Dotonbori, luces y sabores de OsakaSábado, 9 de noviembre de 2024Se trata de un emprendimiento llevado adelante por Karina y Andrés Matayoshi (hermanos), y Emiliano Miyagi (esposo de Karina). Dotonbori es como una joyita oculta en una zona no tan concurrida para el público gourmet, pero que sin dudas vale la pena conocer.
Dotonbori - Dirección: Serrano 477 Villa Crespo. Teléfono: 011 5815 4788. Horarios: lunes a viernes de 20:00 a 00:00: sábados de 12:00 a 15:00, y de 20:00 a 00:00. Precio: $$. IG: @dotonbori.ok
Creemos y por experiencia propia que cuando no sobran los recursos, hay que apelar a la imaginación y a pensar en emprendimientos diferentes. Que vayan en contra de las modas y de lo trillado.
Estos jóvenes cocineros y empresarios, comenzaron a fines de 2018 a desarrollar su pasión por la cocina japonesa, en un principio a modo de hobby, por cuanto sólo participaban de eventos y pop ups en restaurantes asiáticos en general y japoneses, en particular.
En marzo 2020, justo antes de las limitaciones que impuso la pandemia de COVID 19, decidieron alquilar su primer local para dedicarse de lleno a esta actividad.
La situación sanitaria no les permitió iniciar las obras, por lo que la inauguración del local de Dotonbori recién tuvo lugar en febrero de 2021.
De manera que, a la espera de una solución al problema que provocó la pandemia a nivel general, pudieron desarrollar un sistema de delivery para poder continuar su proyecto, aunque ésa no era la idea primigenia.
Los tres socios no provienen de familias vinculadas con la gastronomía, pero siempre estuvieron presentes en sus mesas las comidas japonesas por la influencia de sus abuelos nacidos en ese país.
La familia de Karina y Andrés provienen de Okinawa al 100%, algo muy común en la inmigración japonesa en la Argentina. En cuanto a Emiliano, por el lado paterno también son de Okinawa, y por vía materna de Yamaguchi y Kumamoto (ciudades ubicadas al sur de la isla principal de Japón).
Volviendo a lo del comienzo, en el sentido de que la idea era ofrecer al público porteño un lugar distinto, remedando a la cocina callejera de la región de Osaka, es que optaron por darle protagonismo al takoyaki.
Lo primero fue crear una ambientación que, imaginariamente, nos trasladara a los pequeños sitios de comida que tanto abundan en Japón, donde hay una barra con pocas butacas, en este caso con luces que nos retrotraen a la zona de Dotonbori (la calle más famosa de Osaka y que también alude a un canal), que le da nombre al restaurante.
El local es angosto y posee también un par de mesas, pero la experiencia de ubicarse sobre la barra es más interesante por cuanto se puede ver a los cocineros preparando las tres variedades de takoyaki.
Si bien puede que haya restaurantes japoneses que tengan en sus cartas esta curiosa preparación, muy común en las calles de Osaka, así como en otras ciudades de este país, consideramos que Dotonbori es el único que tiene al takoyaki como protagonista.
Se trata de pequeñas bolitas, buñuelos o albondiguitas cuya masa se prepara con harina y huevo, rellenas de pulpo originalmente, pero que también en este caso que nos ocupa ofrecen con langostinos u hongos shiitake.
Para la preparación, se utilizan unas planchas con espacios redondos donde se colocan las bolitas y se van dando vuelta con paciencia. A uno le parecía ver una especie de provoletera como para tener una idea del artefacto con el que se cocina el takoyaki,
Para alguien desprevenido, hay que avisar que debe tenerse cuidado con el centro del takoyaki recién hecho, ya que suele estar muy caliente. Su sabor es delicado y sabroso.
Pero, más allá de esta comida estrella de la casa, en Dotonbori también podemos encontrar okonomiyaki estilo Osaka (hay otra versión de Hiroshima), que es una especie de tortilla con repollo, huevo, panceta, fideos yakisoba y otros ingredientes japoneses.
En Dotonbori proponen una degustación para dos personas, que es la mejor manera de vivir a pleno esta experiencia gastronómica, que consiste en dos (sopas) misoshiru + mix karaage (pollo frito) + ebi furai con gohan (langostinos empanados y arroz + takoyaki x seis unidades mixtas + okonomiyaki yakisoba + dos bebidas sin alcohol (agua con o sin gas, saborizada o gaseosa).
Todo el menú cuenta con precios realmente accesibles, que concluyen en una relación precio calidad difícil de igualar. Pero también puede acompañarse la comida con cerveza Kira. En nuestro caso, previo a la degustación, también nos sirvieron una pequeña porción de sunomono, una ensaladita de pepino, alga wakame, sésamo tostado y vinagreta de la casa.
Nada mejor que disfrutar de un refrescante helado de matcha o de sésamo, para culminar la experiencia que nos permite disfrutar de la comida callejera japonesa a pasos de la Avenida Corrientes en la zona de Villa Crespo. Hay que conocerlo.
