Bengal podría ser un caso de diván, al menos para quienes son afectos a la psicología. ¿Por qué decimos esto? Simplemente porque estamos hablando de uno de los mejores restaurantes de cocina italiana de Buenos Aires, donde además sirven platos de la India. Suena extraño, ¿no? Alguna vez Marcelo Escudero, uno de los miembros de la familia propietaria que abrió Bengal a media cuadra de la Cancillería, nos contó que al principio el restaurante no tenía una identidad culinaria específica. Y que el nombre no se debía a nada en especial, sino que les había gustado. Hasta que pasó un diplomático indio, que se acercó al lugar para comprobar si allí preparaban platos de su tierra. Como la respuesta fue negativa, ofreció enviar al cocinero de la Embajada. Y así fue nomás. Bengal empezó a servir platos del país asiático, al tiempo que también se le daba un viraje a la propuesta “occidental”, haciéndola más italiana.
Bengal no solo sigue adelante en su sede original de la calle Arenales y su “hermano menor” en el Casa Sur Hotel de la avenida Callao, sino que ahora también se agrega un tercer restaurante, esta vez el Bengal Deli, en el nuevo Hotel Casa Sur Bellini, en la calle Cabello. El chef Emiliano Cafiso sigue al frente, en ambos locales, manteniendo la impronta de la casa original.
El sistema es el mismo de siempre: elegir a la carta u optar por un menú que contempla ambas culinarias (italiana y algo de la India) según lo que vaya sacando el chef. A modo de ejemplo hay platos que son una fija: mozzarella fior di latte con láminas de jamón de Parma, hojas verdes y tomates confitados; somosas de vegetales; dum aloo (curry de langostinos con papas); ravioles de espinaca con concassé de tomates y albahaca; risotto de espinaca y chipirones. Más platos indios son el Bengalí chicken (curry de pollo con arroz indio); Rogan josh (curry de cordero con arroz basmati), y Dal makhani (curry de lentejas). La torta Capri es un postre de los que más tientan. La carta de vinos y es algo breve pero con etiquetas no tan fáciles de encontrar. El servicio de mesa e incluye panera y appetizer.
Bestial está ubicado en el rooftop de un piso 11, aunque se nos asemeja mucho más alto todavía por lo imponente de la vista. Quizás eso sea porque si uno mira hacia el río de la Plata, no hay edificios elevados. Con la vista del cuartel del Regimiento de Patricios en primer plano, el panorama se extiende hacia las costas uruguayas. Y, adentro, todo es estridente e impactante. La propuesta nos remite hacia la culinaria nikkei, y la coctelería va acompañada de "cabezas bestiales" dentro de la cuales se colocan los vasos. Ahora también abren al mediodía tres veces por semana.
Pocas veces confluyen, al mismo nivel de eficiencia, los tres elementos esenciales de un restaurante: cocina, ambiente y servicio. Eso es lo que sentimos luego de vivir la experiencia de O-satori, el omakase ubicado en el piso 23 del Hotel Buenos Aires Marriott (ex Panamericano).
Una imponente esquina a pasos de Plaza Serrano, da lugar a este nuevo restaurante de tres plantas, donde los ahumados son protagonistas. Foga es un nombre de fantasía, según nos cuentan, que no tiene ni traducción ni significado alguno. El local impresiona por sus diferentes espacios: salón principal en la planta baja, privado en la segunda y bar que tomará relevancia con la llegada de la primavera en la terraza. Carnes, vegetales, panes y demás, todo pasado por humo.