrutando de un asadito.
Leemos en una de las gacetillas que nos llegaron con motivo de la insólita celebración del Día Mundial sin Carnes (aunque la verdad es que uno no entiende qué se puede festejar, si no consumís proteínas animales), que "uno de los mitos más arraigados en cuanto a la cultura de la carne es, si no comerla resulta malo para el organismo o si, incluso, genera anemia".
Y afirman que "los últimos datos oficiales compartidos por la Unión Vegana Argentina (UVA) indican que la población vegana y vegetariana aumentó de 9% a 12% en 2020 y la cifra continúa en aumento". Sería bueno conocer de dónde sacaron esos datos oficiales.
Porque lo único verídico y confiable, en el orden local, son datos obtenidos por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina a través de una consulta que determinó que apenas el 5% de los encuestados no consume carnes. Y esto sumando vegetarianos y veganos.
Podemos evitar esta vez discutir si organismo humano no requiere necesariamente consumir proteínas animales, algo que está debidamente certificado con argumentos científico que no es así. Porque hay otras cosas que son relevantes para determinar que estos adalides del veganismo, son monos con navaja.
Una tal María Cecilia Pacho, licenciada en Alimentación (no parece), dice que "una dieta sin carne puede ser perfectamente saludable si incluye una variedad de alimentos ricos en proteínas vegetales como legumbres, tofu, tempeh, seitán, nueces y semillas".
Y agrega que "eliminar la carne de nuestra dieta, no significa automáticamente una alimentación más saludable. Hay que obtener todos los nutrientes necesarios a través de una dieta equilibrada que incluya una amplia variedad de alimentos". Claro que lo que no sostiene la licenciada, que no se recibió en la Sorbona, precisamente, es que dentro de la variedad de alimentos, deben estar la carne y sus derivados.
Aparte sigue diciendo pavadas, cuando afirma respecto a la anemia, que "no necesariamente el hecho de no consumir carne puede generarla, ya que puede ser causada por una deficiencia de hierro. Como la carne es una de las fuentes más ricas en hierro, esta creencia se ha arraigado". Y bueno, una cosa es consecuencia de la otra licenciada desinformada.
En otra comunicación que hemos recibido estos días, Mariana Spengler, otra licenciada en Nutrición y miembro del Departamento de Nutrición de New Garden, la cadena de tiendas de alimentos "naturales" (sic, como si la carne no fuera un alimento natural), nos quiere asesorar pero obviamente sin sustento científico.
De lo único que puede hablar es de "una cuestión de principios, del compromiso con los derechos animales (nota de la redacción: larguemos entonces al ganado vacuno en la Pampa y volvamos a los tiempos de la conquista), a la sustentabilidad y la creación de una relación más amigable con el planeta (nota de la redacción: probado está que los problemas ambientales son consecuencia de factores mucho más gravitantes que la cría de ganado), que son algunas de las razones por las cuales en el último tiempo se observa una fuerte reducción en el consumo de las carnes.
Lo que no es cierto tampoco, salvo que vivas en la Argentina donde no hay plata, como dice el Presidente Aunque igual seguimos teniendo uno de los índices de consumo de carnes rojas más elevados del planeta.
"Indudablemente, ya no comemos de la misma manera que hace una o dos décadas atrás. Cada vez más personas y a temprana edad eligen seguir una alimentación basada en alimentos de origen vegetal", afirma la licenciada. Una locura total, porque un niño que no consume proteínas animales tendrá inevitablemente problemas en su desarrollo.
Por último, veamos qué aconsejan consumir estos adalides del veganismo: legumbres, tofu, espinaca, quinua, frutos secos y cereales fortificados. Además, se puede combinar la ingesta con alimentos ricos en vitamina C, como cítricos, kiwi, pimientos y brócoli. Vaya, que nosotros los omnívoros comemos de todo. Y todo es todo, carnes incluidas.
