La pandemia trajo sus cambios en la gastronomía y, entre ellos, por razones sanitarias los restaurantes eliminaron el servicio de buffet que se utilizaba sobre todo en el brunch y en algunos casos en los almuerzos ejecutivos de los hoteles. Por eso no extraña que St. Regis haya optado por un menú a la carta que ofrece platos creativos y basados en productos de calidad también en los mediodías.
St. Regis, Park Tower Hotel - Dirección: Avenida Leandro N. Alem 1193 Retiro. Teléfono: 11 3011 3212. Reservas: stregis.buenosaires@marriott.com
Abierto de lunes a domingos de 12.30 a 15.00, y jueves, viernes y sábados de 19.30 a 23.00. Precio: $$$$. Estacionamiento de cortesía.
"La naturaleza es inteligente y el mercado es quien nos inspira y dicta nuestras elaboraciones. Ahondamos en las costumbres argentinas y seleccionamos los productos más auténticos. También se encontrará una gran variedad de "superalimentos", seleccionados y trabajados con respeto, y en cada plato presentado en esta carta tiene el único fin de brindarles una experiencia gastronómica excepcional y autóctona".
Así definen en la carta que se ofrece a los clientes la brigada de cocina del Restaurante St. Regis, del Park Tower Hotel, comandada por el chef ejecutivo Matías Lorenzo; el souschef Marcos Gómez, y el chef del restaurante, Sebastián Persek.
El motivo de la visita fue el estreno de la nueva carta de mediodía, que incluye algunos de los platos que también pueden encontrarse por la noche.
La novedad postpandemia es que se dejó de lado el clásico buffet con sus especialidades frías y los richauds para ofrecer un tentador menú a la carta que propone lo siguiente:
Cuatro opciones de "entrantes", cinco de "del campo, del mar y de nuestra tierra" y cuatro "momentos dulces". También hay un menú ejecutivo que puede pedirse por uno, dos o tres pasos, que varía semanalmente. Por otra parte, la carta identifica los platos que son libres de gluten, los vegetarianos y los veganos.
Esta vez, como entrada, se probó el calamar con cocción en hibiscus relleno de sus tentáculos, fondue de tomates cherries, espuma de papa y oliva, pesto de cilantro y alcaparras, muy recomendable.
Las otras opciones son: japchae con vegetales y salsa de soja; bruschetta de fainá aireada, y paté de gírgolas con hummus y porotos negros.
Al momento del principal fuimos para el lado del campo: asado sous vide, tortilla de papas trufada y con portobellos, más cremoso de maíz y cúrcuma. Sin dudas, lo más exuberante de la lista.
Quedan para elegir estos platos: ojo de bife con risotto de cebada y ajo negro; trucha con arroz basmati integral; ravioles de espinaca con albóndigas de vegetales de estación; ajíes en vinagre rellenos de vegetales y especias.
Lo dulce se destacó en nuestro caso con el mousse de cacao 80%, corazón de mandarina, frutos rojos y tierra de macarrón.
Asimismo, están la torta St. Regis; el bavaroise de dulce de leche, y un original chía pudding con mango y frutillas.
El restaurante cuenta con una muy bien nutrida carta de vinos y espumosos, a lo que hay que sumar la excelencia del servicio, algo en lo cual el hotel ha hecho escuela desde siempre.
Los precios son más que razonables. Por otra parte, a la hora de la cena hay una carta más amplia y además se ofrece un menú degustación de cinco pasos con vinos de la Bodega Salentein.
Nos encanta comer en hoteles, por varias razones: calidad asegurada, seguridad, servicio atento, calidad de producto y creatividad en la cocina. Como en este caso particular de St. Regis, que cuenta con un salón elegante y privilegiada vista a la zona de Retiro.
Carmen es un restaurante de pastas con el plus que le impone su chef, Nacho Feiblemann. Así es posible encontrar una opción rellena de pesca de río; cintas (tagliatelle) cacio e pepe que acompañan una costilla hecha al kamado, o una original girandola rellena de batata asada, parmesano, castañas, manteca y menta. A ello hay que agregarle lo que el chef conoció en Londres: pastas con mucha manteca, cítricos, colores y rellenos no tradicionales. Una forma diferente de ver la cocina italiana en general, y las pastas en particular.
Hay pizzas y pizzas. Buenos Aires ofrece hoy diversas versiones que nos sorprenden a veces por la escasa o nula difusión que han tenido entre nosotros. Uno de esos casos es el de la variedad romana, finita, seca, crujiente y con ingredientes de calidad, algunos de ellos italianos. Es la que ofrece Così mi Piace, junto a varias opciones de pasta al dente.
Casi como si se tratara de un speakeasy, Rufino se descubre en el subsuelo del hotel boutique Mío Buenos Aires, de Recoleta. El restaurante se inauguró a mediados del 2018 y, por suerte, han logrado superar la pandemia que les pegó doble (ya que no disponen de espacios al aire libre excepto un diminuto patio al fondo del salón. El leit motiv es la carne argentina, llevada aquí a niveles de calidad y sofisticación bien entendida, que potencian la propuesta.
Asado sous vide y tortilla.
