Hay pizzas y pizzas. Buenos Aires ofrece hoy diversas versiones que nos sorprenden a veces por la escasa o nula difusión que han tenido entre nosotros. Uno de esos casos es el de la variedad romana, finita, seca, crujiente y con ingredientes de calidad, algunos de ellos italianos. Es la que ofrece Così mi Piace, junto a varias opciones de pasta al dente.
Così mi Piace - Dirección: El Salvador 4618, Palermo Soho. Teléfono: 011 4831-7176. Horario: todos los días de 12:00 a 24:00. Precio: $$$. Instagram: @cosimipiaceok
Así me gusta, así nos gusta. Così mi piace la pizza finita y crujiente, sin cornicione (el borde de la pizza napolitana), Così mi Piace la pasta bien al dente, lo que en Italia parece una obviedad, pero aquí no lo es por una errónea costumbre que tenemos de echar la pasta en la olla con el agua hirviendo e irnos a duchar (como dijo una vez un cuoco que nos visitaba).
Natalia Czerwonogora y Antonio Cao tomaron el desafío de apostar a una variedad de pizza diferente a lo conocido en nuestro medio. Si bien está la pinsa romana (que se elabora con harina de trigo, de arroz y de soja), ellos eligieron la versión de masa crocante y muy finita las pizzas tan comunes en la capital italiana.
No hay secretos en su preparación, pero sí reglas que se cumplen a rajatabla. Utilizan una base de harina italiana Divella, provocan una fermentación natural y luego la masa se estira a palote y se cocina a 400º por un minuto y medio.
La pizza romana es el alma de Così mi Piace, donde también encontramos algunos antipasti, ensaladas y, por supuesto, las pastas cuyas salsas puede elegir el comensal a su gusto.
El restaurante - pizzería está ubicado en pleno Palermo Soho, un local amplio en el que conviven un pequeño salón a la derecha, el patio abierto con adoquines (al estilo italiano) y otro espacio al fondo, angosto y largo, con su barra de mármol de la que salen aperitivos clásicos de la península. Allí hay algunas banquetas para quienes deseen disfrutar de su almuerzo o cena allí.
Pero sin dudas lo que más llama la atención es el horno a leña marca Accunto, traído especialmente desde Italia, que pesa dos toneladas y esta producido especialmente por una familia que se ha dedicado a su fabricación desde el año 1892.
En esta visita, optamos por dos variedades de pizzas. Téngase en cuenta que, como suele ocurrir en Italia, una pizza tiene el tamaño y el grosor para que pueda comerse individualmente. O sino, más al estilo local, pedir dos y probar ambas si la mesa la ocupan al menos dos personas.
Una de ellas fue la "carbonare e patate", con mozzarella fior di latte, papas al horno, huevo, panceta y queso pecorino. Una "bomba" de pizza bianca que uno no debería dejar de probar.
La otra fue la puttanesca, esta salsa tradicional italiana, en este caso trasladada a la pizza y elaborada de manera ortodoxa, con tomate, anchoas, alcaparras, ajo confitado, aceitunas negras, orégano fresco y peperoncino, que le da un sutil picor.
Quedaba aún la degustación de sendas variedades de pastas. Tentaba mucho la más original, los tortellini de masa de barbabietola (remolacha) con un relleno de ricota, pecorino y almendras tostadas. Se acompañó con una sutil salsa de tomate. Y para destacar el impecable punto de cocción al dente, lo mismo que ocurrió con la siguiente pasta.
Se trataba de los cavatelli, de un largor interesante, para los cuales se eligió la "ricotta tre salse" (pomodoro, ricota de oveja y pesto). Excelente decisión.
Y para el postre, un solo tiramisú, a lo que hay que agregar dos cervezas tiradas y una negra de lata, más dos aguas.
El menú es muy variado e incluye antipasti como pan de pizza aromatizado con romero; la burrata con pesto, berenjenas, hinojo, zucchini asados y aceitunas; fainá con o sin cebolla; berenjena a la parmigiana, y provolone con prosciutto di Parma.
