EL RESTAURANTE DE PIATTELLI WINE RESORT EN CAFAYATE
A la voz de "Aura"
Lunes, 3 de marzo de 2025
De la mano del chef Gabriel Rodríguez, Aura ofrece a los visitantes de Piattelli Wine Resort una propuesta de cocina que combina los productos locales, técnicas modernas y los vinos de las bodegas de Mendoza y Cafayate. Una de las mejores opciones gastronómicas para disfrutar a pocos kilómetros del centro urbano de esta pintoresca localidad salteña.
Aura es el restaurante de Piattelli Wine Resort, donde todo se conjuga para disfrutar de una experiencia inolvidable. La magia de los Valles Calchaquíes y los cerros cercanos que parecieran estar al alcance de nuestras manos, hacen que Aura sea una opción de alta cocina que logra aunar los productos locales con el vino cafayateño, tanto en su salón principal como el en Patio 360.
Los huéspedes del hotel, así como gente local y visitantes de este pueblo que es un verdadero oasis vitivinícola, encontrarán aquí una propuesta diferente y repleta de matices.
Aura se autodefine como "una fusión entre productos locales con recetas innovadoras, a partir de un menú diseñado para complementar perfectamente la selección de vinos de la bodega".
La carta está a cargo del chef ejecutivo Gabriel Rodríguez, responsable no solo de la cocina del Wine Resort, sino también de los restaurantes de Piattelli tanto en Agrelo como en Cafayate. Oriundo de Traslasierra, Córdoba, es un profesional de vasta experiencia, instalado ya desde hace varios años en Salta.
Patio 360 es un espacio abierto, pero bajo techo y adyacente al salón principal, que se utiliza para los almuerzos deparando una vista privilegiada del paisaje vallisto, la piscina y el Resort. Quienes así lo deseen, también pueden ubicarse adentro en un ambiente más formal.
Esta carta cuenta dos menús de 3 ó 5 pasos igualmente disponibles a la noche, cada uno de ellos maridado con vinos de las bodegas de Cafayate y Mendoza.
Nos tocó en suerte un día espléndido de mucho sol, como suele ser en estos lares, y una temperatura súper agradable tratándose del verano. Probamos las "empanadas de la abuela", una licencia que el chef se ha tomado para diferenciarse de las tradicionales salteñas. Son más grandes y llevan carne, pasas de uva, aceitunas, huevo y cebolla, en masa de hojaldre. Riquísimas.
El chef agregó una de las tres ensaladas de la carta, en este caso la "De los Viñedos", compuesta de hojas verdes, uvas asadas, pollo rostizado, queso azul, garrapiñada de nueces pecan y vinagreta de miel y cítricos. Y para completar el almuerzo, la entraña que llegó a la mesa en su punto jugoso, pedido. Sale con chimichurri y microverdes.
Para el momento dulce, el cremoso de chocolate semiamargo y chocolate con leche, con peras caramelizadas al azafrán y helado de maracuyá es una buena opción, al igual que el affogato con café colombiano, con mousse de avellanas, salsa inglesa y tierra de algarroba. También hay una degustación de macarons.
Los fines de semana al mediodía (consultar) suele haber cabrito y asado a la cruz. Otros platos son "The Perfect Lunch", un ojo de bife de 200 gramos a las brasas con guarnición a gusto, y las costillas de cerdo Piattelli en cocción lenta y salsa barbacoa, con ensalada de coles y papas fritas.
Para la cena, Aura ofrece una experiencia más completa, sin la vista iluminada de los cerros, pero con el plus de las noches y sus infinitas estrellas que parecen caer sobre nuestras cabezas.
El restaurante cuenta con una barra, de la cual se pueden pedir cócteles clásicos y de autor, aprovechando también el gin de marca propia que la bodega elabora en Mendoza.
Las "empanadas de la abuela" siguen siendo una alternativa ideal para el comienzo, lo mismo que los quesos locales de leche de vaca y cabra. Hay además panceta ahumada con bourbon y cerezas en almíbar; la entraña del mediodía también disponible, y langostinos frescos o grillados.
Un plato muy tentador para pasar a los principales, es el cordero braseado en su jugo con aligot, cebolla crocante y zanahorias babies. También la pasta Piattelli con vegetales salteados y alcaparras; u orzo (cebada, al estilo risotto) con azafrán y langostinos salteados.
Los menús "Norte" de 3 y 5 pasos son una excelente alternativa para probar el maridaje con vinos de las bodegas de Piattelli. El más largo, por ejemplo, incluye tomates orgánicos, queso de cabra picante y albahaca con Piattelli Torrontés; hummus de espinaca y palta, copa de Rosé de Malbec (Mendoza); entraña con chimichurri y verdes, y Gran Reserva Malbec; cabrito braseado con puerros y humita, con Arlene Icon Blend, y dulce de leche y banana, con Late Harvest Piattelli.
El servicio es muy bueno, y la excelente relación precio calidad está a tono con lo que ofrece el NOA, en este caso resulta aún mucho más valiosa por tratarse de un establecimiento de alto nivel hotelero y gastronómico. Seguro que volveremos.
"Capricho, deseo vehemente, ilusión". Así define la Real Academia Española a la palabra "berretín". Y esas tres cosas son las que llevaron a un holandés a abrir un restaurante a su propio gusto y piacere. Para ello se afincó hace un tiempo entre nosotros porque, como nos dijo, "Buenos Aires es como estar en Europa, pero lejos de todo". Se llama Nicolás Houweling y, junto a su hermana Bente (que estará a cargo del café de la planta baja de próxima apertura), abrió "Presencia", un restaurante en el que quiere también omitir todo lo que le parece inapropiado cuando uno sale a comer afuera. Para ello, convocó al chef Rodrigo Da Costa, de último paso por "Le Réve". Nuestra visita coincidió con el fin de la marcha blanca y comienzo del servicio al público. Impecable todo.
La chef ejecutiva de Casa Cavia, Julieta Caruso, renovó el menú de mediodía con una propuesta que permite pedir a la carta o bien elegir entre menús de pasos. A ello, se suma la coctelería creativa de la bartender Flavia Arroyo y una selección notable de vinos a cargo de Delvis Huck. La dirección general es de Guadalupe García Mosqueda.
Un bistró que le hace honor a la cocina más refinada del planeta. Le Rêve ("el sueño", en francés), nos transporta a la magia parisina en una esquina de Buenos Aires. La propuesta del joven chef Ramiro Hernández exhibe un técnica perfecta, elegancia y personalidad. La coctelería del "Tiger" es otro fuerte del lugar. Y su ambiente, nos agasaja con música sin estridencias, como debe ser en un restaurante, a lo que se suma un servicio impecable comandado por Darío Núñez. Lujos que nos podemos dar en una ciudad que, en materia de gastronomía, lo tiene todo.