Sobre la cortada homónima, camuflado en una señorial casona de estilo Tudor, se esconde un bar con todas las características e influencias de los clubes privados londinenses. Y en la planta alta funciona un restaurante, además de un omakase de próxima apertura.
Una barra con boiserie de pinotea y cobre, provista de exponentes importados donde los tragos de autor y la coctelería clásica es claramente protagonista de la propuesta.
Un lugar íntimo, con música que acompaña al estilo del lugar, sillones Chesterfield de cuero, cristalería tallada y luz muy tenue.
Todo esto conforma el espacio de la planta baja de Anasagasti, el bar ubicado sobre la cortada que va desde la Avenida Santa Fe hasta la calle Güemes, y a pasos del Alto Palermo Shopping.
El lugar se destaca por su amplia carta de cócteles de autor y clásicos, así como por una gran variedad de etiquetas de whisky, vodka, gin y ron. Entre los cócteles más solicitados se encuentra el "Napoleón" (cognac Hennessy VSOP, Whisky Chivas 12, Drambuie y humo de Lapsang Souchong).
Otra creaciones son "Harrod's" (whisky Glenlivet Founder‘s Reserve, bitter de cacao amargo y almíbar de mascabo; "Piazzolla" (whisky Evan Williams, almíbar de chocolate amargo y cordial de frambuesa).
Para acompañar los cócteles, proponen tapas y tablas de sushi. Se destacan la degustación de hummus: samosas de boniato con sirope de maracuyá y jalapeños; mini tortilla de papas con alioli; empanaditas de ojo de bife y nem de vegetales.
Anasagasti Bar - Pasaje Anasagasti 2067, Palermo. Abierto de martes a domingo, desde las 19:00. IG: @anasagast_ba
Tras convertir al pistacchio en un ícono de su propuesta, la heladería argentina lanza dos nuevas ediciones disponibles en todas sus sucursales, a partir de este mes de julio. Llegan los alfajores y conitos con corazón de "Avella Pistacchio".
Así como el locro y las empanadas son casi "obligados" en un menú patrio, el "Vigilante" es un postre tradicional que no puede faltar en la mesa de los argentinos. Santa Rosa propone una nueva versión que combina queso y dulce en una entrada.
En el corazón de Recoleta, Rufino presenta un menú por pasos, pensado para compartir, donde cada plato recorre sabores clásicos de la parrilla argentina, ejecutados por el chef Jerónimo Bichi.