Se trata de un emprendimiento llevado adelante por Karina y Andrés Matayoshi (hermanos), y Emiliano Miyagi (esposo de Karina). Dotonbori es como una joyita oculta en una zona no tan concurrida para el público gourmet, pero que sin dudas vale la pena conocer.
Dotonbori - Dirección: Serrano 477 Villa Crespo. Teléfono: 011 5815 4788. Horarios: lunes a viernes de 20:00 a 00:00: sábados de 12:00 a 15:00, y de 20:00 a 00:00. Precio: $$. IG: @dotonbori.ok
Creemos y por experiencia propia que cuando no sobran los recursos, hay que apelar a la imaginación y a pensar en emprendimientos diferentes. Que vayan en contra de las modas y de lo trillado.
Estos jóvenes cocineros y empresarios, comenzaron a fines de 2018 a desarrollar su pasión por la cocina japonesa, en un principio a modo de hobby, por cuanto sólo participaban de eventos y pop ups en restaurantes asiáticos en general y japoneses, en particular.
En marzo 2020, justo antes de las limitaciones que impuso la pandemia de COVID 19, decidieron alquilar su primer local para dedicarse de lleno a esta actividad.
La situación sanitaria no les permitió iniciar las obras, por lo que la inauguración del local de Dotonbori recién tuvo lugar en febrero de 2021.
De manera que, a la espera de una solución al problema que provocó la pandemia a nivel general, pudieron desarrollar un sistema de delivery para poder continuar su proyecto, aunque ésa no era la idea primigenia.
Los tres socios no provienen de familias vinculadas con la gastronomía, pero siempre estuvieron presentes en sus mesas las comidas japonesas por la influencia de sus abuelos nacidos en ese país.
La familia de Karina y Andrés provienen de Okinawa al 100%, algo muy común en la inmigración japonesa en la Argentina. En cuanto a Emiliano, por el lado paterno también son de Okinawa, y por vía materna de Yamaguchi y Kumamoto (ciudades ubicadas al sur de la isla principal de Japón).
Volviendo a lo del comienzo, en el sentido de que la idea era ofrecer al público porteño un lugar distinto, remedando a la cocina callejera de la región de Osaka, es que optaron por darle protagonismo al takoyaki.
Lo primero fue crear una ambientación que, imaginariamente, nos trasladara a los pequeños sitios de comida que tanto abundan en Japón, donde hay una barra con pocas butacas, en este caso con luces que nos retrotraen a la zona de Dotonbori (la calle más famosa de Osaka y que también alude a un canal), que le da nombre al restaurante.
El local es angosto y posee también un par de mesas, pero la experiencia de ubicarse sobre la barra es más interesante por cuanto se puede ver a los cocineros preparando las tres variedades de takoyaki.
Si bien puede que haya restaurantes japoneses que tengan en sus cartas esta curiosa preparación, muy común en las calles de Osaka, así como en otras ciudades de este país, consideramos que Dotonbori es el único que tiene al takoyaki como protagonista.
Se trata de pequeñas bolitas, buñuelos o albondiguitas cuya masa se prepara con harina y huevo, rellenas de pulpo originalmente, pero que también en este caso que nos ocupa ofrecen con langostinos u hongos shiitake.
Para la preparación, se utilizan unas planchas con espacios redondos donde se colocan las bolitas y se van dando vuelta con paciencia. A uno le parecía ver una especie de provoletera como para tener una idea del artefacto con el que se cocina el takoyaki,
Para alguien desprevenido, hay que avisar que debe tenerse cuidado con el centro del takoyaki recién hecho, ya que suele estar muy caliente. Su sabor es delicado y sabroso.
Pero, más allá de esta comida estrella de la casa, en Dotonbori también podemos encontrar okonomiyaki estilo Osaka (hay otra versión de Hiroshima), que es una especie de tortilla con repollo, huevo, panceta, fideos yakisoba y otros ingredientes japoneses.
En Dotonbori proponen una degustación para dos personas, que es la mejor manera de vivir a pleno esta experiencia gastronómica, que consiste en dos (sopas) misoshiru + mix karaage (pollo frito) + ebi furai con gohan (langostinos empanados y arroz + takoyaki x seis unidades mixtas + okonomiyaki yakisoba + dos bebidas sin alcohol (agua con o sin gas, saborizada o gaseosa).
Todo el menú cuenta con precios realmente accesibles, que concluyen en una relación precio calidad difícil de igualar. Pero también puede acompañarse la comida con cerveza Kira. En nuestro caso, previo a la degustación, también nos sirvieron una pequeña porción de sunomono, una ensaladita de pepino, alga wakame, sésamo tostado y vinagreta de la casa.
Nada mejor que disfrutar de un refrescante helado de matcha o de sésamo, para culminar la experiencia que nos permite disfrutar de la comida callejera japonesa a pasos de la Avenida Corrientes en la zona de Villa Crespo. Hay que conocerlo.