Luego nos recomienda que evitemos "consumir alimentos que inhiban la absorción de hierro porque es importante mantener un equilibrio en la dieta para prevenir la anemia y otros problemas de salud". Pues bien, entonces tácitamente está reconociendo que, si no consumís proteínas animales, vas a tener problemas de salud, lo cual deberá ser compensado por suplementos dietéticos. Si a esto le llaman "mejor alimentación y más natural...".
Nos dice también que debemos comer tofu (nota de la redacción: algo más insulso que esto no hay en el planeta); tempeh (otro derivado de la soja transgénica, ven cómo se contradicen permanentemente); seitán, un gluten de trigo; productos vegetales procesados (nota de la redacción: esto es la gran mentira de las imitaciones de la carne, como hamburguesas, salchichas, albóndigas, nuggets, que no son precisamente otra cosa que malas imitaciones con gusto a nada.
Quién podrá argumentar que estos productos son más ricos que un bife de chorizo, unas mollejas o un matambrito de cerdo. ¿Acaso los falsos quesos de cajú resultan más apetitosos que los elaborados con leche animal? Que son los únicos quesos que existen en esta vida terrenal.
¿Dejarías de comer huevos, solo porque como dijo un vegano idiota, no hay que hacerlo porque las gallinas sufren?
Concluimos diciendo que anoche, en plena celebración del Día Mundial sin Carne, con nuestros amigos nos dimos una panzada carnívora fenomenal en La Brigada, como debía ser.
Que, dicho sea de paso, resulta mucho más accesible que ir a buscar productos veganos en la góndola, porque son costosísimos. Y que encima no tienen gusto a nada y son una gran mentira abonada por el fanatismo y la ignorancia de una secta.
Parece que ayer fue el Día Mundial sin Carne (¿??), una irrelevante fecha inventada por otra irrelevancia como es la ignota Unión Vegana Argentina, que se encarga de distorsionar la realidad alimentaria del ser humano, con el objetivo de promocionar a esta secta de fanáticos fundamentalistas que cree que los omnívoros somos una especie de asesinos seriales. Pero la naturaleza es sabia y, si unas especies se devoran a las otras, por algo será. Nosotros, digan lo que dijeren, seguiremos disfrutando de un asadito.
Leemos en una de las gacetillas que nos llegaron con motivo de la insólita celebración del Día Mundial sin Carnes (aunque la verdad es que uno no entiende qué se puede festejar, si no consumís proteínas animales), que "uno de los mitos más arraigados en cuanto a la cultura de la carne es, si no comerla resulta malo para el organismo o si, incluso, genera anemia".
Y afirman que "los últimos datos oficiales compartidos por la Unión Vegana Argentina (UVA) indican que la población vegana y vegetariana aumentó de 9% a 12% en 2020 y la cifra continúa en aumento". Sería bueno conocer de dónde sacaron esos datos oficiales.
Porque lo único verídico y confiable, en el orden local, son datos obtenidos por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina a través de una consulta que determinó que apenas el 5% de los encuestados no consume carnes. Y esto sumando vegetarianos y veganos.
Podemos evitar esta vez discutir si organismo humano no requiere necesariamente consumir proteínas animales, algo que está debidamente certificado con argumentos científico que no es así. Porque hay otras cosas que son relevantes para determinar que estos adalides del veganismo, son monos con navaja.
Una tal María Cecilia Pacho, licenciada en Alimentación (no parece), dice que "una dieta sin carne puede ser perfectamente saludable si incluye una variedad de alimentos ricos en proteínas vegetales como legumbres, tofu, tempeh, seitán, nueces y semillas".
Y agrega que "eliminar la carne de nuestra dieta, no significa automáticamente una alimentación más saludable. Hay que obtener todos los nutrientes necesarios a través de una dieta equilibrada que incluya una amplia variedad de alimentos". Claro que lo que no sostiene la licenciada, que no se recibió en la Sorbona, precisamente, es que dentro de la variedad de alimentos, deben estar la carne y sus derivados.