Entre las ensaladas, destacamos la de bresaola con ese fiambre tradicional italiano, higos o peras, berenjenas asadas, radicchio, queso gorgonzola, nueces y kale.
Otras pastas de la carta, que esta vez no se probaron, son los ñoquis de papas o de espinaca, también en su versión gratinados; tagliatelle verdi de espinaca, o al huevo; fusilli al fierrito, y agnolotti de carne.
Como ya se dijo, las salsas se piden aparte y uno elige a su gusto, Entre otras, están la "Polpettone" con pomodoro italiano y albóndigas de carne; la que lleva el nombre del restaurante, a base de crema, langostinos, espinaca y parmesano; además de clásicas como el pesto, la carbonara y de portobellos.
Para los carnívoros hay algunas licencias de la cocina porteña (no olvidarse de que el local está ubicado en una zona frecuentada por turistas extranjeros), tales los casos de la entraña a la parrilla y la milanesa de peceto servida con spaghetti al pesto o papas fritas.
El capítulo de pizzas está separado entre las bianche y las rosse. Entre las primeras, encontramos la denominada "Il placido" de mozzarella fiordelatte, cebolla y aceitunas negras; la "Voglio cotto" (mozzarella fiordelatte, jamón natural, grana padano, tomates secos y albahaca), y "Los cuatro tenores" (al estilo de la quattro formaggi italiana).
Y entre las rosse no faltan variedades clásicas como la Margherita; Diavola; Prosciutto, Salami Funghi y Parmigiana. También la "Straciatella" (tomate, straciatella, albahaca y pimienta negra); o la "Principe" (pronunciarprínchipe) de pomodoro, mozzarella fior di latte, tomate cherry, brócoli, aceitunas negras y rúcula).
Hay postres típicamente italianos, como el tiramisú y el calzone de Nutella (también sale en media porción); o más porteños como los panqueques de dulce de leche. Y también carpaccio con helado de americana; pavlova de frutillas y torta húmeda de chocolate (sin gluten).
En materia de bebidas, cuentan con una buena carta de vinos, cerveza tirada o en lata, además de tragos clásicos italianos. Para destacar también el servicio, caracterizado por su atención muy agradable y eficaz.
En Così mi Piace se conjugan dos clásicos de la culinaria italiana, como son las pizzas y las pastas, todo elaborado siguiendo la ortodoxia de las preparaciones como mandan las recetas tradicionales. Y, como si esto fuera poco, con muy buenos precios. Hay que ir.
Sorpresa total, la cocina chipriota está en La Boca. El chef Nicolás Cali nació en Comodoro Rivadavia, pero sus ancestros están en esa isla del mediterráneo. En su Cantina Patio la Boca, se entremezclan la carne argentina con los platos típicos de Chipre. Y para fin de año, propone un viaje sensorial para celebrar las fiestas con acento mediterráneo, y los vinos de Jasmine de los Mundos.
El chef Matías Mazo agregó nuevos platos a la carta de Tanta. Exuberancia y sabor, dos virtudes de esta propuesta de auténtica cocina peruana en uno de los conceptos más reconocidos del Grupo Acurio.
Sorpresas te da la vida (y la profesión). La visita a Bravado, el nuevo restaurante que funciona en el subsuelo del edificio de la Corporación América, en Vicente López, constituía toda una incógnita. Uno a veces observa la carta antes de llegar a un restaurante, y se crea expectativas que luego pueden cumplirse o no, ya sean favorables o desfavorables. En este caso, pasamos de la simpleza y la brevedad del menú, a un repertorio de creatividad desde lo aparentemente simple, que sorprende por el resultado final. Un mérito grande del chef Mariano Szatma Szotan, sin dudas. Un lugar de comidas que parece un Apple Store, donde cada cosa está en su lugar. Y que funciona como un relojito; todo lo que buscamos y elogiamos de un restaurante, lo encontramos en Bravado, que está realmente Bravo.