El partido va 35 a 22

Lunes, 24 de octubre de 2011
No es un resultado de Los Pumas, ni tampoco del equipo de handball argentino que juega estos días en el Panamericano de Guadalajara. Son apenas las cifras del consumo de vino y cerveza en la Argentina


Más allá de que

Fondo de Olla

“el sabor no le encuentra”

, el consumo de cerveza (y aún las consideradas Premium) va en alza, en tanto que el vino “bebida nacional” ha caído a su menor nivel histórico. Es verdad que desde hace tiempo se observa una baja significativa en las ventas de vinos de precios bajos, a la inversa de lo que venía sucediendo con los de mayor precio. Los conocimientos adquiridos por el consumidor, con toda esta movida del vino, han llevado a ese fenómeno interesante de analizar. Claro que esto último no es consuelo para las bodegas, que además de ver reducido su negocio local, se las ven en figurillas con una exportación afectada por la crisis financiera global (primero EE.UU., hoy países europeos como Grecia y Portugal). La preocupación mayor es que la brecha se agranda día a día. La publicidad “oficial” del vino (la del Fondo Vitivinícola), por grotesca y de poca calidad, no ha dado resultados positivos. Y para colmo de males, los publicitarios argentinos son “maestros” en crear campañas donde productos malísimos tienen publicidades fenomenales. Ergo, la gente compra basura sólo por el aviso. Para hacer la cerveza más “bebible”, te sugieren que esté muy fría, “liebre”, sin alcohol (¿te imaginás un vino non-alcoholic?). El vino se hace con uva o directamente no es vino; en cambio la cerveza puede tener arroz y maíz en lugar de malta, y muchas de las industriales que nos venden son prácticamente libres de lúpulo. ¿Se imaginan un vino tinto a 0º C? Me gusta la cerveza (aunque cada vez cuesta más encontrar algo medianamente potable dentro de la producción local), sobre todo para acompañar la pizza, o una comida alemana o escandinava. Nada se iguala con un buen vino y entiéndase por ello cualquiera que nos guste, no el más costoso ni mucho menos.

Pero para que el partido vaya 22 a 35

(invertimos la ecuación porque el vino juega de local), hay algo que se está haciendo mal. Quizá sea que los bodegueros hacen sus campañas sin importarles lo que le pasa a las demás (y no se dan cuenta de que a ellos también les ocurre), o tal vez la mediocridad de las estrategias de las instituciones que agrupan a las bodegas, ferias oficiales en decadencia con comunicaciones a cargo de inexpertos, un sinfín de actos fallidos, a lo cual se debe sumar la nueva cultura de los jóvenes (mucha birra, “fernando” y vodka) y el hecho de que la cerveza es más fácil de beber. Concluyo con una anécdota: hace un tiempo, tuve la oportunidad de presentar a dos bodegueros amigos que no se conocían entre ellos. Uno de ellos, dijo lo siguiente: “podemos ser competencia pero nuestro verdadero adversario es la cerveza”. Por la evolución del consumo, ésa es la única verdad de la milanesa. Pronto habrá que hacer algo para tratar de acercarnos en el marcador. O esto va a terminar siendo un partido entre los All Blacks y Namibia. Aunque tal vez la referencia no sea tan oportuna, si los rugbiers están entre los mayores tomadores de cerveza del país.



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