Aparte sigue diciendo pavadas, cuando afirma respecto a la anemia, que "no necesariamente el hecho de no consumir carne puede generarla, ya que puede ser causada por una deficiencia de hierro. Como la carne es una de las fuentes más ricas en hierro, esta creencia se ha arraigado". Y bueno, una cosa es consecuencia de la otra licenciada desinformada.
En otra comunicación que hemos recibido estos días, Mariana Spengler, otra licenciada en Nutrición y miembro del Departamento de Nutrición de New Garden, la cadena de tiendas de alimentos "naturales" (sic, como si la carne no fuera un alimento natural), nos quiere asesorar pero obviamente sin sustento científico.
De lo único que puede hablar es de "una cuestión de principios, del compromiso con los derechos animales (nota de la redacción: larguemos entonces al ganado vacuno en la Pampa y volvamos a los tiempos de la conquista), a la sustentabilidad y la creación de una relación más amigable con el planeta (nota de la redacción: probado está que los problemas ambientales son consecuencia de factores mucho más gravitantes que la cría de ganado), que son algunas de las razones por las cuales en el último tiempo se observa una fuerte reducción en el consumo de las carnes.
Lo que no es cierto tampoco, salvo que vivas en la Argentina donde no hay plata, como dice el Presidente Aunque igual seguimos teniendo uno de los índices de consumo de carnes rojas más elevados del planeta.
"Indudablemente, ya no comemos de la misma manera que hace una o dos décadas atrás. Cada vez más personas y a temprana edad eligen seguir una alimentación basada en alimentos de origen vegetal", afirma la licenciada. Una locura total, porque un niño que no consume proteínas animales tendrá inevitablemente problemas en su desarrollo.
Por último, veamos qué aconsejan consumir estos adalides del veganismo: legumbres, tofu, espinaca, quinua, frutos secos y cereales fortificados. Además, se puede combinar la ingesta con alimentos ricos en vitamina C, como cítricos, kiwi, pimientos y brócoli. Vaya, que nosotros los omnívoros comemos de todo. Y todo es todo, carnes incluidas.
Luego nos recomienda que evitemos "consumir alimentos que inhiban la absorción de hierro porque es importante mantener un equilibrio en la dieta para prevenir la anemia y otros problemas de salud". Pues bien, entonces tácitamente está reconociendo que, si no consumís proteínas animales, vas a tener problemas de salud, lo cual deberá ser compensado por suplementos dietéticos. Si a esto le llaman "mejor alimentación y más natural...".
Nos dice también que debemos comer tofu (nota de la redacción: algo más insulso que esto no hay en el planeta); tempeh (otro derivado de la soja transgénica, ven cómo se contradicen permanentemente); seitán, un gluten de trigo; productos vegetales procesados (nota de la redacción: esto es la gran mentira de las imitaciones de la carne, como hamburguesas, salchichas, albóndigas, nuggets, que no son precisamente otra cosa que malas imitaciones con gusto a nada.
Quién podrá argumentar que estos productos son más ricos que un bife de chorizo, unas mollejas o un matambrito de cerdo. ¿Acaso los falsos quesos de cajú resultan más apetitosos que los elaborados con leche animal? Que son los únicos quesos que existen en esta vida terrenal.
¿Dejarías de comer huevos, solo porque como dijo un vegano idiota, no hay que hacerlo porque las gallinas sufren?
Concluimos diciendo que anoche, en plena celebración del Día Mundial sin Carne, con nuestros amigos nos dimos una panzada carnívora fenomenal en La Brigada, como debía ser.
Que, dicho sea de paso, resulta mucho más accesible que ir a buscar productos veganos en la góndola, porque son costosísimos. Y que encima no tienen gusto a nada y son una gran mentira abonada por el fanatismo y la ignorancia de una secta.
