Editorial

Coming Soon, the New Fondo de Olla is arriving

Sábado, 28 de diciembre de 2024

Llega fin de año y el 2025 tendrá para Fondo de Olla © vientos de cambio. Es hora de renovarse, de cambiar de estilo. Quizás hasta de nombre, por qué no pasar a llamarnos "Bottom of de Pot" (siempre suena mejor que el sito tenga una denominación en inglés). Y no sólo eso, tendremos un nuevo estilo periodístico, porque decidimos sumarnos a la onda obsecuente y de los influencers. Sigan la lectura más abajo (por última vez, porque a partir de ahora los textos serán mucho más cortos y habrá videos como los de la chica que te cobra fortunas por una "story".

Fondo de Olla © nació en mayo de 2020 y, desde entonces, siempre ha sido más de lo mismo. Nunca salimos de la zona de confort, seguramente por fiacas y vagos mal entretenidos.

Desde los comienzos, adoptamos un estilo crítico, que nos llevó a ganar enemigos, pero no plata. No nos sumamos a los vientos de cambio que llegaron, los de los influencers, bloggers, community managers. Hemos sido tan tercos, que hasta hoy nos ha costado el uso de anglicismos, aún en palabras difíciles de traducir con un poco de gancho, como delivery o take away.

Si ahora un restaurante se llama spot, por qué nosotros nos negábamos a utilizar ese término, al igual que foodie, fine dining, etcétera.

A esta altura deberíamos pedir perdón a grandes cocineros como Francis Mallmann, Narda Lepes, Christophe Krywonis, por haberlos criticado injustamente todos estos años.

Perdón por no haber considerado como "prestigiosas" a listas como los 50 Best Restaurants y Michelin Argentina, que son un ejemplo de transparencia y justicia.

Perdón por haber maldecido a las agencias de prensa que solo te consideran para que les hagas el favor de publicarles todo lo que te mandan, y dejarte de lado cuando organizan un evento (¿se acuerdan de la prensera que no nos tiene en cuenta, pero tiene el caradurismo de convocarnos a tomar un helado en la otra punta de la ciudad?). Por suerte los ingratos e ingratas son pocos y pocas. Vieron, si ahora usamos el lenguaje inclusivo. 

Disculpas por criticar a aquellos restaurantes en los que te ponen la música tan fuerte que no escuchás nada, y la luz tan tenue que no ves lo que comés. Total, si uno a un restaurante no va a comer, sino a escuchar a una banda y a comer a ciegas.

Perdón a Aqua, esa maravillosa solución acuífera que ha llegado a la mayoría de los restaurantes, que nos ofrecen gratis (bueno, no siempre) un agua gruesamente gasificada y con elevada seguridad de controles sanitarios.

Perdón por considerar que los nuevos comunicadores del vino han provocado que el consumo cayera a menos de 20 litros por año; la culpa es nuestra que hasta ahora no hemos querido publicar los puntos que ganan los vinos en guías universales y prestigiosas como "Descorchados". 

Perdón por desconfiar que hay tongo, solo porque los gurús que puntúan solo prueban los vinos ni a ciegas ni en lugares donde no tengan compromiso alguno (van a las mismas bodegas y catan junto a los enólogos).  

Perdón por considerar que algunas etiquetas de los nuevos gurús del vino, como los Michelini (uf si hasta suena como Michelin) y Riccitelli (h) están al borde de lo defectuoso.

Perdón por enojarnos tanto con una bodega que nos discrimina por no ser Kirchneristas como ellos, aunque ni siquiera tengan el valor de reconocerlo. No se merece nuestro desprecio.

Perdón por escribir notas tan largas y tediosas, si hoy con 100 caracteres basta, solo es cuestión de publicar fotos verticales y escribir cuatro boludeces. Eso alcanza. Perdón por no usar adjetivos como "imperdible" o "maravilloso". Si todo es así, lo que pasa es que no nos dábamos cuenta.

Perdón por calentarnos con algunos ignorantes que opinan sin fundamento, en lugares como BMSC, descalificando restaurantes a los que nunca han ido y platos que no han comido.

Y, sobre todo, disculpas por no querer cobrar las notas. Eso no se hace, hay que hacer como la "chica" a la que le gusta "brunchear" (otro neologismo que, a partir de ahora, vamos a usar asiduamente). Hay giles que pagan 3 lucas verdes para que les llenen el salón una semana, y después vuelven a la normalidad cuando los comensales se dan cuenta de que les vendieron espejitos de colores. Ni siquiera hay algunos que pagan por necesidad, pero lo hacen igual. 

Pues bien, definitivamente hemos decidido cambiar nuestro nombre, empezar de cero, dejar de criticar lo malo y elogiar lo bueno (total, todo es y da lo mismo).

No preocuparnos tampoco porque los jurados de los 50 Best siempre votan a Don Julio, o por los inefables inspectores de la Michelin local, que cuentan por ahí que habrían sido cesanteados por falta de transparencia (y por eso la premiación del segundo año será en abril y no este año, y en Mendoza (como no, si ahí la provincia puso la tarasca, para tener más estrellas que CABA).

NOTA DE LA REDACCIÓN: QUE LA INOCENCIA LES VALGA, HOY 28 DE DICIEMBRE. EN MAYO DE 2025, FONDO DE OLLA © CUMPLIRÁ SUS PRIMEROS 15 AÑOS DE VIDA. Y LA BUENA NOTICIA ES QUE NO VAMOS A CAMBIAR NADA, SEGUIREMOS LUCHANDO CONTRA LOS MOLINOS DE VIENTO Y CONTRA LA IMBECILIDAD AJENA. CONTINUAREMOS POR LA SENDA DEL PERIODISMO INDEPENDIENTE Y DE LA CRÍTICA CON FUNDAMENTO. GRACIAS A NUESTROS ANUNCIANTES DE SIEMPRE, QUE MÁS QUE SPONSORS SON AMIGOS QUE NOS PERMITEN DECIR "VERDADES DE A PUÑO". NUNCA QUISIMOS SER UNA OVEJA DEL REBAÑO Y NO LO SEREMOS JAMÁS.

Gracias por el aguante y los mejores deseos de un gran 2025 para nuestros lectores y amigos. No nos abandones, que nosotros no cambiamos de vía ni de tren.

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