Restaurante de familia

Iñaki: 55 años de impecable trayectoria

Jueves, 7 de agosto de 2025

Cumplir más de medio siglo en el negocio gastronómico, en un país cuya economía es caótica e impredecible, suena más a milagro que a otra cosa. Fermín Uriona y su familia lograron superar los 55 años de trayectoria, con distintos nombres y locaciones, hasta el actual Iñaki, ubicado en la Recova de Posadas desde febrero del año pasado. ¿El secreto?: dar de comer rico y abundante, a precios lógicos, basándose en el protagonismo de la cocina vasca, extendida por qué no al resto de la península ibérica, y con adaptaciones a veces necesarias al paladar argentino.

Iñaki - Dirección: Posadas 1052 La Recova, Recoleta. Teléfonos: 2594-7986 y 3483-8324. Horarios: lunes a viernes de 12:00 a 15:30 y de 18:00 a 00:00; sábados de 18:00 a 01:00 AM; domingos de 12:00 a 16:00. Precio: $$$$. IG: @inakirestaurante

Es sin dudas un restaurante de familia. Donde todos aportan y de esa unidad, nace el secreto del éxito cuando muchos tienen que cerrar sus puertas por falta de comensales (Nota de la Redacción: nuestra visita se dio un jueves a la noche, con lleno completo).

El fundador se llama Fermín Uriona, quien junto con su esposa Susana, los hijos Iñaki y María José, y el yerno Matías Cucco (a la sazón, el chef desde hace 23 años), conforma un grupo familiar indestructible.

La historia comenzó en 1970 con el nombre de Joxe Txiki. Luego, entre 1983 y 1986 fueron Laurak Bat; Vasco Francés de 1989 al 2000; Vasco Fermín hasta el 2005, para finalmente llamarse Iñaki desde 2006 a la actualidad. Ocurre que Fermín siempre quiso tener un restaurante con el nombre de su hijo.

El último gran cambio fue de locación. De la histórica dirección de Moreno 1356, en febrero de 2024 se mudaron a la Recova de Posadas, en un local de grandes dimensiones que encontraron en pésimas condiciones y que restauraron a nuevo, tanto en lo edilicio como en el equipamiento de la cocina.

Va de suyo que hay detrás una fiel clientela, que los apuntala desde hace años y que tomó con buena respuesta el paso de un barrio poco convencional para la gastronomía, a un polo que representaba un gran desafío.

Fondo de Olla © visitó por segunda vez el restaurante, con el plus de ser atendidos en persona por el chef, Matías Cucco; el siempre eficiente Alberto Cuello en el salón, y nuestro ocasional mozo, Juan Ramón Sosa.

Todos ellos nos hicieron pasar una velada agradable, en la que probamos varios platos emblemáticos de la carta, en porciones de degustación, vale aclararlo, porque una de las características de Inaki es la exuberancia de sus platos.

Comenzamos con las croquetas de jamón serrano con parmesano y salsa blanca (hay otra opción de bacalao), y las gambas Guernica (el pueblo donde todo nació, que tiene su presencia en una de las paredes con la famosa obra de Pablo Picasso). 

Las preparan con pimentón español, pimienta, vino blanco, ajo y parmesano. Bien vale la pena terminar el plato con una cuchara, para paladares valientes.

Como no podía ser de otra manera, la tortilla tiene su protagonismo en la carta de Iñaki. Forma parte de los "Sabores Imprescindibles", en sus versiones española con cebolla, papa y chorizo (que llegó babé, como debe ser), o la de bacalao con espinaca.

En este capítulo del menú, hay platos tradicionales de la comida vasca, como las kokotxas en salsa verde; abadejo a la vizkaina; 500 gramos de besugo a la baska; pimientos de piquillos rellenos de bacalao o de morcilla. También ranas a la provenzal, una opción casi desaparecida desgraciadamente de los restaurantes de la ciudad. 

Cómo no completar la experiencia con un plato emblema de la casa, que está entre los más pedidos por la fiel clientela. 

Gambas "Guernica".

Nos referimos al arroz especial, que lo vienen sirviendo ininterrumpidamente desde 1991. Lleva langostinos, pulpo, y champiñones, que gratinan al horno con crema de leche. Plato ideal para compartir, sin dudas (sale para dos o tres personas).

El final nos deparó el pastel basko (no confundir con la torta de queso vasca), y una mousse cítrica, muy refrescante.

"Arroz especial", un clásico desde 1991.

La carta de Iñaki es muy amplia y está dividida en capítulos: "Entradas frías", "Entradas calientes"; "Platos tradicionales de la comida vasca"; "Arroz especial"; "De los mares vascos" (con pescados a la plancha, cazuelas y arroces, y pulpos); "Cocina entre continentes" (un guiño a la cocina local, con pastas caseras, carnes y ensaladas), para concluir con el "Abrazo de despedida".

Cuentan con una nutrida carta de vinos, en tanto que el servicio es profesional, como antes, muy discreto y respetuoso además de eficiente.

Pastel Basko.

Es valorable que sigan funcionando en Buenos Aires restaurantes clásicos como Iñaki, donde se combinan la calidad de la materia prima, las técnicas culinarias, la relación precio calidad y la exuberancia de los platos, que han hecho de este lugar un verdadero "Restaurante de Familia".

Más de Restaurantes
Kamay vuelve al Abasto
Restaurantes

Kamay vuelve al Abasto

Kamay nació durante la pandemia como delivery de cocina peruana. Luego fue un lugar de "puertas cerradas" en la terraza de un edificio del Abasto, hasta que su dueño, Raúl Zorrilla Porta, lo transformó en lounge y lo mudó al Microcentro porteño. Anoche fue la "marcha blanca" de la nueva locación, esta vez en la cortada Carlos Gardel. La vuelta al Abasto, en un local amplio, que cuenta con salón, deck en la vereda y patio en el fondo. Auténtica cocina peruana con influencias nikkei, con una excelente relación precio calidad.
Sushi pionero que se reconvierte
Restaurantes

Sushi pionero que se reconvierte


Roberto Nishida es el itamae de Dashi desde hace dos décadas, con los últimos 13 años en el Palacio Alcorta. La marca ha sido pionera con su restaurante de Palermo y sigue presente en este espacio más amplio y cómodo, donde siguen ofreciendo cocina japonesa que se adapta a las nuevas tendencias nikkei.
Cocina audaz y creativa en Colegiales
Restaurantes

Cocina audaz y creativa en Colegiales

Dieztreinta no es solo un restaurante: es un espacio creativo donde convergen la gastronomía y la música, como protagonistas de una movida absolutamente sui generis. Eliseo Martínez, chef venezolano, rompe los moldes establecidos para materializar una idea que trasciende los límites de la cocina tradicional.