La Nueva Casa Japonesa es un restaurante sui generis por donde se lo mire. Funciona arriba de un supermercado y ofrece auténtica cocina nipona a precios más que accesibles.
La Nueva Casa Japonesa- Humberto Primo 2357- Teléfono: 4941-6491. Abierto de lunes a sábados de 12 a 16.30. Pago en efectivo.
Tipo de Cocina: Japonesa
Barrio: San Cristóbal
Precio: $$
Ser restaurante y estar arriba de un súper tiene sus ventajas. La Nueva Casa Japonesa es principalmente visitada por gente de ese origen y esconde tres tesoros.
Al fondo, un supermercado donde venden desde pulpo congelado hasta polvitos de colores para darle sabor al arroz y sin ninguna etiqueta aclaratoria en español; en el medio, los sábados al mediodía abre la barra de sushi de la que te contamos en https://goo.gl/exWEYj y, por último, pero no menos importante, en el primer piso funciona los mediodías un restaurante de cocina japonesa auténtica por el que ya vale la pena la escapada al barrio de San Cristóbal.
El lugar cuenta con una barra desde la que se puede ver la cocina, llevada adelante por japoneses que hablan "argentino" a la perfección. El salón principal está decorado con motivos acordes, además de una televisión con programación japonesa de fondo, y un amplio y sencillo balcón con algunas mesas para los días con clima benigno.
De la cocina despachan platos tradicionales. Para empezar, gyozas (dumplings rellenos de cerdo y alga nira cocidos al vapor y sellados, $ 80), Ebi Furai (langostinos rebozados en panko fritos, $ 90), y principales clásicos como el Chicken Teriyaki (salteado de pollo glaseado en salsa agridulce teriyaki con arroz y vegetales, $ 180) y otros bien raros como el inédito Una Udon (anguila de mar grillada con salsa agridulce, sobre arroz, $ 250).
Pero las estrellas de la carta son las famosas sopas japonesas: hay 12 variedades de Ramen y Udon (con fideos más gruesos). Cada una tiene un sabor bien distinto, aunque todas están elaboradas en base a un caldo japonés de cerdo, pollo o verdura.
El Karai Ramen ($ 240 en set) es bien picante e intenso: tiene chili, pollo, fideos finos, tamago (huevo con azúcar preparado al modo japonés) y vegetales. En cambio, el Kitsune Udon ($ 180 solo) es más suave, sin dejar de tener muchísimos sabores como age (bocados de tofu frito agridulce), kamaboko (pescado procesado) y vegetales.
Se nota la ventaja de encontrarnos "arriba de la despensa": los ingredientes llegan desde Japón para surtir al supermercado tanto como al restaurante. Todos los platos pueden pedirse en set (con acompañamientos y bebida sin alcohol) o solos. Para tomar hay cervezas Sapporo ($ 100 la de litro) y Asahi ($ 45 el porrón), vinos (de $ 110 a $ 240) y gaseosas ($ 35).
Es necesaria una buena sobremesa, que puede estar acompañada de sake (la copa $ 70), o helado de matcha y jengibre, o de wasabi y sésamo ($ 90).
Y después, un paseo por el curioso supermercado de la planta baja, que invita a seguir probando ingredientes poco comunes en casa o por qué no, renovar los utensilios de cocina con una arrocera o una sartén rectangular.
Adentrarse en este mundillo en pleno San Cristóbal es toda una experiencia. Nos permite ser extranjeros en nuestra propia ciudad, probando nuevos y deliciosos sabores del otro lado del mundo.
"Capricho, deseo vehemente, ilusión". Así define la Real Academia Española a la palabra "berretín". Y esas tres cosas son las que llevaron a un holandés a abrir un restaurante a su propio gusto y piacere. Para ello se afincó hace un tiempo entre nosotros porque, como nos dijo, "Buenos Aires es como estar en Europa, pero lejos de todo". Se llama Nicolás Houweling y, junto a su hermana Bente (que estará a cargo del café de la planta baja de próxima apertura), abrió "Presencia", un restaurante en el que quiere también omitir todo lo que le parece inapropiado cuando uno sale a comer afuera. Para ello, convocó al chef Rodrigo Da Costa, de último paso por "Le Réve". Nuestra visita coincidió con el fin de la marcha blanca y comienzo del servicio al público. Impecable todo.
La chef ejecutiva de Casa Cavia, Julieta Caruso, renovó el menú de mediodía con una propuesta que permite pedir a la carta o bien elegir entre menús de pasos. A ello, se suma la coctelería creativa de la bartender Flavia Arroyo y una selección notable de vinos a cargo de Delvis Huck. La dirección general es de Guadalupe García Mosqueda.
Un bistró que le hace honor a la cocina más refinada del planeta. Le Rêve ("el sueño", en francés), nos transporta a la magia parisina en una esquina de Buenos Aires. La propuesta del joven chef Ramiro Hernández exhibe un técnica perfecta, elegancia y personalidad. La coctelería del "Tiger" es otro fuerte del lugar. Y su ambiente, nos agasaja con música sin estridencias, como debe ser en un restaurante, a lo que se suma un servicio impecable comandado por Darío Núñez. Lujos que nos podemos dar en una ciudad que, en materia de gastronomía, lo tiene todo.